OTRO VIDEO DE ALLANAMIENTO A PISO 2 Y SALMON CULTURAL
http://video.google.com/videoplay?docid=5742764177333174480
lunes, 19 de enero de 2009
ALLANAMIENTO-VIDEO Y COMUNICADO PISO 3 Y SALMON CULTURAL
COMUNICADO DE PRENSA (rotar por favor)
El día de ayer 16 de enero de 2009 hacia la una de la tarde un escuadrón del DAS Departamento Administrativo de Seguridad conformado por alrededor de 30 hombres entre uniformados y de civil fuertemente armados, con chalecos y cascos antibalas, con un camión antiexplosivos, una Unidad Móvil de Criminalística, con un perro antiexplosivos, con francotiradores y diez camionetas con vidrios polarizados, se hicieron presentes en nuestras instalaciones de la Av Calle 32 No. 13 – 45 de la Ciudad de Bogotá, quienes al no encontrar a nadie al interior del predio, decidieron irrumpir rompiendo chapas y rejas. Todos los agentes portaban insignias del DAS pero no tenían ninguna identificación que los individualizara.
A las 3 p.m algunos miembros de nuestro equipo al acercarse a realizar sus labores cotidianas se encontraron con el operativo, que ya rodeaba todo el edificio e incluso tenían una escalera con la que intentaban entrar por las ventanas del segundo piso. Al acercarnos a preguntarles por el motivo de esta acción, nos informaron que la Fiscal 304 había emitido una orden de allanamiento para los tres niveles de nuestro edificio, dado que buscan explosivos que iban a ser usados por las FARC en posibles atentados en la Capital de Colombia.
Como esta acción ya se especulaba vendría les solicitamos que según el procedimiento legal deseábamos leer la Orden de Allanamiento la cual nos entregaron, al empezar a leerla les dijimos que los dejaríamos ingresar pacíficamente una vez se hicieran presentes organismos como la Defensoría del Pueblo y la Personería Distrital, así como nuestros abogados y organizaciones de derechos humanos, por lo cual nos fue arrebatado el documento.
Este mismo día se realizó en Bogotá una marcha de protesta en solidaridad con el Pueblo Palestino hasta la Embajada de Israel, cuando los participantes de la misma se enteraron del atropello de que fuimos víctimas algunos decidieron acompañarnos haciendo presencia en la calle, frente a la entrada de nuestros Centros Culturales. Por lo cual hicieron presencia tres patrullas de policía, cinco motos, una tanqueta antidisturbios y un bus lleno de Policías pertenecientes a la Fuerza Disponible.
en este momento además se hicieron presentes los propietarios del primer nivel Bar Abnocto y del Centro Salmón Cultural segundo nivel, así como diferentes defensores de derechos humanos, por lo cual nos permitieron leer la totalidad de la orden de allanamiento, momento en el que supimos que sospechaban que en el inmueble funcionaba una célula de las FARC y almacenábamos material para la fabricación de explosivos.
Solicitamos se esperara la presencia de Organismos de Control para empezar el allanamiento y cuando llego la Defensoría del Pueblo, la Personería Distrital, las Brigadas Internacionales de Paz (a quienes se les negó el acompañamiento de la diligencia judicial) se inició dejando constancia en el acta que habían roto cerraduras del edifico y del Bar Abnocto.
Procedieron a inspeccionar el primer piso sin que encontraran nada de lo buscado y posteriormente inspeccionaron minuciosamente por más de tres horas el Centro Salmón Cultural, donde lógicamente tampoco encontraron los famosos explosivos, razón por la cual deciden no entrar a nuestro Centro Cultural Piso Tres a donde no nos permitieron entrar sino cuando se terminó de llenar y de firmar el acta, aproximadamente a las 10:30 pm., momento en el que nos dimos cuenta que también nuestra reja de entrada y nuestras cerraduras habían sido violentadas así como arrancaron la publicidad antigobiernistas que exhibíamos en nuestros muros.
Alrededor de la 11 p.m. un funcionario del DAS se acercó a entregarnos copia del acta de allanamiento y toda la noche fuimos vigilados por carros de Policía y del DAS, que continuamente estuvieron haciendo rondas alrededor del Edificio.
El Centro Cultural Piso Tr3s quiere dejar presente que fuimos víctimas de un señalamiento falso y peligroso dadas circunstancias que vive nuestro país y que no tiene absolutamente nada que ver con nuestro trabajo y el desarrollo de nuestras actividades, así como con nuestro criterio y pensamiento. El Piso Tr3s se enfoca en la formación cultural y la no violencia en apoyo a las diferentes iniciativas de jóvenes artistas y comunidades productivas, sobretodo en el ejercicio pleno de nuestros derechos civiles y políticos sin que por ello se nos pueda sindicar de terrorismo como figura en la investigación que el DAS y la Fiscalía 304 adelantan actualmente.
Nuestro Centro Cultural existe hace más de cuatro años y nuestra labor académica artística cultural y política la conocen y certifican las organizaciones con las que hemos trabajado como colectivos juveniles, organizaciones de derechos humanos, artistas gráficos, músicos, colegios, universidades, medios de comunicación, la Alcaldía Mayor de Bogotá y diversas e importantes personalidades.
Agradecemos a quienes nos acompañaron como abogados, a quienes escribieron en las redes de internet y a nuestro correo sus mensajes de apoyo, a quienes mantuvieron constante comunicación telefónica, a los medios de comunicación y a los fotógrafos que vinieron a cubrir el atropello, así como a los espontáneos y amigos que con sus consignas, música y la olla comunitaria que improvisaron nos dieron aliento, a la vez que la certeza que este no iba a poder ser un falso positivo más, porque Bogotá se niega a ser como las provincias, urbe sangrienta y reino de impunidad.
Anunciamos que entablaremos la demanda penal por prevaricato a estas autoridades, con la respectiva denuncia de ello ante la Procuraduría General de la Nación y los daños a nuestra propiedad colectiva, a nuestro buen nombre y a nuestra dignidad.
Porque Colombia no puede seguir cayendo en esta especulación mafiosa. Viva la Minga y la Resistencia Multicultural de nuestro Pueblo.
Centro Cultura Piso Tr3s.
VIDEO DEL ALLANAMIENTO INJUSTO Y MENTIROSO
El día de ayer 16 de enero de 2009 hacia la una de la tarde un escuadrón del DAS Departamento Administrativo de Seguridad conformado por alrededor de 30 hombres entre uniformados y de civil fuertemente armados, con chalecos y cascos antibalas, con un camión antiexplosivos, una Unidad Móvil de Criminalística, con un perro antiexplosivos, con francotiradores y diez camionetas con vidrios polarizados, se hicieron presentes en nuestras instalaciones de la Av Calle 32 No. 13 – 45 de la Ciudad de Bogotá, quienes al no encontrar a nadie al interior del predio, decidieron irrumpir rompiendo chapas y rejas. Todos los agentes portaban insignias del DAS pero no tenían ninguna identificación que los individualizara.
A las 3 p.m algunos miembros de nuestro equipo al acercarse a realizar sus labores cotidianas se encontraron con el operativo, que ya rodeaba todo el edificio e incluso tenían una escalera con la que intentaban entrar por las ventanas del segundo piso. Al acercarnos a preguntarles por el motivo de esta acción, nos informaron que la Fiscal 304 había emitido una orden de allanamiento para los tres niveles de nuestro edificio, dado que buscan explosivos que iban a ser usados por las FARC en posibles atentados en la Capital de Colombia.
Como esta acción ya se especulaba vendría les solicitamos que según el procedimiento legal deseábamos leer la Orden de Allanamiento la cual nos entregaron, al empezar a leerla les dijimos que los dejaríamos ingresar pacíficamente una vez se hicieran presentes organismos como la Defensoría del Pueblo y la Personería Distrital, así como nuestros abogados y organizaciones de derechos humanos, por lo cual nos fue arrebatado el documento.
Este mismo día se realizó en Bogotá una marcha de protesta en solidaridad con el Pueblo Palestino hasta la Embajada de Israel, cuando los participantes de la misma se enteraron del atropello de que fuimos víctimas algunos decidieron acompañarnos haciendo presencia en la calle, frente a la entrada de nuestros Centros Culturales. Por lo cual hicieron presencia tres patrullas de policía, cinco motos, una tanqueta antidisturbios y un bus lleno de Policías pertenecientes a la Fuerza Disponible.
en este momento además se hicieron presentes los propietarios del primer nivel Bar Abnocto y del Centro Salmón Cultural segundo nivel, así como diferentes defensores de derechos humanos, por lo cual nos permitieron leer la totalidad de la orden de allanamiento, momento en el que supimos que sospechaban que en el inmueble funcionaba una célula de las FARC y almacenábamos material para la fabricación de explosivos.
Solicitamos se esperara la presencia de Organismos de Control para empezar el allanamiento y cuando llego la Defensoría del Pueblo, la Personería Distrital, las Brigadas Internacionales de Paz (a quienes se les negó el acompañamiento de la diligencia judicial) se inició dejando constancia en el acta que habían roto cerraduras del edifico y del Bar Abnocto.
Procedieron a inspeccionar el primer piso sin que encontraran nada de lo buscado y posteriormente inspeccionaron minuciosamente por más de tres horas el Centro Salmón Cultural, donde lógicamente tampoco encontraron los famosos explosivos, razón por la cual deciden no entrar a nuestro Centro Cultural Piso Tres a donde no nos permitieron entrar sino cuando se terminó de llenar y de firmar el acta, aproximadamente a las 10:30 pm., momento en el que nos dimos cuenta que también nuestra reja de entrada y nuestras cerraduras habían sido violentadas así como arrancaron la publicidad antigobiernistas que exhibíamos en nuestros muros.
Alrededor de la 11 p.m. un funcionario del DAS se acercó a entregarnos copia del acta de allanamiento y toda la noche fuimos vigilados por carros de Policía y del DAS, que continuamente estuvieron haciendo rondas alrededor del Edificio.
El Centro Cultural Piso Tr3s quiere dejar presente que fuimos víctimas de un señalamiento falso y peligroso dadas circunstancias que vive nuestro país y que no tiene absolutamente nada que ver con nuestro trabajo y el desarrollo de nuestras actividades, así como con nuestro criterio y pensamiento. El Piso Tr3s se enfoca en la formación cultural y la no violencia en apoyo a las diferentes iniciativas de jóvenes artistas y comunidades productivas, sobretodo en el ejercicio pleno de nuestros derechos civiles y políticos sin que por ello se nos pueda sindicar de terrorismo como figura en la investigación que el DAS y la Fiscalía 304 adelantan actualmente.
Nuestro Centro Cultural existe hace más de cuatro años y nuestra labor académica artística cultural y política la conocen y certifican las organizaciones con las que hemos trabajado como colectivos juveniles, organizaciones de derechos humanos, artistas gráficos, músicos, colegios, universidades, medios de comunicación, la Alcaldía Mayor de Bogotá y diversas e importantes personalidades.
Agradecemos a quienes nos acompañaron como abogados, a quienes escribieron en las redes de internet y a nuestro correo sus mensajes de apoyo, a quienes mantuvieron constante comunicación telefónica, a los medios de comunicación y a los fotógrafos que vinieron a cubrir el atropello, así como a los espontáneos y amigos que con sus consignas, música y la olla comunitaria que improvisaron nos dieron aliento, a la vez que la certeza que este no iba a poder ser un falso positivo más, porque Bogotá se niega a ser como las provincias, urbe sangrienta y reino de impunidad.
Anunciamos que entablaremos la demanda penal por prevaricato a estas autoridades, con la respectiva denuncia de ello ante la Procuraduría General de la Nación y los daños a nuestra propiedad colectiva, a nuestro buen nombre y a nuestra dignidad.
Porque Colombia no puede seguir cayendo en esta especulación mafiosa. Viva la Minga y la Resistencia Multicultural de nuestro Pueblo.
Centro Cultura Piso Tr3s.
VIDEO DEL ALLANAMIENTO INJUSTO Y MENTIROSO
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Nicolas y Yuri Neira,
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ATENTAN CONTRA YURI NEIRA
Atentan contra Yuri Neira
El vienes 16 de enero de 2009, el DAS allanó el Salmón Cultural y el sábado dos sicarios intentaron asesinar a Yury Neira. En vez de recibir justicia por el asesinato de su hijo Nicolás a manos de agentes de la policía, la fuerza pública no hace más instigarlo y amenazarlo y quienes debieran investigar y sancionar a los infractores en un caso que lleva más de tres años de impunidad, se niegan a administrar justicia.
La complicidad del Estado criminal es evidente
El viernes 16 de enero en horas de la tarde una delegación del DAS fuertemente armada y acompañada de agentes del CTI y de carros antiexplosivos, llevaron a cabo un ilegal allanamiento a la sede de Piso Dos o el Salmón Cultural, sitio ampliamente conocido porque funciona como espacio de encuentro para jóvenes alternativos y donde se desarrollan varias actividades culturales como muestras de cine, talleres de danza, pintura, conciertos privados, actividades académicas y reuniones de análisis y estudio político.
Yury Neira, quien coordina las actividades de el Salmón Cultural, desde hace tres años y medio, se ha convertido en objetivo de la fuerza pública. En la marcha del 1 de mayo de 2005, su pequeño hijo Nicolás Neira, de tan sólo 15 años de edad fue asesinado a punta de golpes por miembros del Escuadrón Móviles Antidisturbios (ESMAD) que salió para reprimir la habitual manifestación de los trabajadores. Nicolás falleció descerebrado dos días después en un hospital. El parte médico indica que su cráneo sufrió varias fracturas, una de ellas tenía 26 centímetros de largo, lo cual revela un salvajismo injustificado y más cuando se trataba de un menor desarmado y cuya asma le impidió correr y salvarse de la brutal arremetida oficial.
Desde ese día, su padre emprendió una valiente batalla para lograr justicia en el nombre de su hijo y para que los asesinos fueran sancionados ejemplarmente. Los costos de su audaz decisión han sido sumamente elevados. No sólo perdió el trabajo, sino que encima las persecuciones han sido desde ese entonces una constante en la vida de Yury Neira. Han intentado asesinarlo en dos oportunidades, ha sido objeto de cuatro arrestos arbitrarios, de continuos seguimientos, amenazas, señalamientos, acoso policial y de constantes incursiones o intentos de incursión a su sede por parte de agentes de la fuerza pública. Incluso en cartas de amenaza enviadas por el grupo paramilitar de las Águilas Negras”, se ha sentenciado a Yury a muerte junto a otros defensores de derechos humanos. Lo han robado, hasta elementos que pertenecían a su hijo como una bicicleta le fue hurtada por la policía y luego pinchada. Aunque la cicla fue hallada en un CAI e identificada, luego desapareció misteriosamente y nadie ha respondido por este hecho. Hombres armados también hicieron presencia en casa de su madre un par de meses atrás preguntando por el paradero de Yury.
Por exigir justicia Yury tiene que vivir una verdadera pesadilla en la que se ha visto obligado a cambiar constantemente de sitio de descanso y de celular, ya no puede frecuentar amigos, debe moverse con sigilo y extremada prudencia en la ciudad, sospechar de quien camina a su lado, vigilar día y noche su negocio, y a veces debe hasta desaparecerse por breves lapsus de tiempo como si él fuera un criminal.
Hasta la fecha y pese a que la Procuraduría General de la Nación reconoció que Nicolás fue asesinado por agentes del Estado y no muerto a causa de pisadas de los marchantes cómo declaró la policía en un comienzo, no se han producido avances en materia de investigación y aún no se ha identificado a los responsables. Un reportero extranjero que cubría la marcha de ese primero de mayo captó el momento preciso cuando el joven era asesinado y ese material probatorio aunque ayudó a definir la responsabilidad del crimen, sólo sirvio para que el periodista fuera amenazado y tuviera que salir del país.
La justicia no ha querido aclarar el asesinato de Nicolás y contrario a eso ha permitido que las autoridades se ensañen con el padre de la víctima ocasionándole no sólo serios inconvenientes para el libre desarrollo de sus actividades, sino que además lo mantienen en estado de alarma y estrés sicológico permanente.
El allanamiento que se produjo cuando “casualmente” Yury se encontraba tramitando su pasado judicial antes el DAS, se desarrolló en medio de una enorme cantidad de irregularidades. La forma en la que los uniformados ingresaron al sitio rompiendo chapas y ocasionando destrozos a la sede, cerrando el paso incluso a los propietarios, impidiendo el paso de abogados, las amenazas proferidas y sus actitudes intimidantes fotografiando civiles hacen parte de un prontuario que ya ha sido puesto en conocimiento de las autoridades civiles. Por fortuna una abogada del CCAJAR logró hacerse a una cámara de video y grabar buena parte del proceso de allanamiento. La diligencia se mantuvo por más de seis horas y cuando ya había culminado, los oficiales quisieron ingresar de nuevo al inmueble pero por fortuna la presencia de abogados, representantes de varias organizaciones sociales, lideres sociales y políticos que se habían concentrado frente a al embajada de Israel para expresar su repudio por la agresión contra el pueblo Palestino y levantar sus banderas de solidaridad con las víctimas de este genocidio, al ser alertados sobre lo que ocurría, se acercaron al sitio para rodear a Yury y lograron frenar ese nuevo intento de incursión.
Los agentes del Estado, realizaron este operativo de allanamiento afirmando que en esa casa funcionaba una célula de la guerrilla y que sus propietarios eran sospechosos de terrorismo. La entrada de perros torturados en adiestramientos antidrogas y explosivos se emplearon porque supuestamente en el interior de la casa se podrían encontrar armas, drogas y explosivos, pero como era de suponerse y como de seguro algunos de los mismos agentes sabían, no había nada y tampoco alcanzaron a meter elementos que justificaran su brutal acción, como suelen hacer desde hace décadas sin que jamás hallan sido sancionados por estas prácticas que violan elementales derechos humanos, civiles y constitucionales. La inmediata reacción de los amigos y ONGs impidió que así sucediera.
Sin embargo, la persecución no se detuvo allí. Al día siguiente, dos hombres armados intentaron ingresar al Salmón Cultural preguntando por Yury. Al advertir que entre ellos había confusión sobre el género de la persona que sin duda planeaban asesinar, Yury les respondió que ella no estaba. Uno de los hombres en tono autoritario le dijo al otro “Yury es él, hágale, hágale, es él”, pero el hombre trastabillo, los jóvenes que acompañaban a Yury de inmediato empezaron a pedir ayuda por teléfono y a gritar y antes de que las autoridades se hicieran presentes, los hombres ya se habían dado a la fuga.
La dura batalla de Yury se ha constituido en un valioso ejemplo para los defensores de derechos humanos y organizaciones sociales; no sólo ha logrado encausar el dolor que aún lo atormenta para desarrollar un hermoso y creativo trabajo con jóvenes de las más variadas tendencias, sino que además se ha convertido en puente de unión entre diversos sectores de la sociedad capitalina.
Es necesario que el caso sea llevado ante la justicia internacional y que fuerzas de seguridad confiables le brinden toda la seguridad necesaria. Si bien una denuncia cobre el asesinato de Nicolás fue presentada informalmente ante el Fiscal de la CPI, y en consecuencia éste alto organismo conoce el caso, es urgente que la denuncia se tramite de forma oficial y que ante la inoperancia de la justicia colombiana y su evidente falta de voluntad para conducir el caso y aplicar sanciones, sean los altos organismos internacionales lo que entren a actuar antes de que sea demasiado tarde.
El Estado colombiano es responsable de la vida de Yury Neira y de todo lo que sus persecuciones e infames señalamientos puedan acarrearle.
Exigimos protección para Yury Neira
Exigimos justicia para Nicolás y reparación integral para su familia!
El vienes 16 de enero de 2009, el DAS allanó el Salmón Cultural y el sábado dos sicarios intentaron asesinar a Yury Neira. En vez de recibir justicia por el asesinato de su hijo Nicolás a manos de agentes de la policía, la fuerza pública no hace más instigarlo y amenazarlo y quienes debieran investigar y sancionar a los infractores en un caso que lleva más de tres años de impunidad, se niegan a administrar justicia.
La complicidad del Estado criminal es evidente
El viernes 16 de enero en horas de la tarde una delegación del DAS fuertemente armada y acompañada de agentes del CTI y de carros antiexplosivos, llevaron a cabo un ilegal allanamiento a la sede de Piso Dos o el Salmón Cultural, sitio ampliamente conocido porque funciona como espacio de encuentro para jóvenes alternativos y donde se desarrollan varias actividades culturales como muestras de cine, talleres de danza, pintura, conciertos privados, actividades académicas y reuniones de análisis y estudio político.
Yury Neira, quien coordina las actividades de el Salmón Cultural, desde hace tres años y medio, se ha convertido en objetivo de la fuerza pública. En la marcha del 1 de mayo de 2005, su pequeño hijo Nicolás Neira, de tan sólo 15 años de edad fue asesinado a punta de golpes por miembros del Escuadrón Móviles Antidisturbios (ESMAD) que salió para reprimir la habitual manifestación de los trabajadores. Nicolás falleció descerebrado dos días después en un hospital. El parte médico indica que su cráneo sufrió varias fracturas, una de ellas tenía 26 centímetros de largo, lo cual revela un salvajismo injustificado y más cuando se trataba de un menor desarmado y cuya asma le impidió correr y salvarse de la brutal arremetida oficial.
Desde ese día, su padre emprendió una valiente batalla para lograr justicia en el nombre de su hijo y para que los asesinos fueran sancionados ejemplarmente. Los costos de su audaz decisión han sido sumamente elevados. No sólo perdió el trabajo, sino que encima las persecuciones han sido desde ese entonces una constante en la vida de Yury Neira. Han intentado asesinarlo en dos oportunidades, ha sido objeto de cuatro arrestos arbitrarios, de continuos seguimientos, amenazas, señalamientos, acoso policial y de constantes incursiones o intentos de incursión a su sede por parte de agentes de la fuerza pública. Incluso en cartas de amenaza enviadas por el grupo paramilitar de las Águilas Negras”, se ha sentenciado a Yury a muerte junto a otros defensores de derechos humanos. Lo han robado, hasta elementos que pertenecían a su hijo como una bicicleta le fue hurtada por la policía y luego pinchada. Aunque la cicla fue hallada en un CAI e identificada, luego desapareció misteriosamente y nadie ha respondido por este hecho. Hombres armados también hicieron presencia en casa de su madre un par de meses atrás preguntando por el paradero de Yury.
Por exigir justicia Yury tiene que vivir una verdadera pesadilla en la que se ha visto obligado a cambiar constantemente de sitio de descanso y de celular, ya no puede frecuentar amigos, debe moverse con sigilo y extremada prudencia en la ciudad, sospechar de quien camina a su lado, vigilar día y noche su negocio, y a veces debe hasta desaparecerse por breves lapsus de tiempo como si él fuera un criminal.
Hasta la fecha y pese a que la Procuraduría General de la Nación reconoció que Nicolás fue asesinado por agentes del Estado y no muerto a causa de pisadas de los marchantes cómo declaró la policía en un comienzo, no se han producido avances en materia de investigación y aún no se ha identificado a los responsables. Un reportero extranjero que cubría la marcha de ese primero de mayo captó el momento preciso cuando el joven era asesinado y ese material probatorio aunque ayudó a definir la responsabilidad del crimen, sólo sirvio para que el periodista fuera amenazado y tuviera que salir del país.
La justicia no ha querido aclarar el asesinato de Nicolás y contrario a eso ha permitido que las autoridades se ensañen con el padre de la víctima ocasionándole no sólo serios inconvenientes para el libre desarrollo de sus actividades, sino que además lo mantienen en estado de alarma y estrés sicológico permanente.
El allanamiento que se produjo cuando “casualmente” Yury se encontraba tramitando su pasado judicial antes el DAS, se desarrolló en medio de una enorme cantidad de irregularidades. La forma en la que los uniformados ingresaron al sitio rompiendo chapas y ocasionando destrozos a la sede, cerrando el paso incluso a los propietarios, impidiendo el paso de abogados, las amenazas proferidas y sus actitudes intimidantes fotografiando civiles hacen parte de un prontuario que ya ha sido puesto en conocimiento de las autoridades civiles. Por fortuna una abogada del CCAJAR logró hacerse a una cámara de video y grabar buena parte del proceso de allanamiento. La diligencia se mantuvo por más de seis horas y cuando ya había culminado, los oficiales quisieron ingresar de nuevo al inmueble pero por fortuna la presencia de abogados, representantes de varias organizaciones sociales, lideres sociales y políticos que se habían concentrado frente a al embajada de Israel para expresar su repudio por la agresión contra el pueblo Palestino y levantar sus banderas de solidaridad con las víctimas de este genocidio, al ser alertados sobre lo que ocurría, se acercaron al sitio para rodear a Yury y lograron frenar ese nuevo intento de incursión.
Los agentes del Estado, realizaron este operativo de allanamiento afirmando que en esa casa funcionaba una célula de la guerrilla y que sus propietarios eran sospechosos de terrorismo. La entrada de perros torturados en adiestramientos antidrogas y explosivos se emplearon porque supuestamente en el interior de la casa se podrían encontrar armas, drogas y explosivos, pero como era de suponerse y como de seguro algunos de los mismos agentes sabían, no había nada y tampoco alcanzaron a meter elementos que justificaran su brutal acción, como suelen hacer desde hace décadas sin que jamás hallan sido sancionados por estas prácticas que violan elementales derechos humanos, civiles y constitucionales. La inmediata reacción de los amigos y ONGs impidió que así sucediera.
Sin embargo, la persecución no se detuvo allí. Al día siguiente, dos hombres armados intentaron ingresar al Salmón Cultural preguntando por Yury. Al advertir que entre ellos había confusión sobre el género de la persona que sin duda planeaban asesinar, Yury les respondió que ella no estaba. Uno de los hombres en tono autoritario le dijo al otro “Yury es él, hágale, hágale, es él”, pero el hombre trastabillo, los jóvenes que acompañaban a Yury de inmediato empezaron a pedir ayuda por teléfono y a gritar y antes de que las autoridades se hicieran presentes, los hombres ya se habían dado a la fuga.
La dura batalla de Yury se ha constituido en un valioso ejemplo para los defensores de derechos humanos y organizaciones sociales; no sólo ha logrado encausar el dolor que aún lo atormenta para desarrollar un hermoso y creativo trabajo con jóvenes de las más variadas tendencias, sino que además se ha convertido en puente de unión entre diversos sectores de la sociedad capitalina.
Es necesario que el caso sea llevado ante la justicia internacional y que fuerzas de seguridad confiables le brinden toda la seguridad necesaria. Si bien una denuncia cobre el asesinato de Nicolás fue presentada informalmente ante el Fiscal de la CPI, y en consecuencia éste alto organismo conoce el caso, es urgente que la denuncia se tramite de forma oficial y que ante la inoperancia de la justicia colombiana y su evidente falta de voluntad para conducir el caso y aplicar sanciones, sean los altos organismos internacionales lo que entren a actuar antes de que sea demasiado tarde.
El Estado colombiano es responsable de la vida de Yury Neira y de todo lo que sus persecuciones e infames señalamientos puedan acarrearle.
Exigimos protección para Yury Neira
Exigimos justicia para Nicolás y reparación integral para su familia!
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