"Desde hace 25 años, la memoria de Luis Fernando nos ha llevado a meditar, de manera recurrente, en los sentidos y sinsentidos de su muerte. Hemos retornado multitud de veces con la imaginación a las veredas de Verdún y de Ventanas, rescatando jirones de la memoria dolorosa de aquel 3 de octubre de 1984. Hoy este sarcófago de Luis Fernando, en sus simbólicas bodas de plomo, vuelve a sacudir nuestra conciencia, a interpelar nuestras convicciones,
Gracias, Doña Fabiola, por invitarnos constantemente a leer el mensaje encriptado en estos despojos mortales: el mensaje de una dignidad humana que no se destruye con la tortura, ni con la cárcel, ni con las humillaciones y afrentas del poder, ni con la muerte más ignominiosa; el mensaje de un ideal de justicia, que aún desde las impotencias y las derrotas de sus intentos, hace brillar la superioridad ineludible de su virtud y desvela la vileza de nuestras injustas estructuras. Gracias por su constancia y por la dignidad insobornable de su caminar". Javier Giraldo, sacerdote jesuíta. Palabras pronunciadas en los 25 años de la desaparición forzada de Luis Fernando Lalinde, Medellín, 3 de octubre de 2009.
Por: Elretornocolombia
Tomado de: elretornocolombia