martes, 31 de marzo de 2009

[Grecia] Algo ocurre en Petrou Ralli

No solo Alexis Grigoropoulos murio el 6 de Diciembre

Un Pakistaní de 24 años murió la mañana del sábado 21 de Marzo luego de pasar tres meses luchando por su vida. Mazir estaba en estado comatoso desde el 6 de diciembre en el Hospital General de Nikaia, en Atenas, cuando fue hallado en una cuneta a 600 metros de la comisaria de la policía de asilo en Petrou Ralli.

A pesar de que en esta ocasion no hubo testigos, algo extraño ocurre en Petrou Ralli. En dos meses han habido tres muertes en el mismo lugar, el mismo día de la semana (Sábados: 25 de Octubre, 6 de Diciembre, 3 de Enero) y en el mismo momento del día (amanecer). En estos casos los testigos dijeron ver por última vez a las victimas huyendo de la persecución policial.

Cada sábado al amanecer cientos de refugiados se reúnen en Petrou Ralli esperando recibir el llamado “Boleto Mágico” que agenda una cita con el servicio de la policía de Asilo para entregar su aplicación para recibir asilo político. Los oficiales de la estación policial en su esfuerzo de imponer el orden recurren a sus métodos usuales.

Las autoridades emitieron un comunicado referente a la primera de las tres muertes según el cual el Pakistaní de 25 años que murió el 25 de Octubre cayo en una zanja porque perdió la orientación y balance mientras intentaba encontrar un lugar donde orinar. Ninguna declaración fue emitida en torno a ninguno de los otros "accidentes".

El fenómeno de la Impunidad y sus consecuencias es algo muy conocido en Grecia. Esa impunidad fue una de las causas de la revuelta del año pasado.

Si el gobierno continua tratando de este modo a la gente que acude a el pidiendo ayuda, la rebelión de los suburbios de Paris no será nada en comparación con lo que ocurrirá en Atenas.

Fuente


Fragmento Traducido de un comunicado publicado en Indymedia Atenas (antes de que la ultima muerte tuviese lugar) :



No importa que la policía llame “accidentes” a los trágicos eventos en la infame avenida Petrou Ralli. La forma en que tratan a los inmigrantes allí no es un accidente. Es otra manifestación de los degradantes métodos de la policía Griega. La agencia responsable del proceso de las aplicaciones de Asilo les hace esperar día y noche para recibir 300 números para 3000 individuos. Les golpean salvajemente para silenciar las protestas por la inhumana burocracia que deben enfrentar. Este es el único escritorio que trata con toda la prefectura de Attica y las regiones que le rodean y por años no se han tomado medidas de ningún tipo para mejorar estas condiciones. La violencia es la respuesta de la maquina de matar policial griega para las personas que se vieron obligadas a abandonar sus países huyendo de maquinas de matar militares -entre ellas, la griega- que destruyeron sus hogares y prospectos.

No Olvidaremos a nuestros hermanos y hermanas caidos

La lucha es la unica respuesta al terror y barbarismo del estado griego y la fortaleza europea.


Fuente

Relacionado: Comunicado de Inmigrantes Albanos emitido durante la revuelta de Diciembre



Tomado de: http://ansiolitiko.blogspot.com/

Por qué los Anarquistas perdieron la Revolución Española

Respuesta a la Tradifición Revolucionaria Anarquista

Nota del Traductor:Artículo escrito por Wayne Price en la revista anarquista norteamericana Love and Rage (Amor y Rabia) en respuesta al artículo escrito previamente por Christopher Day "La Tradición Revolucionaria Anarquista" (http://www.anarkismo.net/article/12552)En él se hacen precisiones importantes ante los problemas de la democracia, defensa de la revolución y estrategia libertaria en base a las lecciones de la Revolución Española. Esta discusión sigue siendo tan relevante hoy como entonces.

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POR QUÉ LOS ANARQUISTAS PERDIERON LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA
Respuesta a la Tradición Revolucionaria Anarquista



El artículo de Chris Day “La Tradición Revolucionaria Anarquista”, se refiere a la corriente pro-organizativa en la historia del anarquismo revolucionario. Remarca que ha habido anarquistas que han defendido una mayor coherencia organizativa y un pensamiento teórico y estratégico de mayor seriedad en el movimiento anarquista. En general, concuerdo con él (pese a que ningunea a Malatesta, el gran anarquista revolucionario pro-organización, del cual se puede aprender mucho). Esta es una posición mucho mejor que, por ejemplo, llamar a abandonar el anarquismo en favor de una nueva síntesis dominada por el marxismo. Sin embargo, cuando se propugna por mayor estructura y teoría organizativa, es posible descarriarse y terminar defendiendo un programa autoritario y dictatorial. El peligro de esto, aparece en la discusión de Chris sobre la derrota de los anarquistas en la Revolución/Guerra Civil de España en 1936-39.

LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA

Como dice Chris, en 1936 las fuerzas armadas españolas y los fascistas, liderados por Franco, intentaron tomar el poder mediante un golpe bien planificado. Buscaban derrocar al gobierno del Frente Popular, una coalición administrativa de liberales burgueses y de social-reformistas. Sin casi ayuda del Frente Popular, los obreros se organizaron y derrotaron a los militares en dos tercios de España. En ese momento, los anarquistas (organizados en la FAI) dirigían una federación sindical (la CNT) que agrupaba a la mitad de la clase obrera española y a la mayoría de los obreros en Cataluña –la región más industrializada de España- y tenían gran arraigo en el campesinado. Bajo la inspiración anarquista, los trabajadores se tomaron las fábricas y otras empresas, dirigiéndolas democráticamente. Los campesinos voluntariamente colectivizaron sus tierras. El transporte y las comunicaciones fueron echados a andar por comités obreros. La policía fue reemplazada por patrullas obreras. Gran parte de las fuerzas armadas fueron dirigidas por anarquistas.

Pese a todo esto, los anarquistas terminaron por perder la lucha en contra del fascismo. Abandonaron todos sus principios, uniéndose al gobierno capitalista (incluso llegando a ocupar el Ministerio de Justicia). ¿Cómo es que esto ocurrió?

Como dice Chris, ocurrió un vuelco tempranamente en la Guerra Civil. Luego de inicialmente aplastar a los fascistas en Cataluña, dos dirigentes anarquistas se reunieron con el (impotente) presidente del gobierno regional. Él ofreció su renuncia, pero ofreció, como alternativa, la colaboración. García Oliver, uno de esos anarquistas, explica por qué eligieron la colaboración con el Estado capitalista. “La CNT y la FAI optaron por la colaboración y la democracia, renunciando al totalitarismo revolucionario que hubiera terminado por estrangular la revolución con una dictadura anarquista y confederal (ed., de la CNT)… (eligiendo) entre el Comunismo Libertario, que significaba la dictadura anarquista, y la democracia, que significaba colaboración”.

Entonces, estos dirigentes anarquistas veían tan sólo dos alternativas: (1). La FAI-CNT toma el poder para sí. Pero la FAI era una minoría aún dentro de la CNT; probablemente, la mayoría de los sindicalistas de CNT no eran anarquistas. Había muchos obreros y otros, que no concordaban con el conjunto de las políticas de FAI-CNT. En el resto del país, la mitad de la clase trabajadora se organizaba en el sindicato de los social-reformistas (UGT) y otros no se hallaban sindicalizados. Consecuentemente, si la FAI derrocaba al Estado y se establecía como mandataria, el resultado hubiera sido una dictadura uni-partidista. Hasta ahora, la lógica en este escenario parece ser la correcta. (2). Trabajar conjuntamente con todas las otras fuerzas anti-fascistas, incluyendo no sólo a los social-reformistas, sino también a diversos partidos capitalistas y aceptando la existente hegemonía del Estado capitalista-liberal. Esto los inició en un camino que les llevaría a los ministros anarquistas en un gobierno capitalista, la derrota de la revolución, y la victoria del fascismo en España (poco antes de comenzar la Segunda Guerra Mundial).

Chris señala que los anarquistas debieron tomar la primera alternativa, pese a que el “apoyo a la CNT no era universal”. Pero los anarquistas estuvieron en lo correcto en este punto: la toma del poder por parte de la FAI-CNT, hubiera creado “totalitarismo revolucionario (y) dictadura anarquista”.

Sin embargo, había una tercera alternativa. Podrían haber llamado a la federación de comités populares y juntas: los comités de fábrica, los pueblos campesinos colectivizados, comités de soldados, patrullas obreras, etc. Federados juntos, éstos se hubieran transformado en un poder alternativo al gobierno catalán –y, extendiéndose nacionalmente, al Estado español-, en una situación de poder dual. Tal estructura federativa, podría haber derrocado al Estado e impulsado una guerra revolucionaria en contra de Franco sin crear una dictadura partidista-estatal.

Esto hubiera sido más democrático que el Estado liberal. Las diferentes tendencias políticas habrían estado representadas de acuerdo a cuán populares eran realmente entre los oprimidos. Los partidos capitalistas habrían tenido representación sólo acorde a su respaldo entre los oprimidos. Las coaliciones (entre anarquistas y social-reformistas) se hubieran basado en el balance real de fuerzas. En la medida en que el pueblo obrero se radicalizaba, sus representantes regionales y nacionales se harían más revolucionarios.

Este programa de una federación de concejos fue sustentado durante la Revolución Española por León Trotsky y sus escasos seguidores españoles. Es cierto que la defensa de Trotsky de los concejos era puramente instrumental –como una herramienta para derrocar al Estado existente, no como la base para una nueva sociedad. Sabemos, por la experiencia de la Revolución Rusa, que él era un entusiasta censurador de los partidos socialistas no bolcheviques en los soviets (concejos) y partidario de transformar a los soviets en meros títeres del partido bolchevique. Pero esto no excusa a los anarquistas de su fracaso en levantar el programa de una federación de concejos como un poder alternativo.

LOS AMIGOS DE DURRUTI

Chris repite el mismo error cuando se refiere a los Amigos de Durruti. Este fue un reagrupamiento de verdaderos anarquistas revolucionarios, en oposición al liderazgo de FAI-CNT. Chris resume su posición: “Los Amigos de Durruti, además, proponían la creación de una Junta Revolucionaria compuesta por ellos mismos y otros grupos opuestos a la participación en el gobierno republicano”. Esto quiere decir, según él, que defendían el gobierno de su organización. En absoluto es éste el caso.

En realidad, proponían un concejo nacional elegido por trabajadores desde sus sindicatos y organizaciones de masas. Su programa, “Hacia una Nueva Revolución”, dice: “Constitución de una Junta Revolucionaria o Consejo Nacional de Defensa… los miembros de la Junta Revolucionaria se elegirán democráticamente en los organismos sindicales”. Esto es similar al programa de concejos obreros y campesinos (si bien no tanto, ya que requería el trabajo a través de las estructuras sindicales existentes). Por cierto, querían ser elegidos ellos mismos y otros afines para el concejo nacional, pero lo que proponían era una estructura democrática popular, no un Estado-partidista. Desafortunadamente, era ya demasiado tarde para salvar la Revolución Española.

LECCIONES PARA LOS ANARQUISTAS

En múltiples ocasiones, las revoluciones han parido concejos populares y estructuras similares, para luego ser destruidas por los “líderes” revolucionarios. Hoy en día, los radicales están divididos entre los social-reformistas (quienes creen que la “democracia” requiere que apoyen los Estados burocrático-militares existentes y al imperialismo occidental), y los “revolucionarios” (mayoritariamente Maoístas, Castristas, o nacionalistas), que desean genuinamente derrocar a los Estados existentes –a fin de reemplazarlos por Estados-partido totalitarios. Visualizan a sus respectivos partidos como el nuevo Estado. El anarquismo (o socialismo anti-autoritario), con todos sus problemas, es único en el sentido que posiciona la auto-organización de los oprimidos en el centro de su programa –el centro tanto de su fin último, como de los medios para alcanzar tal fin.

En el curso de una revolución, será necesario un cierto nivel de centralización y represión (a los contrarrevolucionarios declarados), tal es el punto del artículo de Chris. Pero los anti-autoritarios deben usar conscientemente tanta centralización y represión como sea necesario, mientras deben deliberadamente trabajar por mantener las organizaciones comunales tan descentralizadas y radicalmente democráticas como sea posible. Cómo mantener exactamente este equilibrio es un asunto de juicio político, pero no debemos ser ambiguos en nuestra oposición a los Estados-partidistas.


Wayne Price
(Publicado en Love and Rage, Octubre/Noviembre de 1996)
Traducción de José Antonio Gutiérrez D.


Tomado de: www.anarkismo.net

lunes, 30 de marzo de 2009

La Tradición Revolucionaria Anarquista

Nota del Traductor: El siguiente, es un artículo escrito en 1996 por un militante de la red anarquista norteamericana Love and Rage (Amor y Rabia). Es un intento de sistematizar una tradición anarco-comunista, la cual sirviera como base para el desarrollo de una alternativa revolucionaria, clasista y libertaria para el presente. El artículo resume, de manera muy sencilla, algunos de los hitos más importantes en nuestra tradición. Wayne Price, un colaborador de anarkismo.net, entonces, escribió un artículo como respuesta a este, en el cual plantea algunas diferencias y algunas precisiones necesarias (http://www.anarkismo.net/article/12558). Lamentablemente, el hecho de que este autor haya abandonado el anarquismo, ha hecho que muchos compañeros desestimen el indudable interés y valor de este artículo. Pensamos que, independientemente de lo que haya ocurrido con este compañero, este documento tiene méritos de sobra, como podrán juzgar los lectores.

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LA TRADICIÓN REVOLUCIONARIA ANARQUISTA

Durante gran parte de este siglo (ed., XX), la lucha revolucionaria por la liberación humana ha estado bajo la sombra de la victoria Bolchevique en la Revolución Rusa. El colapso del Imperio Soviético en la Europa del Este, la represión al movimiento democrático chino y la derrota electoral de los Sandinistas revelaron la decadencia del marxismo como una supuesta ideología de libertad humana. El consiguiente colapso de gran parte de lo que quedaba de la izquierda marxista, generó una apertura para la renovación del proyecto revolucionario.

El anarquismo revolucionario se refiere al fracaso elemental de la confianza autoritaria del marxismo en el Estado como un instrumento para revolucionar la sociedad. Pero así como el marxismo fue puesto a prueba por la historia, demostrando sus carencias, el anarquismo también ha fracasado en llevar a una liberación humana real. Por esto, creo que debemos prestar atención a esa distintiva corriente de práctica revolucionaria anarquista que ha buscado confrontar estos fracasos históricos del anarquismo.

Parece que Amor y Rabia ha sido frecuentemente definida por nuestro desprecio a las ortodoxias anarquistas. Esto es algo bueno. Si el anarquismo pretende convertirse en un movimiento revolucionario serio, debe desarrollar un nuevo cuerpo de teoría y análisis, y esto requerirá desembarazarse de varios entrañables prejuicios anarquistas. El anarquismo revolucionario del futuro, debiera ser una síntesis viva de todo el pensamiento útil y de las grandes ideas que se encuentran en el curso de la lucha por la libertad humana.

No somos el primer grupo anarquista que nos frustramos por los profundos problemas estructurales del anarquismo. En este sentido, somos parte de algo que puede ser llamado una tradición anarquista revolucionaria –una pequeña pero vital corriente dentro del anarquismo que ha buscado aprender las lecciones de nuestras derrotas, que ha luchado por elevar las políticas anarquistas por sobre el nivel de un ingenuo moralismo, que confrontó frontalmente las contradicciones en el pensamiento anarquista, que luchó por formas más estructuradas de organización, y que buscó desarrollar una estrategia coherente para hacer efectiva la revolución anarquista.

Este artículo es un intento de trazar el curso de esta corriente, a través de un capítulo crucial de la historia anarquista: el período desde la irrupción de la Revolución Rusa en 1917, a la derrota de la Revolución Española en 1937. Sólo me referiré a unas cuantas organizaciones individuales. El tratamiento es necesariamente superficial, pero me ha entregado una cierta guía a través de los precedentes históricos del anarquismo contemporáneo.


MALATESTA

Errico Malatesta participó en variados grupos y luchas, pero su mayor significación fue como agitador y propagandista. Malatesta no rompió con el pensamiento anarquista prevaleciente, llevándolo tan lejos como fue posible sin un completo re-exámen crítico. Por esta razón, sus escritos son un indicador útil de cuán lejos es posible llegar con el pensamiento anarquista clásico, y donde es necesario pasar a nuevo terreno.

Malatesta era decididamente pro-organizacionista y dividía la discusión de la organización en tres partes:

"La organización en general y como principio y condición de la vida social hoy en día y en una sociedad futura; la organización del movimiento anarquista y la organización de las fuerzas populares y, especialmente, de las masas obreras para resistir al gobierno y al capitalismo" (Malatesta, Life and Ideas, p.84, Freedom Press, 1984, Londres).

Malatesta está fundamentalmente preocupado en ofrecer respuestas anarquistas a los problemas concretos del día. Sus escritos no investigan esos problemas empíricamente, sino que explican la aplicación de principios anarquistas en variadas circunstancias. La debilidad básica del pensamiento de Malatesta es su falta de método dialéctico. Sus conclusiones no se basan en la investigación de las condiciones concretas de la sociedad (o del movimiento anarquista), y no se contrastan con los resultados de su aplicación. Mas bien, fluyen de una serie de principios abstractos y si no coinciden con la realidad actual, se nos asegura pacientemente, la realidad, eventualmente, se pondrá al día. Las insurrecciones revolucionarias, al despuntar la Primera Guerra Mundial, expusieron en la práctica las limitaciones de este método. Los anarquistas participaron en muchas de estas insurrecciones, pero los logros más significativos de los anarquistas fueron en Ucrania.


LA MAKHNOVCHINA

La Revolución Ucraniana es un evento seriamente subestimado en la historia anarquista. A diferencia de España, donde más de sesenta años de educación anarquista habían moldeado el pensamiento de gran parte del proletariado y del campesinado español, Ucrania no tenía un movimiento anarquista fuerte, bien organizado, cuando la Revolución de Febrero de 1917 tumbó al Zar ruso, abriendo todo el Imperio Ruso, incluida Ucrania, a las fuerzas revolucionarias contenidas en el descontento de obreros y campesinos.

Luego de tomar el poder en 1917, los Bolcheviques obtuvieron la paz con los Imperios Alemán y Austro-Húngaro mediante el Tratado de Brest-Litovsk, que entregó Ucrania a los imperialistas. El relativamente pequeño movimiento anarquista ucraniano, aprovechó el momento, y constituyó un ejército anarquista revolucionario en torno a un núcleo de partisanos guerrilleros comandados por Nestor Makhnó. El campesinado ya se encontraba tomándose la tierra, sin mayor necesidad de asistencia por parte de los anarquistas. El ejército de Makhnó defendió las conquistas de los campesinos y postulaba la colectivización voluntaria de la tierra, mientras luchaba una guerra de guerrillas en contra de los ejércitos Blancos (contra-revolucionarios) y los ejércitos del imperialismo austríaco y alemán. Sólo cuando ya la Makhnovchina había derrotado a la mayoría de estas fuerzas, el Ejército Rojo Bolchevique se les unió en la ofensiva final. Luego de la derrota final de los contra-revolucionarios, los Bolcheviques se les fueron encima, aplastando al ejército de Makhnó, tomando de nuevo las tierras que habían entregado con el Tratado de Brest-Litovsk.

Makhnó no eximió a los Bolcheviques de sus crímenes, pero correctamente identificó un número de debilidades en el movimiento anarquista que hicieron posible la victoria Bolchevique. Él describió a las organizaciones militares originales de los anarquistas en Ucrania, los “batallones libres”, de la siguiente manera:

"Rápidamente se evidenció que tal organización era impotente para sobrevivir las provocaciones internas de toda clase, dado que, sin un veto adecuado, político o social, recibía a todos los voluntarios, a condición sólo de que estuvieran deseosos de tomar las armas y luchar. Esta es la razón por la cual las unidades armadas establecidas por esta organización fueron traicioneramente enviadas al enemigo, un hecho que les impidió ver más allá su misión histórica en la lucha opuesta a la contra-revolución…

…En todas partes, los requerimientos prácticos de la lucha indujeron a nuestro movimiento a establecer un Equipo operativo y organizativo, para compartir una visión de conjunto sobre todas las unidades de combate. Es debido a esta práctica que me encuentro incapacitado para suscribir a la visión de que los anarquistas revolucionarios rechazan la necesidad de tal Equipo para observar estratégicamente la lucha armada revolucionaria. Estoy convencido de que cualquier anarquista revolucionario encontrándose en las mismas circunstancias en las que yo me encontré en la guerra civil en Ucrania se verá impelido, por necesidad, a hacer lo que nosotros hicimos. Si en el curso de la auténtica revolución social por venir, hay anarquistas que rechazan estos principios organizativos, entonces, en nuestro movimiento tendríamos sólo charlatanes vacíos y masa inerte, elementos perniciosos que serían rechazados en breve." (Nestor Makhnó, “Acerca de la Defensa de la Revolución”.)

Makhnó comprendió que los anarquistas revolucionarios debían operar en el mundo real, en circunstancias imperfectas. Si las ideas anarquistas querían significar algo, debían aplicarse a las luchas del día. Y si eran inadecuadas para las tareas de la lucha, entonces, necesitaban ser modificadas.


LOS PLATAFORMISTAS

La victoria Bolchevique en Rusia dió a sus políticas autoritarias un enorme prestigio entre la gente de ideas revolucionarias en todo el mundo. Grandes secciones del movimiento anarquista se pasaron al Bolchevismo. Y no fueron, necesariamente, los peores elementos los que se cambiaron de bando, tampoco. En muchos casos, los anarquistas que permanecieron fieles a sus principios fueron de lo más descuidados en hacer el anarquismo relevante para la mayoría de la humanidad. Fuera de España y América Latina, donde el carácter de masas del movimiento anarquista retrasó este proceso, el anarquismo fue rápidamente reemplazado por el Bolchevismo. Frente a la hegemonía Bolchevique, el movimiento anarquista se volvió crecientemente sectario y peculiarmente reticente a los desafíos impuestos a la ortodoxia teórica.

Luego de la derrota a manos del Ejército Rojo, Makhnó y muchos de sus camaradas rusos y ucranianos fueron forzados al exilio en la Europa occidental. En ella, encontraron el mismo dogmatismo y desorganización que había condenado a los anarquistas en la Revolución Rusa.

Makhnó y sus camaradas en el exilio, buscaron aplicar las lecciones políticas que habían extraído de su experiencia y crear una nueva clase de organización revolucionaria –una capaz de realizar las profundas tareas organizativas involucradas en llevar adelante la revolución a la victoria. Su llamado a la formación de tal organización, fue un documento titulado “La Plataforma Organizativa de los Comunistas Libertarios”. Publicada en 1926, rápidamente se convirtió en objeto de controversia en el movimiento anarquista. Al leer sus párrafos iniciales, no es difícil comprender por qué:

"Es muy significativo que, pese a la fortaleza e indiscutible carácter positivo de las ideas libertarias, y pese a la rectitud e integridad de las posiciones anarquistas al enfrentar la Revolución Social, y finalmente, al heroísmo e innumerables sacrificios de los anarquistas en la lucha por el comunismo libertario, el movimiento anarquista permanece débil pese a todo, y ha aparecido, con mucha frecuencia, en la historia de la lucha de clases como un pequeño evento, un episodio, y no un factor importante.

Esta contradicción entre lo positivo y la indesmentible substancia de las ideas libertarias, y el estado miserable en el que el movimiento anarquista vegeta, tiene su explicación en un número de causas, de las cuales la más importante, la principal, es la ausencia de principios y prácticas organizativas en el movimiento anarquista".


Y la introducción continúa:

"Está, pese a todo, más allá de toda duda que esta desorganización se deriva de algún defecto en la teoría: notablemente, de una falsa interpretación del principio de individualidad en el anarquismo; confundiéndose esta teoría muy frecuentemente con la ausencia de toda responsabilidad. Los amantes de la afirmación del “ego”, sólo con una visión del placer personal, obstinadamente se aferran al estado caótico del movimiento anarquista, y se refieren en su defensa a los inmutables principios del anarquismo y a sus profesores".

Si las palabras de la Plataforma nos parecen certeras aún hoy en día, es sólo porque no fueron escuchadas cuando primero aparecieron impresas. La Plataforma consiste de tres secciones. La primera, o sección “General”, es la exposición básica de del pensamiento anarquista revolucionario, en lo concerniente al proceso de la revolución. La segunda sección, “Constructiva”, elabora un programa anarquista de re-organización de la industria, de la agricultura, y del consumo. Esta sección también se refiere a la cuestión de cómo las conquistas de la revolución serán defendidas por un ejército revolucionario. La sección final, “Organizativa”, llama a la creación de una “Unión General de Anarquistas” en base a cuatro principios organizativos:

1. Unidad Teórica
2. Unidad Táctica o Método de Acción Colectivo
3. Responsabilidad Colectiva
4. Federalismo

La Plataforma fue ampliamente atacada en el movimiento anarquista en términos que serían familiares a quienes han seguido las controversias en torno a Amor y Rabia . Los Plataformistas fueron acusados de ser cripto-leninistas y de pretender dominar a todo el movimiento anarquista en su esfuerzo por construir una organización efectiva. Los plataformistas fueron empujados a los márgenes del movimiento anarquista y sus esfuerzos por construir tal organización fracasaron.

Los plataformistas, obviamente, sobreestimaron el potencial para ganar a la mayoría de los anarquistas para sus posiciones. Dada la profundidad de sus críticas, debieron haber comprendido que, al menos, podían atraer a una minoría del movimiento anarquista a sus posiciones. Al amarrar su proyecto al hecho de ganar a la mayoría de los anarquistas, lo condenaron al fracaso.

Los plataformistas también fracasaron en desarrollar un análisis coherente del imperialismo y de la profunda influencia que sus desigualdades globales tendrían en el proceso de la revolución mundial. Consecuentemente, su programa político y su comprensión de la lucha de clases aparece hoy como demasiado simplista. Pero su crítica de los fracasos organizativos del movimiento anarquista y su llamado a tomar las medidas necesarias para corregir esos fracasos, no han perdido para nada su resonancia. Sus principios organizativos son simples e inteligentes, pero son una daga que atraviesa el corazón del pensamiento anti-organizativo en el anarquismo.

Trágicamente, los plataformistas prácticamente no tuvieron influencia en el movimiento anarquista español. Cuando los anarquistas españoles se encontraron en una situación revolucionaria, estaban considerablemente mejor posicionados que sus contrapartes rusas y ucranianas para dar a la revolución un carácter libertario. Pero al final, fracasaron por muchas de las mismas razones. La Revolución Española ofreció la mejor oportunidad a los anarquistas. El fracaso de los anarquistas españoles para aprender las lecciones de las experiencias rusa y ucraniana antes de que fuera demasiado tarde, es, quizás, la más grande tragedia en la historia del movimiento anarquista.


LA FAI

La Federación Anarquista Ibérica (FAI) fue fundada en 1927. Nació en respuesta al creciente potencial revolucionario de España y a ciertas contradicciones en el seno del movimiento anarquista español. Hasta la formación de la FAI, la principal forma organizativa del movimiento anarquista en España era la Confederación Nacional del Trabajo (CNT). La dictadura del General Primo de Rivera había quebrado a la CNT. Bajo estas condiciones de represión, poderosas tendencias hacia el reformismo se hicieron valer entre el disperso movimiento anarquista. La FAI agrupó a los revolucionarios más militantes y determinados en España. La FAI se componía de pequeños grupos de afinidad federados localmente, regionalmente y nacionalmente (incluyendo también a grupos portugueses y de exiliados en Francia). Cuando la CNT se reorganizó en 1928, la FAI llegó a ejercer una influencia dominante en su orientación. Mientras a la FAI la constituían las fuerzas más revolucionarias en el movimiento anarquista, éstas no estaban unidas en torno a ningún tipo de programa coherente. Mas bien, estaban unidas por su oposición a cualquier clase de colaboración con las fuerzas reformistas.

Los principios organizativos de la FAI estaban en completa oposición a aquellos que proponían los Plataformistas. Había muy poca responsabilidad colectiva, cuyo resultado fue que las acciones de los miembros más irresponsables dieran el tono a todo el resto de la organización. La FAI estuvo involucrada en una serie de heroicas, pero abortadas, insurrecciones. Esto fue, en parte, consecencia de la ausencia de algún mecanismo para rendir cuentas en el interior de la FAI. Cualquier grupo local, con suficiente fervor, podía tomar la acción y arrastrar al resto del movimiento tras de sí, sin importar los resultados. Esto fue evidente en el período de 1932-1934, que vió a una serie de insurrecciones llenar cementerios y prisiones con anarquistas. La eventual expiración del impulso insurreccional, de cara a una abrumadora represión, sentó las bases para la generalizada participación anarquista en las elecciones de Febrero de 1936, con la esperanza de que el Frente Popular liberará a todos los anarquistas encarcelados durante este período. Esto nos enseña como la ultra-militancia irresponsable puede preparar el terreno al reformismo.

En oposición a Malatesta, quien argumentaba que los sindicatos no debían ser ideológicamente sectarios, a fin de atraer la más amplia participación de la clase obrera, la FAI se declaraba en favor de sindicatos explícitamente anarquistas, porque “la unidad de la clase obrera no es posible”. La existencia de una general simpatía por el anarquismo en el proletariado y campesinado español, hizo posible construir un sindicato de masas explícitamente anarquista como la CNT, pero la misma existencia de la FAI revelaba las contradicciones involucradas en tal sindicato.

Malatesta argumentaba que la necesidad de satisfacer las necesidades diarias de sus miembros bajo el sistema existente, ejercía una influencia conservadora sobre los sindicatos, independientemente de sus orígenes o de su afirmación de objetivos radicales. La experiencia de la CNT previa a la fundación de la FAI confirmó esta posición. En efecto, la FAI constituía la organización de los elementos más avanzados que lucharon por (y ganaron) las políticas revolucionarias al interior de la CNT.

Los oponentes de la orientación revolucionaria de la FAI le atacaron por dominar el sindicato. La FAI se resistía a tal caracterización de su rol al interior de la CNT y, ciertamente, miembros que no pertenecían a la FAI fueron, frecuentemente, influyentes, pero un exámen honesto sobre la FAI debe reconocer su función de liderazgo en el seno del movimiento anarquista español.

Mientras la FAI estaba, indudablemente, compuesta por muchas de las figuras revolucionarias anarquistas más comprometidas en España, fallaron en darse coherencia en torno a una estrategia hasta que ya fue demasiado tarde. Las conferencias y plenos de la FAI eran dominados por discusiones sobre las cuestiones organizativas más elementales. Las resoluciones políticas son desesperantemente vagas y sujetas al más amplio rango posible de interpretaciones. Cuando una situación revolucionaria les cayó encima, estaban completamente mal preparados para las difíciles opciones involucradas.

El 19 de Julio de 1936, la CNT realizó una Huelga General revolucionaria en respuesta al golpe militar fascista. Se les unieron, en diversos grados, los sindicatos socialistas (la UGT) y los partidos políticos de la izquierda. En Cataluña, el levantamiento revolucionario fue tan cabal y la predominancia anarquista en él estaba tan fuera de disputa, que el 20 de Julio, Luis Companys, el presidente del semi-autónomo gobierno de Cataluña, llamó a los líderes de la CNT y de la FAI y les ofreció su renuncia. Los líderes de la CNT y de la FAI declinaron el ofrecimiento, declarando que no querían establecer una “dictadura anarquista y confederal”.

En este preciso momento, encontramos que se destila la histórica abdicación anarquista de la responsabilidad política. El movimiento anarquista no tenía razones para esperar que se le presentase una mejor oportunidad para reorganizar la sociedad sobre bases libertarias que aquella que se le presentó el 20 de Julio de 1936. Si bien el apoyo a la CNT no era universal, claramente tenían la fidelidad de la mayoría de las clases oprimidas en Cataluña. Habían creado una situación de poder dual en el Estado capitalista. Pero el poder dual no es un fin en sí mismo, es una condición bajo la cual existe la oportunidad de aplastar el viejo poder y de reemplazarlo con una nueva organización social. Las situaciones de poder dual son inherentemente insostenibles. Tarde o temprano, el viejo o el nuevo poder aplastarán el uno al otro. La consecuencia del miedo de la CNT y de la FAI a ser parte de una “dictadura anarquista” fue que se encontraron pronto bajo una dictadura de la pequeñoburguesía y del Partido Comunista, y luego, bajo Franco.

Fue sólo cuando el momento revolucionario ya había pasado y cuando el Estado español ya se había reorganizado con la generosa asistencia de Moscú, que la FAI reconoció que necesitaba reorganizarse en concordancia con su rol real. En Julio de 1937, la FAI se reorganizó con claros estándares de militancia basados en el acuerdo con una orientación política común. Los grupos de afinidad fueron despojados de cualquier “rol oficial en la nueva organización de la FAI” y el voto por mayoría simple fue introducido para evitar que grupos pequeños obstruyeran el trabajo de la organización como un todo. Pero la nueva declaración política de la FAI era, nuevamente, desesperanzadoramente vaga y la organización ya estaba fundamentalmente comprometida por su participación en el gobierno Republicano y por su traidor llamado al cese al fuego durante las “Jornadas de Mayo” en Barcelona dos meses antes.


LOS AMIGOS DE DURRUTI

El fracaso de la FAI para proveer de un liderazgo revolucionario, pese a las profundas y poderosas aspiraciones revolucionarias de los campesinos y obreros españoles creó un vacío político. Una organización que intentó llenar ese espacio fueron los Amigos de Durruti, que tomaron su nombre del comandante miliciano anarquista, Buenaventura Durruti.

Uno de los aspectos centrales en la Revolución Española fue el intento de incorporar las milicias en un nuevo ejército regular republicano. Gran parte de este ímpetu por la militarización provenía del Partido Comunista, el cual, en virtud a sus conexiones con la Unión Soviética, estaba preparado para dominar la comandancia de tal ejército. Finalmente, la mayoría de las milicias anarquistas fueron, o bien incorporadas en el nuevo ejército, o bien quebradas por éste. Uno de los grupos que resistieron la militarización fueron las milicias del frente de Gelsa. En lugar de unirse al ejército, retornaron a Barcelona y se constituyeron como los Amigos de Durruti.

En Mayo de 1937, se desató la lucha callejera entre los anarquistas y los comunistas, en respuesta a los esfuerzos de los comunistas por quitar el intercambio telefónico en Barcelona de manos de los anarquistas. Los obreros anarquistas iniciaron una huelga general en desafío al liderazgo de la CNT y de la FAI. Los Amigos de Durruti jugaron un rol central en los eventos de Mayo de 1937 en Barcelona, llamando a las fuerzas anarquistas a mantener sus barricadas cuando los líderes de la CNT estaban predicando conciliación con los comunistas.

Luego de estos eventos, los Amigos de Durruti publicaron un cuadernillo, “Hacia una Nueva Revolución”, en el que analizaban la derrota de la Revolución Española y adelantaban propuestas para su regeneración. A diferencia de los anarquistas de hoy, que ven a las milicias españolas como el modelo de la organización militar anarquista, los Amigos de Durruti las habían visto en acción y proponían, en oposición al Ejército Republicano o a un exclusivo respaldo en las milicias, un Ejército Revolucionario:

"Ante el problema de la guerra somos partidarios de que el ejército esté absolutamente controlado por la clase trabajadora. No nos merecen la menor confianza los oficiales procedentes del régimen capitalista. Se han producido numerosas deserciones y la mayoría de los desastres que hemos encajado es debido a traiciones evidentes de los mandos. Y por lo que atañe al ejército, propugnamos por un ejército revolucionario y dirigido exclusivamente por los trabajadores; y en el caso de emplear algún oficial ha de estar bajo un control riguroso".

Los Amigos de Durruti, además, proponían la creación de una Junta Revolucionaria compuesta por ellos mismos y otros grupos opuestos a la participación en el gobierno republicano. También dieron pasos tentativos para alinearse con las fuerzas anti-colonialistas de Marruecos. Como las tropas estacionadas en Marruecos constituían la base de la insurrección fascista, la cuestión del apoyo a la independencia marroquí resultaba crucial. Este anti-imperialismo tentativo es indicativo de la determinación de los Amigos de Durruti de confrontar las debilidades de la teoría anarquista.


CONCLUSIÓN

Los Amigos de Durruti continuaron operando incluso tras la derrota final de la República por los fascistas, pero como análisis final, su iniciativa, claramente, llegó demasiado tarde. Como la Makhnovchina antes que ellos, sólo comprendieron la necesidad de una clase diferente de organización revolucionaria anarquista como resultado de una amarga derrota. Sus esfuerzos abortados de crear tal organización, no llegaron los suficientemente lejos como para ofrecernos una guía hoy en día. Lo que sí nos ofrecen, sin embargo, es un ejemplo desesperadamente necesario de anarquismo revolucionario que confronta sus errores frontalmente, creando formas nuevas en respuesta a nuevas condiciones.

Una simple lección de las experiencias discutidas aquí es que el intento de construir una organización revolucionaria anarquista seria encontrará, inevitablemente, la hostilidad de muchos sectores, incluso de muchos anarquistas sinceros. Sólo se puede esperar que se unan en tal esfuerzo una minoría de los activistas más serios y comprometidos. Y sólo en el contexto de un levantamiento social profundo, la importancia de su extenso período organizativo y de preparación política se clarificará. Sólo en el curso de la lucha por construir tal organización podemos esperar confrontar colectivamente y superar los errores del pasado.



Christopher Day
(Publicado en Love and Rage- Agosto/Septiembre, 1996)
Traducción de José Antonio Gutiérrez D.


Tomado de: www.anarkismo.net

BID: Violador de los derechos de los pueblo



BID - Una deuda que adivina ¿quién va a pagar?.

domingo, 29 de marzo de 2009

[Grecia] Últimas Acciones

Atenas: Unos siete policias, mientras estaban haciendo patrulla por el centro de Atenas, recibieron el ataque por unxs 50 anarquistas. Un policia resultó herido y fue transladado al hospital, mientras el mismo grupo siguó destrozando la fachada del Banco Nacional en la calle Eólu.


28-03-´09, Barrio de Gkísi (Atenas): Manifestación de varias centenares de vecinos del barrio de Gkízi contra las antenas de telefonía móvil, tuvo como resltado la "desactivación" de una antena de la compañia Cosmote.

Barrio de Néa Filadélfia (Atenas): Vecinos del barrio de Néa Fiadélfia ocuparon un edificio vacio que pertenece al ayuntamiento para convertirlo en un Centro Social Autogestionado.

Ciudad de Ioánina: Manifestación antifascista con la participación de cerca de 200 personas. Durante el recorrido se hicieron varias pintadas y se estropearon cajeros automáticos.

Ciudad de Sérres: Ataque al Banco Nacional. Cajero automático quemado y la entrada del banco destruida.

Ciudad de Tesalónica: El día 23-03 y 25-03, se realizaron ataques a varias sedes de partidos politicos que provocaron grandes daños materiales. Concretamente las sedes de: Nueva Democracia, del PASOK, del K.K.E (Partido Comunista), SYRIZA (coalición de izquierda) y LAOS (extrema derecha).


A las una de la madrugada, unas 15 personas atacaron al concesionario de Jaguar en el barrio Ateniense de Jalándri, con cócteles molotof. Cuatro coches resultaron totalmente quemados, y varios "sufrieron" daños materiales. En Tesalónica, n grupo atacó al Banco Millennium con cócteles molotof.


Ciudad de Iráklio (Creta): Se ha ocupado la Basílica de San Marcos en el centro de Irálio, para alojar las jornadas solidarias que organiza la Asamble de Insurrectos de Iráklio.









Por: Grecia-Libertaria

El retorno de Prometeo

Sobre la revuelta griega y su significado

[Este texto fue escrito a finales del año pasado, pocas semanas después del asesinato de Aléxandros Grigorópulos. En un principio se descartó su publicación por diversas razones, siendo utilizado como documento de discusión interna y movido entre amigos y compañeros. Ahora lo hacemos público, con algunas modificaciones y añadidos que tratan de actualizarlo y adecuarlo a la situación presente, si bien se apreciará que todo lo sucedido en estos primeros meses del año 2009 está tratado de forma mucho más ligera, por lo cual pedimos disculpas.

Lo que nos lleva a hacer público este texto precisamente ahora es que consideramos que podría ser de utilidad ante la ausencia (pasado ya un cierto tiempo) de un análisis en profundidad y de largo recorrido de lo sucedido en Grecia. Quizás nuestro análisis no sea el más correcto, pero creemos que, a pesar de sus deficiencias, puede ser útil para abrir un debate que se ha postergado demasiado tiempo, al menos en el plano público. Hay que profundizar en la crítica si queremos ser algo más que espectadores pasivos.

Queremos destacar también el trabajo incansable y elogiable de tantos y tantas que han actualizado puntualmente la información sobre Grecia, traducido textos, realizado charlas, organizado acciones y colaborado en la solidaridad con los compañeros griegos. A todos ellos les reconocemos un gran valor y de su trabajo se nutre este texto. Pero creemos que es necesario un esfuerzo más. Tenemos que extraer todas las consecuencias posibles de lo que está sucediendo en Grecia y evitar caer en errores demasiado comunes como preocuparnos más por las siglas y los ismos que por lo que está ocurriendo.]

- I -

Uno de los mitos griegos más interesantes, en relación directa a la verdad que contiene, es el que tiene por protagonista al titán Prometo, el gran "benefactor" de la humanidad. Ante el poderoso dios Zeus, Prometeo sacrificó un buey, dividiéndolo en dos partes: en una colocó la carne, la piel y las vísceras, ocultándolas dentro del vientre del animal; en la otra puso los huesos, que cubrió de grasa. Prometeo dio a elegir a Zeus la parte que más le satisficiese y éste eligió los huesos, pensando que eran la parte más sabrosa. A partir de entonces los hombres quemaron los huesos como sacrificio y pudieron comerse la carne y cubrirse con las pieles. Burlado, Zeus castigó a los hombres privándoles del fuego. Pero Prometeo volvió a ejercer de benefactor de la humanidad y robó el fuego del Olimpo para llevárselo de nuevo a los hombres.

Con su gesto, Prometeo da inicio, en el plano mítico, a la civilización y la historia en cuanto tales, liberando al ser humano del miedo primordial (fundamento y origen de la religión) y de los límites que le imponía su condición animal. Prometeo es, por tanto, el héroe civilizador por excelencia, un personaje que aparece, con las evidentes diferencias, en la mayoría de religiones y culturas. Prometeo encarna la figura del rebelde, del desacralizador, aquel que «quiere comunicar a los hombres todos los bienes reservados a los dioses»[1]. Pero el componente utópico y liberador de lo civilizatorio, esa «religión de la liberación humano-rebelde»[2] inaugurada simbólicamente por Prometeo, se tuerce en algún momento, transformándose el sueño emancipador de la civilización en la pesadilla de la dominación.

A finales del año pasado, una revuelta como no se conocía desde hace tiempo en la vieja Europa estalló en Grecia. Aunque atenuado respecto a los sucesos de diciembre, el fuego de la rebelión aún no ha podido ser extinguido. Es como si Prometeo se hubiese acordado otra vez de los hombres y acudiese de nuevo a protegerles y a beneficiarles, guiando con su antorcha a las miles de personas que se han rebelado en Grecia contra un mundo que perdió la razón, contra un mundo en el que la esclavitud de los hombres por los dioses (no ya los del Olimpo, sino los de la Economía, el Estado, el Progreso, la Mercancía y el Espectáculo) es tan brutal o más que en épocas míticas. Prometeo regresa para traernos la civilización, algo que los hombres perdieron en algún momento y que dista mucho de la civilización mecánica, artificial, consumista y alienante en la que sobrevivimos. El fuego prometeico ha de purificarlo todo, pero su acción no ha de ser el fin, sino el medio para alcanzar una auténtica civilización.

Esta alusión al mito de Prometeo no es una mera frivolidad literaria o, mucho peor, un soliloquio erudito y pedante. Si sacamos el mito de Prometeo del basurero de la historia es por el potencial utópico e inspirador que tiene. Creemos que lo que está ocurriendo en Grecia es de una importancia vital, más allá de la que muchos quisieran que tuviese. Estamos ante una crisis (todavía no sabemos cuán profunda) de la civilización capitalista, crisis que puede ser superada, reforzando entonces todos los males a que nos somete y trayendo otros nuevos, o bien puede conducir al fin de esta civilización trayendo una nueva. Depende de nosotros, de nuestra fuerza colectiva, de nuestra capacidad de contagio, lo que suceda. O bien una revolución desde arriba para que todo permanezca igual o bien la transformación revolucionaria de la civilización y de la propia condición humana.

En este sentido es en el que queremos entender lo que está sucediendo. El fuego griego ilumina nuestras esperanzas y trae de nuevo ante nosotros la utopía concreta, a la que podemos volver a acariciar el rostro. Quizás nuestras esperanzas estén infundadas, quizás soñemos con los ojos abiertos, quizás nuestros vientres hinchados no nos dejen ver la realidad, ésa que nos repiten que es la única posible, pero algo está ocurriendo, aunque a muchos les pese (especialmente a los izquierdistas de todo ralea, molestos porque los hechos no se acomoden a sus podridas ideologías y les pasen por encima). Y no es que caigamos en el optimismo absurdo (que sólo sería ilusorio, estúpido y contraproducente) de pensar que una revolución está triunfando en Grecia y que a partir de allí se extenderá y nos traerá la libertad como por arte de magia o por la gracia del mítico Prometeo. No somos imbéciles. Si creemos tan importante lo que sucede en Grecia es porque pensamos que su ejemplo es valioso y que inaugura una nueva época. Una nueva época que no será épica ni gloriosa, sino dura, fea, brutal en muchos aspectos, pero en la que nos lo habremos de jugar todo una vez más. Ésa es la importancia que atribuimos a lo que hoy sucede en Grecia. Y para extraer de estos hechos todo su significado creemos que hay que clarificar algunas cosas, evitando caer en la mera exaltación de la revuelta o en los tópicos derrotistas una vez su fuego comience a extinguirse (lo que posiblemente ya está sucediendo). Hay que derribar el manto de mentiras y ocultaciones que se ha tejido para que nada se sepa y nada se pueda hacer más que contemplar, como meros espectadores, el humo de un incendio del que no se alcanza a ver su origen. Hoy más que nunca hay que exigir y realizar la comunicación directa y denunciar y combatir toda falsificación, toda distorsión y toda mistificación. Es demasiado lo que nos jugamos.

- II -

Así pues, ante los sucesos acaecidos en Grecia en las últimas semanas del año 2008 creemos que es necesario profundizar en el análisis y extraer consecuencias que superen el episodio concreto y nos permitan aprender, reforzarnos y rearmarnos cara a una lucha que ha de ser sin tregua. En primer lugar creemos que ha de hacerse frente a la maquinaria propagandística que, fiel a su verdadera esencia, no ha hecho otra cosa que organizar la ignorancia de lo que ocurrió y de lo que sigue ocurriendo en Grecia, presentando a los miles de griegos que salieron a las calles como «elementos extremistas», delincuentes, alborotadores al margen de la sociedad y a su lucha como una «revuelta antisistema irresponsable, violenta y desprovista de significado»[3]. Mientras, la izquierda chocheante posestalinista hacía lo que mejor sabe hacer: confundir, señalar y ponerse en la primera línea de la defensa del orden establecido[4]. Más adelante entraremos de lleno en la cuestión de la violencia y en su significado, pero antes creemos que debemos empezar por situar los hechos en su contexto, hablando de lo que estaba sucediendo en Grecia antes de la muerte de Alexandros.

Desde hace varios años Grecia vive una situación de gran agitación social, con un movimiento revolucionario que posee una fuerza como no se conoce hoy seguramente en ningún otro lugar de Europa[5] (si bien reducido respecto a lo que podría ser cualquier movimiento revolucionario en épocas más combativas y gloriosas) y que ha puesto en jaque al Estado griego, gobernado por la corrupción, el nepotismo, la brutalidad y el crimen, algo común a todos los Estados, es cierto, pero quizás en una proporción más evidente y humillante que en otros sitios. Contra ese movimiento se ha desplegado la mano dura del Estado, tanto en su versión legal como la paramilitar. Han sido numerosos los ataques (quema de centros sociales, palizas, represión, montajes policiales) durante los últimos años a grupos y personas vinculadas a la lucha anticapitalista por parte tanto de la policía como de grupos organizados de extrema derecha (consentidos y alentados por el poder). Por poner sólo un ejemplo, en junio del año 2008 una mujer moría en el curso de una manifestación en Corfú en contra de la construcción de un vertedero a las afueras del pueblo de Lefkimí tras ser arrollada por una moto. La conducía un chico que tras ser golpeado brutalmente por un policía perdió el control de la moto y fue a chocar contra la mujer. La policía lo negó y dijo que el "accidente" se produjo porque el suelo estaba resbaladizo ya que los manifestantes habían arrojado gasolina. Las imágenes tomadas en el acto desmentían esa "justificación". La lucha se intensificó después del verano. El 17 de noviembre, coincidiendo con el aniversario de la caída de la dictadura, cientos de presos griegos se pusieron en huelga de hambre para denunciar la grave situación de hacinamiento, falta de higiene y malos tratos en las cárceles griegas y la condición de "detenidos temporales" (una carambola legal que permite tener detenida a una persona sin juicio durante 18 meses) de al menos un tercio de todos los presos del país. A finales del mes de noviembre otra huelga de hambre sacudió la sociedad griega, en este caso se trataba de varias decenas de inmigrantes sin papeles que pedían que su situación en el país fuese legalizada tras haber pagado ya por los trámites burocráticos necesarios para ello, sin que el Estado hubiese hecho otra cosa más que guardarse el dinero y seguir hostigándoles y deteniéndoles. Éstas y otras movilizaciones han contado con un gran apoyo entre la población, en especial entre los jóvenes[6]. Es en este contexto social y político, unido a la grave crisis económica, en el que se inscriben los hechos del 6 de diciembre, cuando el joven Alexandros fue asesinado cobardemente por un policía de un tiro directo en el pecho.

El asesinato de Alexandros levantó a todo el país. Una ola de manifestaciones, disturbios, enfrentamientos con la policía, ocupaciones de edificios y huelgas lo ha recorrido de punta a punta. Grecia empezó a arder, todavía hoy sigue encendida la mecha, aunque los apagafuegos de toda clase hayan intentado hacer como si ya nada ocurriese.[7] Las llamadas a la calma no sirvieron para mucho, los intentos de recuperación de las revueltas por parte de los sindicatos y partidos de izquierda no han servido esta vez, la represión y los ataques combinados de policía y extrema derecha fueron y son respondidos por miles de personas en las calles. La situación que se estaba viviendo desde hace meses en Grecia ha explotado. Porque, a pesar de las mentiras que repiten los medios una y otra vez, "este alzamiento no es sólo una respuesta en honor de Alexandros"[8], es algo más. Muchos han descubierto que se trata de una cuestión de vida o muerte y han optado por la vida. Sólo el agotamiento y la inercia podrán minar la moral de los revolucionarios griegos, sólo la represión "legal" y paralegal podrá asesinar el espíritu revolucionario[9], sólo ahogando su voz se impedirá que otros se unan a la revuelta, sólo si se les reduce a la soledad podrán ser derrotados. Por desgracia es posible que eso ya haya ocurrido o al menos está ocurriendo. Sin embargo, la experiencia que está teniendo lugar en Grecia, aunque mitigada, sigue siendo el mayor exponente de la guerra social en los últimos treinta y su ejemplo y valor, si somos capaces de analizarlo con frialdad y de aprender de sus virtudes y sus errores, puede ser el germen de una nueva época. Estaremos traicionando a nuestros hermanos griegos y estaremos condenándonos a nosotros mismo si no somos capaces de proyectar y amplificar la revuelta griega a escala mundial.

- III -

Las primeras semanas tras la muerte de Alexis todos los periódicos y telediarios llevaban en sus primeras páginas y titulares las imágenes de los disturbios. ¡Violencia!, gritaban. Sí, hay un hálito violento en lo sucedido en Grecia, no vamos a ser nosotros los que lo neguemos, todo lo contrario, reivindicamos esa violencia. Porque es una violencia que responde al derecho de legítima defensa ante la violencia ejercida por el Estado y la Economía, que no se para ante nada (ni la vida humana, ni la del propio planeta) y que es la única admitida y admisible. Bombardear poblaciones enteras en Iraq o en cualquier otro lugar por intereses geoeconómicos, condenar al hambre a medio mundo para maximizar beneficios, provocar enfermedades mortales al alterar por intereses económicos la cadena alimentaria (¿alguien se acuerda del "mal de las vacas locas"?), poner en peligro a millones de personas con su energía nuclear y sus aceleradores de partículas (¿y de Chernóbil?), arrasar el planeta hasta el punto de poner en riesgo la vida entera, por no hablar de la violencia cotidiana a la que todos somos sometidos. Por supuesto, para ellos esto no es violencia. Pero para nosotros es una violencia intolerable, equiparable a la de los campos de exterminio nazis, una violencia travestida a menudo de humanitarismo pero que acaba cada año con la vida de miles de personas y que deja secuelas en forma de heridas y enfermedades, tanto físicas como psicológicas en millones de personas y, como tal, una violencia que hay que combatir con todas las armas y con todo el derecho, porque tenemos la razón y el derecho de nuestro lado[10].

Lo que se ha puesto en práctica en Grecia es una crítica de la violencia, una violencia que trata de suprimir la violencia, esto es, los mecanismos de dominación del Estado y de los intereses capitalistas. No es una violencia que aspire a suspender el derecho, condición previa para instaurar un nuevo derecho, es decir, un nuevo Estado, sino una violencia que aspira a suprimir el derecho, que busca, por tanto, abolir la mayor de las violencias, aquella que ejerce el Estado. Es por ello que esa violencia es temida por el poder, puesto que no lo acepta como interlocutor, sino que lo niega, atacando su esencia y poniendo en cuestión su propia existencia[11]. Y por ello ha de ser combatida por todos los medios. Periodistas, políticos, expertos y policías claman histéricos, cada uno interpretando a la perfección su papel: que nada se sepa de lo que ocurre, que ninguna conclusión pueda extraerse, que nadie pueda soñar con tomar su propia vida en sus manos y, si a pesar de todo, algunos lo intentan, cortar de raíz ese mal, acabar con esa insoportable arrogancia de querer cambiar esta sociedad. Ante todo evitar que lo que sucede en Grecia se extienda, que nos contagie el espíritu de la libertad. Y esa violencia revolucionaria se ha expresado por medio del fuego y las piedras, pero también, y quizás esto sea más importante aunque menos espectacular, a través de la transformación de las relaciones sociales y de la vida que está teniendo lugar y que, a pesar de los pesares (no tenemos porqué compartir la totalidad de esas experiencias), supone la mejor lección que nos ha dado la revuelta griega. Y por ello es combatida con todas las armas por el Estado griego y silenciada y ocultada al resto del mundo[12].

Y es que se puede protestar por la muerte de Alexis como dijo el primer ministro griego Costas Caramanlis, incluso pedir responsabilidades a quienes le asesinaron, pero lo que no se puede, desde luego, es poner en cuestión el orden de las cosas, atreverse a pensar que puedan ser de otra forma y, mucho menos, tratar de cambiarlas. Por eso repiten una y otra vez que hay que aislar a los violentos. Pero los violentos les contestan con el mayor descaro y les devuelven la pelota señalando la verdadera violencia, aquella a la que somos sometidos todos los días, la del trabajo asalariado, la que impone la Economía y ejerce el Estado y todos sus mecanismos de represión y señalan a los responsables de mantenerla: "sindicalistas, partidos políticos, curas, perdiodistas y empresarios"[13]. Los medios hablan de miles de millones de euros en pérdidas directas (destrozos) e indirectas (absentismo laboral, ocupaciones, paralización de la economía), un gigantesco potlach como hacía tiempo que no se veía, la negación de la economía y la afirmación de la vida, de la comunicación, de la experiencia, de la libertad, realizadas codo a codo y mano a mano, sintiendo el aliento en las calles de otros miles de desconocidos que han dejado de serlo para convertirse en hermanos. Son ya varios los ayuntamientos y edificios públicos que han sido ocupados (desalojados y reocupados en algunas ocasiones) en los que los vecinos, reunidos en asamblea, deciden por sí mismos, realizando la comunicación y la democracia directas y reales. Mero utopismo ladrarán algunos con desprecio. Anticipación utópica de una auténtica sociedad libre y de iguales que todavía está por llegar, pero que indudablemente se puede construir y que está ya en muchas cabezas, decimos nosotros.

Los objetivos a atacar no pueden haber sido mejor seleccionados: policías y comisarías, edificios oficiales, grandes centros comerciales, locales de los sindicatos, medios de comunicación. Algo muy distinto de la visión que continuamente tratan de presentar los medios de comunicación, empeñados en dar una visión distorsionada de la realidad en la que grupos de alborotadores y violentos se enfrentarían al resto de la población destruyendo sus comercios y casas, amenazándoles y atemorizándoles. Evidentemente son muchos los que están en contra de la revuelta, no nos vamos a engañar, pero también son muchos los que la apoyan activamente o, al menos, la comprenden y respetan a los que participan en ella, como el presidente de la Asociación del Pequeño Comercio de la ciudad de Patra, que en una entrevista en televisión defendió a los "violentos" y denunció que quienes destrozaban los escaparates de los pequeños comercios eran los antidisturbios al lanzar piedras contra los manifestantes[14]. Se ha creado una pequeña (a veces gran) solidaridad entre los anarquistas y el resto de la población, quizás lo más difícil de conseguir, porque implica mirar a nuestros vecinos como algo más que como alienados, implica considerarles compañeros de miserias, potenciales aliados, camaradas que sufren igual que nosotros y con los que hay que contar si de verdad se quiere acabar con este podrido mundo. Sólo entonces las palabras se transforman en hechos, como en Tesalónica, donde una colecta organizada por jóvenes anarquistas recaudó 13.000 euros para una señora de 74 años a la que se había quemado su pequeño kiosko. Algunos pueden objetar que eso nos aleja del objetivo de abolir el dinero y la propiedad privada, pero las palabras de la señora «Sólo he recibido promesas vacías (del estado) ... me siendo muy afortunada de que estos chicos hayan venido a ayudarme»[15] y el ejemplo de solidaridad a todo el mundo es algo que no puede borrarse, es algo que ya merece la pena y es una piedra, pequeña, pero de gran importancia en la construcción de unos lazos sociales que son los que pueden hacer posible que una revolución triunfe. Algo empieza a cambiar cuando los "buenos ciudadanos", lejos de creerse las mentiras del Estado, las rebaten. Algo empieza a cambiar cuando los ancianos que antes temían a los jóvenes "encapuchados" acuden a sus asambleas y participan en la construcción común de otra vida, con todas las limitaciones que queramos, puesto que el Estado y el Capitalismo ni han caído ni están cerca de caer en Grecia, pero algo empieza a cambiar. Y esto no significa que todas esas personas se conviertan de la noche a la mañana en revolucionarios, pero sí es un síntoma del fracaso de la mentira organizada y de la posibilidad de transformar revolucionariamente este mundo. Algo empieza a moverse, aunque lentamente. Hace falta agitarlo.

No es nuestra intención idealizar lo que sucede en Grecia. Hay experiencias maravillosas, pero también existe una infiltración de movimientos sociales y organizaciones izquierdistas, así como una cierta inercia y falta de perspectivas en algunos aspectos que impiden ir más allá de la autogestión de la miseria en la capitalismo y dar el salto (inmenso) hacia una vida que supere y entierre el capitalismo y el Estado, aunque desde luego tampoco vamos a pedirles a los griegos que concluyan aquello que nosotros ni siquiera nos hemos atrevido a comenzar, ya es mucho lo que han realizado, queremos más, sí, pero para alcanzarlo habremos de intentarlo todos en todos los lugares. Insistimos en que es necesario realizar un análisis (que será colectivo o no será) en profundidad de esas experiencias, tomar aquello que nos interese y destacar los errores y problemas inherentes a un movimiento de este tipo para poder sacar las lecciones que nos permitan avanzar hacia la sociedad sin clases. Por eso tenemos que lamentar que, en ocasiones, haya sido mucha mayor la repercusión de las acciones más espectaculares (disturbios, ataques a la policía) en los medios anarquistas que esa organización de base y ese ensayo general de una vida al margen y a menudo en contra del Estado. Siempre hemos apostado por la autodefensa y la violencia contra el Estado, pero si hay algo que nos contagia de la experiencia griega más que los cócteles molotov son las imágenes de ocupaciones de curros, de medios de comunicación, de escuelas, la liberación de espacios y, en definitiva, la experimentación de lo que algún día habrá de llevarse a cabo de manera más drástica y permanente: la abolición del trabajo, de la propiedad privada, de la supeditación de la vida a la economía y la muerte definitiva del Estado y la autoridad. No todo el monte es orégano, pero errando es como se aprende. Dicho de otro modo: no todas estas experiencias nos convencen (¿hasta qué punto están contaminadas de idealismo altermundista e izquierdista muchas de ellas?, es algo que habrá que descubrir, discutir y criticar), pero la única manera de alcanzar la victoria es arriesgándose y creemos que esa apuesta es la que se está haciendo en Grecia.

- IV -

El Estado griego le está viendo las orejas al lobo y con él el resto de Estados. Están comprobando lo que puede llegar suceder, de lo que es capaz la gente a pesar de las adormideras (televisión, publicidad, drogas, tecnología, consumo, democracia) que nos han estado inyectando durante décadas. No pueden tolerar que en un país de la Unión Europea la gente tome las calles, los curros se abandonen, la economía sea negada y el fantasma de la libertad haga su hermosa aparición. Hay que pararlo como sea y hay que evitar que cunda el ejemplo. Por primera vez desde hace mucho tiempo Ellos tienen miedo. Deben controlar la situación y para ello cuentan con dos recursos. El primero es impedir esa comunicación directa que se ha producido en Grecia y que ha llevado a confraternizar a jóvenes anarquistas y viejos profesores, a madres e hijos, a inmigrantes y autóctonos, poniéndolo todo patas arriba. Ese es el papel fundamental de los medios de comunicación, de los sociólogos, de los partidos y organizaciones de izquierda y de los expertos de todo tipo, cortocircuitar esa comunicación. Que nada se sepa y que ninguna conclusión se pueda extraer. El segundo mecanismo de defensa del Estado es el más directo de la represión y la violencia ejemplares y ejemplarizantes. Golpear sin piedad a todo aquel que desafíe a este viejo y podrido mundo. Cortar por lo sano. Como el cirujano que corta el brazo antes de que la gangrena haya hecho siquiera su aparición. Por si acaso. Así han de actuar. Y así actúan.

Viendo lo que ocurrió en las acciones de solidaridad con lo que está sucediendo en Grecia hemos comprobado cómo en el Estado español, temeroso de que pudiese haber un contagio, se llevó a cabo esa doble estrategia. Y todo ello a pesar de que las reacciones por lo sucedido en Grecia (y por lo que nos sucede aquí cada día a lo largo de toda nuestra vida) hayan sido tímidas. Prevenir antes que curar, ése es su lema.

El 10 de diciembre la manifestación de solidaridad por la muerte de Alexandros y con la revuelta en Grecia convocada en Madrid acabó con una comisaría destrozada y varios detenidos. No vamos a valorar estos hechos, su conveniencia o no, o los errores estratégicos que pudieron haberse cometido (lo que más nos importa es que nueve personas acabasen detenidas y varias más fuesen heridas), creemos que eso debe hacerse en otros lugares. Tampoco queremos entrar en la discusión de la presencia de secretas en esa manifestación (nada nuevo bajo el sol) ni si fueron esos secretas los que lanzaron las primeras piedras y objetos contra la comisaría, desencadenando la lluvia que derribó las puertas de la comisaría[16], aunque es algo que debemos tener muy en cuenta. Sucedió, es lo único que podemos decir. Tras esos hechos nueve personas fueron detenidas. Dos de ellas fueron puestas en libertad horas después, mientras que los otros siete fueron enviados a prisión provisional[17]. Los argumentos de la jueza para una decisión tan drástica fueron la alarma social creada por estos hechos. En total se piden ocho años de cárcel para cada uno, con varios cargos: resistencia a la autoridad, desórdenes públicos, atentado, etc., algunos de ellos incompatibles entre sí. No importan los detalles legales, el castigo debe ser ejemplar. Hay que meter el miedo en el cuerpo a todos esos "indeseables antisistema" y a todos aquellos que, llevados por la rabia, la miseria (no sólo económica, pero también) y la desesperación, pudiesen algún día pensar en dar un portazo a este mundo y unirse a ellos.

El día siguiente a la manifestación, las portadas de los periódicos aparecieron con las fotos de los violentos "antisistema"[18] atacando a los estupefactos e "indefensos" policías de la calle Montera. Los tertulianos de radio y televisión competían entre sí por condenar con la mayor firmeza a esa "chusma antisistema", progres y reaccionarios todos a una. Las imágenes del ataque a la comisaría se repitieron hasta la saciedad. Las imágenes de los maderos golpeando con saña en el suelo a alguno de los detenidos no fueron mostradas, a pesar de que tengamos constancia que había cámaras de televisión que las grabaron. Les aterroriza que el ejemplo griego pueda cundir y por ello hay que desplegar toda la maquinaria mediática, policial y judicial para evitarlo. Hay que crear alarma social, deformar la verdad y aislar a los violentos. Castigarles ejemplarmente y evitar que su mensaje pueda llegar a la gente, distorsionándolo para convertirlos en monstruos de los que hay que huir. Policías, políticos, periodistas y jueces, cada uno cumpliendo a la perfección su trabajo. Hay que evitar a toda costa que pueda prender la mecha del malestar y la rabia, aunque sea tímidamente, porque en una ciudad de varios millones de personas que sólo doscientas o trescientas estuviesen ese día allí quiere decir que somos pocos, muy pocos, pero no tan pocos para ignorarnos, no tan pocos como para que no sea necesario llevar a cabo un castigo ejemplar contra los cabezas de turco elegidos, siete personas cogidas al azar, porque pudo ser cualquiera de los que estuvimos allí. Les da igual la justicia, les da igual la verdad, quieren un castigo ejemplar, quieren asustarnos a todos. Quieren que esto no se repita. Y sobre todo quieren que no vaya a más, que nadie pueda pensar siquiera en rebelarse contra este mundo[19].

- V -

El objetivo tanto en Grecia como en España y en el resto del mundo es claro. Ante una situación como la actual, con una crisis económica que es algo más que una crisis financiera, que es algo más que una crisis bursátil, que es algo más que una crisis cíclica, hay que evitar que la gente se salga de los cauces permitidos, que se cuestione lo existente, que pueda pensarse en salir de este mundo podrido. En los próximos años veremos una crisis permanente (y no sólo económica). Ya la estamos viviendo, pero no ha hecho más que comenzar. No pretendemos entrar de lleno en la cuestión, tan sólo esbozar algunos puntos que nos parecen importantes y que creemos que están relacionados estrechamente con la escalada de represión y de violencia estatal que vivimos[20], así como con la pequeña grieta que ha abierto la insurrección griega.

A nadie salvo al que está ciego o no quiere ver se le escapa que el ciclo del petróleo está llegando a su fin (puede ser dentro de cinco años o de veinte, pero es un hecho que no se puede negar). El sistema económico actual está basado casi en su totalidad en el petróleo. Todo gira en torno al oro negro, desde la producción y transporte de alimentos hasta la producción industrial y con ello la meta del "desarrollo económico", fundamento del capitalismo. El escenario que viene será decisivo y muy problemático. Vamos a asistir a una situación que bien puede calificarse, como alguien ha dicho, de capitalismo de trompicones, un escenario de crisis estructural que se autorreproduce: la crisis del agotamiento de las materias primas (petróleo fundamentalmente, aunque no sólo) genera una crisis financiera; la crisis financiera genera recesión; la recesión genera la disminución de la demanda de materias primas y por tanto la bajada de su precio; esta bajada de precios vuelve a reactivar la economía y el consumo; pero la reactivación económica vuelve a toparse de bruces con el agotamiento de las materias primas y así... ¿hasta cuándo?[21] No existe un plan B. Al menos de momento. No hay ningún recurso que pueda sustituir al petróleo a corto o medio plazo como fuente de energía hegemónica[22] que asegure el crecimiento continuo de la economía y, por tanto, la reproducción del capitalismo, con lo cual, la situación puede ser potencialmente explosiva y muy difícil de manejar, incluso para aquellos que tienen todo el poder en sus manos.

Todo esto no quiere decir, al menos en nuestra opinión, que el capitalismo esté ya muerto y que estemos asistiendo a su desaparición definitiva. En absoluto, creemos que el capitalismo ha demostrado en numerosas ocasiones que es capaz de salvar las situaciones más complicadas y además salir fortalecido. Pero sí creemos que la situación en los próximos años va a ser desesperada, en primer lugar para nosotros, para quienes no tenemos ningún poder sobre nuestras vidas y dependemos de las decisiones ajenas, que veremos como los efectos de la crisis energética y económica nos golpearán sin piedad, pero también para ellos, los que tienen todo el poder en sus manos, que deberán enfrentarse a una situación desesperada en la que no saben cómo reaccionará la gente, que ocurrirá cuando los precios de los alimentos se disparen, cuando empiecen a faltar suministros, cuando se den situaciones de desabastecimiento, cuando las mentiras de la economía y del desarrollo se hagan evidentes. No es un escenario de ciencia ficción, no es una película a lo Mad Max, aunque algunos quieran presentarlo así. En algunos lugares ya se están viviendo situaciones próximas a esto[23], aunque no tan dramáticas como las que es posible que sucedan en unos pocos años.

En tanto que revolucionarios desconfiamos (y mucho) de aquellos que, siendo conscientes de lo que puede venir, se cruzan de brazos y esperan pasivamente la bancarrota del sistema como si esto fuese algo bueno per se. Seamos claros, lo que puede sustituir al actual sistema capitalista puede ser mucho peor, por eso no confiamos en la contemplación pasiva ni en las soluciones individualistas, pues sólo nos conducirían a un escenario hobbesiano mucho más brutal que el actual. Y como revolucionarios también combatimos y combatiremos a los gestores del desastre, ecologistas, izquierdistas, tecnócratas y demás carroña que tratan de salvar por todos los medios lo que no puede ni debe salvarse, tratando de sortear la crisis energética como se pueda e impidiendo por todos los medios que la crisis social pueda estallar. Su objetivo es que lo fundamental permanezca como es y por ello nuestra rabia se dirige también hacia ellos. No queremos una economía verde[24] que permita la continuación del capitalismo por otros medios, mientras a nosotros nos enseñan el camino de la sumisión, la complicidad y la tolerancia hacia aquello que nos mata poco a poco, día a día. Queremos la destrucción del capitalismo porque amamos la vida y odiamos aquello que la reduce, la condiciona y la destruye.

No vamos a cruzarnos de brazos, no queremos ver como el capitalismo vuelve a resolver sus contradicciones, irguiéndose de nuevo triunfante. Todavía creemos en la fuerza de lo colectivo, en la revolución, en la posibilidad de cambiar el rumbo de la historia tirando del freno de emergencia y reconduciendo nuestras vidas hacia un horizonte que sea muy distinto de aquel al que algunos quieren dirigirnos. Por eso apelamos a Prometeo. Queremos construir una verdadera civilización derruyendo ésta hasta los cimientos. Queremos una nueva civilización fundamentada en la libertad, la comunicación y la humanidad, lo que sólo puede hacerse suprimiendo esta civilización en la que las personas no valen nada y todo se subordina a entes ajenos a nuestras vidas como son el Estado, la Economía y el Progreso, camuflando los intereses materiales de una minoría y perpetuando su dominio sobre el resto del planeta. No somos utopistas: esa transformación habrá de llevarse a cabo por medio de la revolución social. Pero somos utópicos: esa revolución habrá de transformarlo todo enteramente, el mundo, nuestras vidas y nuestras relaciones con aquello y aquellos que nos rodean, si no es así no servirá para nada.

Por eso nos parece tan importante lo que está sucediendo en Grecia, porque anticipa en gran medida ese horizonte utópico concreto, aunque sea parcialmente: la comunicación directa entre iguales, la autogestión de nuestras vidas, la vuelta a una dimensión humana, la subordinación de lo material a lo social. Y aquí es donde echamos de menos una mayor profundidad en nuestros análisis y en nuestros perspectivas, mirar hacia delante y proponer alternativas posibles. No se trata de utopismo abstracto ni de proponer un programa ideológico cerrado, sino de abrir un debate que ya se ha postergado demasiado tiempo sobre qué es lo que queremos para el futuro poscapitalista y qué medios, posibilidades y expectativas tenemos para alcanzarlo. Son muchas las cuestiones que han de ser tratadas, debatidas, estudiadas. En primer lugar: cómo organizarse desde abajo en caso de que un movimiento revolucionario pueda triunfar, aunque sea frágilmente, o en caso de colapso/crisis grave del sistema; cómo defenderse de las agresiones estatales y paraestatales en caso de que esto ocurra; cómo gestionar, en un primer momento, los recursos (agua, alimentos, electricidad, etc.) al margen del Estado y las empresas, teniendo en cuenta que esa gestión está adaptada a una realidad burócratica y autoritaria que habrá de ser destruida, etc. Y más adelante habrá que profundizar en la crítica y en el desmantelamiento de este mundo: ciudad sí o no y qué dimensiones podría tener para evitar la aparición de estructuras jerárquicas y burocráticas; qué tecnología podríamos/querríamos sostener; qué modelo de organización, cooperación y coordinación se podría establecer. Insistimos en que no se trata de dotarnos de un programa que cumplir, sino de fomentar un debate que nos permita tener herramientas con las que afrontar una (posible) situación revolucionaria. La cuestión es ¿si cae hoy o mañana el gobierno seríamos capaces de organizarnos y hacer frente a lo que se nos vendría encima? Creemos que uno de los aspectos más interesantes de lo que sucede en Grecia, además del enorme valor que ya tiene la insurrección en sí, es que se está ensayando, aunque sea tímidamente y cercada por todos lados, esa vida. Es por ello que creemos que esa experiencia ha de ser analizada y criticada en todos sus aspectos y al detalle, aprendiendo de sus errores y tomando todo aquello que sea valioso y útil (sea poco o mucho) no como un ejemplo a repetir sino como una enseñanza y una puesta en práctica (aunque cogida con alfileres) de aquello a lo que aspiramos sea la vida misma y su organización. Este análisis, como ya hemos dicho, ha de ser realizado pública y colectivamente. No es nuestro objetivo en este texto realizar ese análisis minucioso, sino plantear la cuestión. Y también creemos no sólo necesario sino imprescindible dar el salto más allá del ghetto político, lanzar un reto a la sociedad, a nuestros vecinos, a nuestros compañeros de curro, a nuestros padres. Nuestro mensaje ha de llegar, lo que implica un esfuerzo y una voluntad claras y contundentes (no queremos decir que éstas no existan, pero sí que hay que otorgarles una importancia mayor) so pena de entrar en círculo vicioso e inoperante que sólo lleva a la autosatisfacción en unos o a la frustración y derrotismo en otros. La apuesta ha de ser arriesgada. No tenemos nada que perder, pero sí todo por ganar.

Quienes manejan los hilos del poder saben que van a tener que hacer frente a una época de convulsiones, de inestabilidad, de peligro de quiebra del sistema y lo que no están dispuestos a tolerar es que se ponga en peligro la continuidad de lo existente, aunque sea por otros medios distintos de los que hasta ahora hemos vivido. No se puede hablar de lo que está sucediendo en Grecia sin hablar de todo esto. No se puede hablar de represión y violencia sin referirse al previsible escenario que nos aguarda. Y, como revolucionarios, no creemos que tenga sentido hablar de las revueltas griegas y obviar todo esto. Si algún valor tienen (y creemos que tienen mucho) es porque ponen sobre la mesa la cuestión principal. Quieren evitar que en una situación así nadie pueda pensar en levantar la cabeza y mucho menos el puño contra aquello y aquellos que están destruyendo nuestras vidas y el mundo, contra aquello y aquellos que nos han puesto la soga al cuello, contra aquello y aquellos que nos han puesto al borde del abismo. Quieren evitar que el fantasma de la subversión pueda asomar de nuevo la cabeza y lo quieren evitar a toda costa porque saben que en un escenario como el que se adivina, su victoria podría ser puesta en cuestión. Hay que cortar por lo sano. Por eso lo que está sucediendo en los últimos tiempos no nos sorprende, aunque nos duela igualmente. Se avecinan tiempos duros. Tiempos duros para todos aquellos que osen cuestionar lo existente, porque el Estado va a llevar su monopolio de la violencia hasta el límite. Pero tiempos duros también para los que tienen las riendas del poder y la economía, porque cada día serán más los que escupan sobre sus mentiras y rompan sus carnets de ciudadanos sumisos. Nadie les cree, sólo les temen. Y en ocasiones, la gente normal, ésa que no suele alzar su voz, puede dejar atrás su miedo y arriesgar su vida por el sueño de alcanzar otra vida. Eso es lo que está sucediendo (en mayor o menor medida) en Grecia y nuestro objetivo ha de ser que ese ejemplo se extienda por todas partes y crezca hasta convertirse en un verdadero estallido revolucionario. No podemos parar hasta conseguirlo.

Grupo Salvaje
Madrid, marzo de 2009

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Notas

[1] Ernst Bloch: El principio esperanza 3. Editorial Trotta. Madrid. 2007. p.325

[2] Ibid. p. 330

[3] Así califica la profesora Blanca Vilà los sucesos en su artículo "La lección griega", El País, 16 de diciembre de 2008. Al margen de sus presupuestos ideológicos, es de destacar su ramplonería, estupidez y cortedad de miras, como cuando se escandaliza del «uso de una violencia sin límites, innecesaria cuando el grito ya ha sido oído por todos». Parece que eso es lo único que nos queda por hacer según algunos, gritar y llorar, aunque mal que le pese a nuestra profesora y al resto de plumillas, hay quien no se conforma con eso.

[4] Como ejemplo se puede citar a la secretaría general del KKE (Partido Comunista de Grecia), quien, ni corta ni perezosa , asegura que los rebeldes son agentes al servicio del gobierno griego http://es.kke.gr/news/2008news/2008-al-prensa. Aunque no es la única teoría absurda sobre los disturbios, los hay más audaces (o más imbéciles), proclamando que se trata de una maniobra de la CIA para hacer caer al gobierno conservador, que se habría acercado peligrosamente a la Rusia de Putin en los últimos tiempos, teoría que recoge Costas Grivas en "Grecia y la idealización de la revuelta", http://www.elconfidencial.com/cache/2009/01/02/tribuna_87_grecia_idealiz... A todos los izquierdosos prestos a acusar de criptofascista a cualquiera que saque los pies del tiesto le recomendamos vivamente la lectura de Orwell. Nada más tenemos que decirles. Son el pasado. Nos aburren sus gilipolleces.

[5] Para saber cómo han funcionado las estructuras informales anarquistas ya existentes a la hora de coordinar las revueltas recomendamos echarle un vistazo a la entrevista que el Colectivo de exTrabajadores CrimethInc hizo al colectivo griego Void Network: http://www.klinamen.org/article5679.html

[6] Sobre la situación en Grecia tanto antes como después del asesinato de Alexandros recomendamos visitar el sitio web http://grecia-libertaria.blogspot.com[7] Basta ver el silencio de los mass media una vez que la espectacularidad de los disturbios ha decrecido y dejado paso a otras experiencias tanto o más interesantes, de las que hablaremos a continuación. No interesa que se conozca la autoorganización en los barrios griegos.

[8]"Llamada abierta para unirse a la asamblea popular organizada por el ayuntamiento liberado de Agios Dimitrios" http://www.klinamen.org/article5498.html

[9] No olvidamos el ataque de la patronal griega, a través de sus sicarios, contra Konstantina Kouvena, herida grave al ser rociada con ácido en la cara. http://www.nodo50.org/Solidaridad-con-Konstantina.html Como tampoco olvidamos los numerosos ataques organizados y nada casuales que se han relizado y se siguen realizando contra personas, centros sociales y asambleas.

[10] «En efecto, nos encontramos en una situación -y nadie puede negarlo- que jurídicamente puede, es más, debe ser considerada como "estado de necesidad". Millones de personas, la vida entera sobre la Tierra y, por tanto, la vida futura, están amenazadas de muerte. No hay gente que de una forma directa desee matar personas, pero sí gente que acepta el riesgo, y que llega a pensar sólo en términos técnicos y cuantitativos [...] Económicos o especulativos. En fin, nos encontramos en una situación que, hablando en términos jurídicos, es un "estado de necesidad". En todos los códigos, incluido el de Derecho Canónico, en una situación de estado de necesidad, la violencia no sólo es permitida, sino que se recomienda.» Günther Anders: Estado de necesidad y legítima defensa. (Violencia sí o no). Centro de Documentación Crítica. Madrid. 2007. p. 11

[11] Y por eso mismo es combatida por los partidos y organizaciones izquierdistas, cuya única aspiración es convertirse en gestores del desastre, acaparar cualquier parcela de poder que el Estado en crisis pueda cederles para reconducir la situación. La revuelta griega y cualquier movimiento que se quiera revolucionario ha de combatirles también a ellos con tanta o más contundencia. Basta ver el nerviosismo de los neoleninistas y sus llamadas constantes al frente único y a la reconducción de la revuelta por los cauces legales y parlamentarios: «Un frente único KKE-Syriza comenzaría con una base electoral del 20 por ciento. En el período reciente el Syriza reveló que tiene un gran potencial en la sociedad que un frente de ambos partidos incluso se convertiría una importante fuerza política en la izquierda. Si los dos partidos se unieran basándose en un genuino programa socialista, desde una posición de fuerza podrían hacer un llamamiento a los trabajadores que votan al PASOK y que están en el PASOK, para que rechacen la política de Papandreu y construir la unidad de la izquierda sobre la base de un programa de lucha verdaderamente combativo. Esta es la auténtica aplicación de la idea de Lenin de la táctica de frente único. Pero para ello hay que luchar dentro de las filas tanto del KKE como del Syriza, es la única manera.» http://www.rebelion.org/noticia.php?id=79211 Afortunadamente, pocos son los que les están haciendo caso en Grecia y hasta el propio KKE ha tenido que esconderse tras sus primeros intentos de recuperación, viendo incluso como algunos de sus militantes han abandonado el partido y han pasado a participar en las asambleas y ocupaciones.

[12] Volvemos a remitirnos al blog http://grecia-libertaria.blogspot.com para conocer las diferentes expresiones de esa experiencia, así como insistimos en la inmensa labor de información que está realizando.

[13] Ibídem. Destaquemos que entre los más de 300 "violentos" ocupantes del ayuntamiento de Agios Dimitrios que aprobaron este texto en asamblea hay anarquistas, pero también padres y madres de familia que jamás hubiesen imaginado participar en algo así, ancianos y niños. Muchos de ellos habrán descubierto por primera vez lo que es una comunicación auténtica y han decidido romper con el silencio, recuperar sus vidas.

[14] http://grecia-libertaria.blogspot.com/2008/12/el-pueblo-de-patra-di-la-r...

[15] http://www.alasbarricadas.org/noticias/?q=node/9669
[16] Son varias las personas que aseguran que vieron a una persona encapuchada lanzar piedras y otros objetos contra la comisaría y, en el momento que se desencadenó la carga policial, agarrar a un chico contra el suelo y detenerle, siendo ayudado por otros policías, estos sí, de uniforme.

[17] Estas siete personas están a día de hoy en libertad provisional, aunque se mantienen los cargos contra ellos.

[18] No entendemos muy bien cuál es el significado que tiene este término y la razón por la que tanto les gusta emplearlo a los medios de comunicación, quizás les siga aterrorizando el término anarquista, que se ha convertido casi en un tabú. En cualquier caso, no deja de ser irónico que aquellos que están destruyendo o al menos amenazando de muerte al sistema (entiéndase las relaciones sociales, los ecosistemas, la propia vida sobre la Tierra) nos acusen de antisistema. Aunque si por tal entienden a aquellos que han decidido combatir un sistema que conduce a la destrucción de la vida, aceptamos gustosamente el término.

[19] Por razones de espacio hemos suprimido varios párrafos en los que hablabamos de lo ocurrido en los disturbios de la calle Montera y en los días posteriores, con la enorme y generosa solidaridad que se desplegó. Remitimos a la web de la Asamblea de solidarixs con Grecia para más información: http://www.solidariosgrecia.org/

[20] Y esto no sólo sucede aquí o en Grecia, evidentemente, ni siquiera es más intensa que en otros lugares. Hay países en los que la escalada de violencia estatal es ya claramente una guerra abierta, como en Chile, donde el joven anarquista Juan Cruz Mackna fue ejecutado por paramilitares por defender los derechos del pueblo mapuche frente al Estado chileno y las multinacionales. Y no es el primero ni será el último, en los últimos meses son varias ya las personas asesinadas en Chile, ya sea por la policía o por los paramilitares que sirven a los mismos amos. Para más información: http://comunidadtemucuicui.blogspot.com. En Francia, la detención de nueve personas por sabotajes contra el TGV, ha mostrado claramente la psicosis represiva de los Estados, siendo una de las pruebas esgrimidas para su inculpación el estar en posesión del libro L'insurrection qui vient, no habiendo ninguna prueba material contra los detenidos, tan sólo la sospecha de formar parte de una "estructura con vocación terrorista". Orwell no andaba tan descaminado, el crimental es hoy una realidad. Véase El Rapto nº 3

[21] Para quien piense que esta visión es apocalíptica, exagerada y distorsionada le recomendamos que visite la web http://www.crisisnergetica.org, donde podrá encontrar numerosos artículos al respecto, artículos que no están escritos por anarquistas o militantes de extrema izquierda, sino por prestigiosos economistas, muchos de ellos con puestos de responsabilidad en los organismos que controlan la economía. Citemos tan sólo a Samuel Bodman, secretario de Energía del gobierno de EE.UU., que reconoció en una entrevista que "es evidente en estos momentos que los países productores de petróleo son incapaces de mantenerse a la par con la demanda mundial" o el informe de la AIE (Agencia Internacional de la Energía) que reconoce la posibilidad de dificultades en el suministro de petróleo a partir de 2010. Evidentemente esto no suelen decir de cara a la opinión pública sino en foros en los que saben que lo que se diga no llegará a ésta o no interesará que llegue. Aunque no compartimos el análisis y las conclusiones que los promotores de esta web extraen de esto, sí que valoramos su trabajo por desenmascarar la realidad.

[22] Quizás ese papel "revitalizador" de la economía capitalista lo podría jugar la energía nuclear, aunque esto está por ver. De momento los lobbies nucleares y sus lacayos están comenzando una campaña mediática para proponerse como salvadores de la civilización capitalista en crisis. Es necesario y urgente combatirlos y desmontar sus argumentos, porque el triunfo de lo nuclear no supone sólo el riesgo del "accidente" y el peligro de la contaminación, sino que también implica una vuelta de tuerca más en la dominación, dadas las caracterísitcas oscurantistas y totalitarias de la gestión de lo nuclear y la supeditación de toda la vida y la organización social a su desarrollo autónomo. Véase: Los Amigos de Ludd. "Bajo el volcán", La ilusiones renovables. La cuestión de la energía y la dominación social. Muturreko burutazioak. Bilbao. 2007. p. 112 y ss.

[23] En la moderna y europea Islandia, hasta hace poco un ejemplo a seguir, se están produciendo ya momentos de pánico por estas razones, si bien los medios de comunicación tratan de atriburirlo exclusivamente a la crisis financiera: http://www.elpais.com/articulo/economia/Islandia/ahoga/geiser/elpepieco/...

[24] "Una economía "verde", es decir, una economía sin petróleo tutelada por las instituciones y apoyada en un gran pacto entre los "agentes sociales", no hará más que introducir nuevos hábitos consumistas para nuevas mercancías, manteniendo la estandarización y la masificación." Miguel Amorós: "Crisis ecológica y crisis social", Desde abajo y desde afuera. Proyectiles. Editorial Brulot. Madrid. 2007. p.187



Por: Klinamen.org