viernes, 20 de febrero de 2009

La mata que mata

SE OYE POR RADIO LA ALMIBARADA voz de una niñita que habla de la mata que mata y de los ríos de sangre que corren en el país.

Los publicistas usan medios perversos como la utilización de voces infantiles —tiernas, consentidas, pegajosas— para crear en sus audiencias determinadas imágenes. Los niños que oyen esta abusiva propaganda de la Dirección de Estupefacientes —seguramente pagada con dineros de la DEA— tienen que imaginarse el país como una gran carnicería. Y a quienes cultivan la marihuana y la coca, campesinos, colonos e indígenas, como unos monstruosos asesinos con las manos untadas de sangre. Los niños tenderán a generalizar esta imagen y a mirar a cualquier pobre como un criminal.

Pero, además, Estupefacientes pone a los niños a decir mentiras y a creérselas, porque ninguna mata, mata. Y los pone a mentir en materia grave: la guerra. ¿No es esta una manera cínica de meter a la niñez en los campos de batalla? Unicef, especializada en gritos de fariseos, no dice ni mu, y hasta con cierta razón, porque teme el papirotazo de su excelencia.

No hay ninguna mata que mate, o por lo menos que mate por contacto directo. Ni siquiera el borrachero, arboloco, cacao sabanero o floripondio mata a la gente. No hay ninguna mata a la que se le pueda echar la culpa de la guerra. Sólo en las mentes del Presidente y de algunos militares cabe la tesis de que hay “matas de cocaína”, que es como decir que hay árboles de aspirina. Desde hace miles de años, la coca es un arbusto sagrado para la mayoría de comunidades indígenas; lo cultivan las mujeres, y sus hojas secas, mezcladas con hojas de yarumo tostadas o con conchitas molidas, son consumidas en forma ritual por los hombres adultos.

Sin la coca los indígenas no habrían resistido la salvaje invasión europea. Las hojas de coca no sólo no matan, sino que son de los alimentos más nutritivos que existen. La propaganda de la niñita a media lengua que llama a criminalizar a sus cultivadores hace parte de hecho, de la ola que legitima las masacres contra los pueblos kankuamo, emberas-chami, awá, y nasa, para hablar sólo de los grupos golpeados este año. La propaganda no es la culpable, claro está, pero justifica a los ojos de los niños matar a los que cultivan matas que matan. La verdad es otra: si a los indígenas les quitan sus matas de coca, los matan.

Uribe va en contravía de los vientos que corren en materia de drogas ilegales. Los ex presidentes Gaviria; Zedillo, de México, y Cardoso, de Brasil, han declarado que la “guerra a las drogas” ha fracasado rotundamente, e incluyen en ese fracaso el Plan Colombia. La guerra contra las drogas sólo ha dejado —¡esa sí!— muertos y corrupción y representa hoy la mayor amenaza contra la democracia y la paz. Los ex presidentes han pedido la descriminalización de la marihuana para uso personal. Sin duda, el mensaje está dirigido a Obama, con la idea no descabellada de que el nuevo gobernante “revise a profundidad” las políticas antidrogas.

Como era de esperarse, Uribe brincó a la media hora y ordenó a sus escuadrones parlamentarios cerrarle el paso a la legalización, enterrar la dosis mínima y tratar a los consumidores como enfermos mentales. La posición de Uribe va más allá de su guerrerismo y su pacatería; el tiro va —es evidente— contra Carlos Gaviria, que fue el magistrado ponente en la Corte Constitucional de la razonable dosis mínima, y contra Ernesto Samper, que hace años pidió lo que ahora Gaviria pide. Sólo cabe rezarle al padre Marianito que ni el Presidente ni su par de angelitos sufran cualquier día una crisis artrítica.

Por: Alfredo Molano Bravo

http://www.elespectador.com

La "nueva" Brigada del Ejército continúa con hostigamientos contra campesinos catatumberos

Bombardeo en La Esperanza, Norte de Santander



El pasado lunes 2 de febrero la nueva Brigada Móvil No. 23 del Ejército Nacional de Colombia bombardeó la escuela y alrededores de la vereda La Esperanza, corregimiento El Caracol, del municipio San Calixto en el Norte de Santander, a consecuencia de un combate con un grupo insurgente que perpetua en la zona.

El Observatorio Internacional de Paz se trasladó a la zona para estar presente en la verificación de los hechos y acompañar a la Asociación Campesina de Catatumbo (Ascamcat), de la cual son afiliados la Vereda La Esperanza. Acompañados por una de las lideres de la asociación llegamos a la escuela para reunirnos con la comunidad y tomar testimonio de lo que había sucedido. Nos reunimos todos en uno de los salones donde podíamos presenciar los resultados del bombardeo para empezar a escuchar las voces de los testimonios.

José Orlando Pinzón, presidente de la Junta de Acción Comunal de La Esperanza (JAC) cuenta que era el domingo 1 de Febrero cuando él y unos compañeros estaban en la cancha de fútbol para empezar un partido como de costumbre cuando sintieron la presencia del ELN yque estos comentaban:“tenemos la presencia militar encima”, en esos momentos él y algunos compañeros no aguantaron y se fueron, dejando el partido para otro día. Al día siguiente, 2 de Febrero, eran las nueve de la mañana cuando empezaron los enfrentamientos terrestres entre la Brigada Móvil No. 23 del Ejercito y el grupo insurgente alrededor de la escuela y la cancha de fútbol durante dos horas. Aproximadamente alrededor de las 11 de la mañana llegó un helicóptero arpía del Ejercito así empezando el devastador bombardeo a la escuela y a sus alrededores afectando a una casa particular.

José acompañado de otros campesinos y de integrantes de Ascamcat nos mostró detalladamente todos los desastres que había dejado el bombardeo y la presencia de más de 300 militares en la zona. La escuela había sido impactada en todas sus instalaciones por proyectiles, las cuales afectaron las aulas donde por suerte los 33 alumnos que asisten a la escuela no estaban presentes ese lunes, ya que el municipio aún no había nombrado maestro para ellos. Los alrededores de la escuela, espacio de juego de los alumnos, estaban llenos de huecos hechos por los proyectiles. Los militares habían tumbado las puertas de distintos espacios y se habían robado comestible y todos los cd’s que tenia la escuela, no sin dejar rastro de su paso por la escuela.

Nos alejamos unos setenta metros aproximadamente de la escuela cuesta abajo hasta llegar a la casa particular. La propietaria nos dijo: “aún tengo el temor a dentro”, ese comentario tenia su explicación. Ella, sus dos hijos menores y dos mujeres embarazadas debieron soportar des de una de las piezas de su casa todo el combate y bombardeo. Ella misma nos mostró los dos impactos de bala que impactaron en el interior de su casa, nos indico dónde habían muerto sus dos terneros heridos en el bombardeo y a 10 metros de la casa el hueco que había dejado el impacto de una de las proyectiles lanzadas des del helicóptero. Definitivamente ella y su familia habían sentido la muerte muy cerca.

La propietaria de la casa nos contó que en horas de la tarde de ese mismo lunes del bombardeo, ella decidió junto con sus dos hijos menores bajar a la finca donde estaba trabajando su marido para contarle todo lo sucedido. Al cabo de unas horas ella y sus dos hijos volvieron a subir para atender a los animales, aprovechó para recoger dos colchones y unas cuantas pertinencias para regresar al lado de su marido, cuando por el camino le salieron dos soldados los cuales le negaron el paso a ella y sus hijos, obligándola así a regresar a su casa exponiéndose a sufrir otro combate.

Seguimos caminando al lado de José hasta llegar a la cancha de fútbol donde nos explico que el al día siguiente del bombardeo, es decir, el 3 de Febrero decidió subir a la escuela acompañado de su hijo de 10 años y una prima para ver que había sucedido, al llegar a la escuela se encontró con la presencia de los militares de la Brigada Móvil No. 23, los cuales los retuvieron a los tres. Les empezaron a preguntar sobre la presencia de la guerrilla en la zona y la vinculación que tenían con ellos, los fotografiaron de frente y de perfil, haciendo un empadronamiento ilegal, y para finalizar hurtaron la agenda personal y el cuaderno a Don José. Después de retenerlos e incomodar-los los dejaron ir.

El nos dio el siguiente testimonio:

“El día tercero ya vine para mirar lo que esta pasando y los daños a la escuela. Pero, fue represionado por los militares. Me acompañaba una prima y mi hijo. Inmediatamente nos preguntaron quien éramos, que hacían, dije que soy presidente de la junta. Me robaron unos recursos. Me quitaron el cuaderno, la agenda muy personal, y dije ‘que quieren hacer con mi agenda,’ ya violaron alguna parte de un respeto a las cosas personales. Los dije, ‘Si se la lleva, tenemos problemas.’ Me revisaron todos los papeles que tenia, cosas que pertenecieron del municipio, de proyectos. Nos marcharon a la pared, tomaron tres fotos de cada uno de nosotros Le preguntaban demasiadisimas cosas a los compañeros, si la guerrilla reunían aquí.... La cuaderna que me tomaron tengo una lista de lo que tiene que ver con la escuela, uniformes, las tallas de botas de los estudiantes. Eso y ya.”

Finalmente la comunidad junto con los integrantes de ASCAMCAT nos llevaron donde estaba la mula herida de bala en una de las patas trasera y nos mostraron todos los escombros que había dejado el Ejercito y todos los daños materiales que hicieron a una tienda que hay cerquita de la escuela de la cual robaron un millón de pesos aproximadamente en mercancía.

Este incidente pone de manifiesto la mentira de las reformas llevado a cabo el gobierno de Uribe despues del conocimiento de los “falsos positivos.” Criticado durante meses, incluso en los principales medios de comunicación, el gobierno finalmente actuó el mes pasado para reemplazar a los oficiales del ejército despedidos y anunciar los cambios a brigadas mas complicites con el escandolo. Pero la victoria ganada por los dirigentes campesinos - el reconocimiento oficial de la generalización de los "falsos positivos" asesinatos - no se ha visto acompañado con un cambio en el tratamiento de los campesinos por el ejército.

Hasta la fecha ni local ningun funcionario del gobierno ha empezado una investigación de los atentados en La Esperanza. Un delegado enviado por la oficina del Personeria en Ocaña para confirmar los ataques denunciados por los residentes aconsejó a huir con lo que las pertenencias que podían llevar, y le dijo a uno de los líderes del grupo que la escuela despues del ataque sólo necesitaba "un poco de pintura."

video en:

http://prensarural.org/spip/spip.php?article1963


Extraido de :APR


http://www.nodo50.org/anarcol