lunes, 20 de abril de 2009

Objeción fiscal, una propuesta de acción anarquista.

Desde que el estado remplazó a los absolutismos monárquicos, como forma de organización política de la sociedad, este asumió una vieja práctica de extorsión cometida en su momento por los recaudadores reales: La tributación obligada. Gracias a ella, la clase política que se integró al estado logró convertir su ejercicio de dominación en una profesión, constituyéndose como élite de la burocracia con el poder de definir la destinación del resto del botín presupuestal y de asignar los distintos cargos subalternos. Esa capacidad de controlar y dirigir esos recursos sociales, justificado por los nuevos recaudadores como la única forma de planear y ejecutar las políticas públicas, engendró tan inmediato como se terminaban de recoger los primeros caudales dos de los fenómenos que simbolizarían hasta nuestros días la realidad de la acción de nuestros servidores públicos: La corrupción y el clientelismo.

La tributación que inicialmente era exigida por medios coercitivos, fue buscando formas no violentas de legitimidad bajo el amparo de la moral estatal, donde, se presentaba como ideal que el contrato social firmado por los diferentes asociados autorizaba al aparato burocrático de disponer algunos de los recursos privados para volverlos públicos, como única forma de conseguir la inversión necesaria para ejecutar los proyectos colectivos. Esa moral, materializada en la imagen del ciudadano que cumple sus deberes y por lo tanto recibe sus derechos, fue poco a poco aceptada, nunca en su mayoría pero tampoco en su minoría, y naturalizada por los pobladores de los territorios dominados por los estados al punto de volverse una cultura interiorizada y ejercida por varios los “ciudadanos”. Así, la práctica de aprovecharse de los recursos sociales para construir clientelas políticas y ejecutar los bienes públicos bajo los intereses y necesidades de la clase política dueña del estado se mitificó como la regla de oro de la administración pública: la tributación como muestra de cabal cumplimiento de la responsabilidad ciudadana.

Esa es la realidad que, hoy día, garantiza que sigan entrando a las arcas de nuestros opresores estatales grandes sumas de dinero de mano de la, muchas veces inocente o desentendida, masa de ciudadanos nacionales. Pero no es posible quedarse con la sensación de que este cumplimiento moral es la única causa de la tributación, muchas veces juiciosa, de los ciudadanos. Aun hoy día siguen practicándose mecanismos coercitivos para su cumplimiento. Habría que recordar que la cesación del pago de tributos conlleva al procesamiento por evasión fiscal que no solo termina con la cárcel de los responsables, sino, con la perdida de la propiedad de los bienes privados. Esta última condición demuestra una de las paradojas poco exploradas de la realidad para muchos de la propiedad privada: un bien mueble del tipo finca raíz o automóvil, solo como por tomar una muestra, nunca pertenece realmente a quien lo titula, ya que los impuestos que recaen sobre este tipo de bienes hace que el poseedor nunca lo sea en realidad, ya que debe mantener el pago de la renta-impuesto periódico al estado, siendo como consecuencia del no pago la negación del permiso de uso y pertenencia. Pero no es el momento de extenderse en esta paradoja.

La moral ciudadana, la cárcel, la privación de la propiedad, entre otras, configuran las condiciones que permiten la coerción y el consenso necesario para garantizar la tributación.

Pero que es en esencia lo que este sistema de recolección de impuestos garantiza: antes de ser la responsabilidad en la ejecución de estos haberes públicos, lo que mantiene es el privilegio de la clase política apoderada del estado para vivir como políticos profesionales siguiendo con su práctica de decidir y disciplinar de acuerdo con su interés particular como clase, objetivo tan importante como el de garantizar la estabilidad y sobrevivencia de las clases económicamente dominadoras, utilizando cuanto sea necesario para defender su propiedad y acumulación a costa de la explotación y la insuficiencia económica de la mayoría.

Es por ello que, no siendo ni natural ni mucho menos inamovible esta actual situación, como anarquistas debemos estar atentos a generar particularmente dos cosas frente a este tema: Primero estar en la capacidad de atentar contra la tributación de tal forma que no solo logremos reducirla sino eliminarla como forma de financiación de la dominación estatal, y segundo, ir estableciendo practicas cotidianas y propuestas futuras para esa necesidad - las obras colectivas - que justifica el impuesto, y que en una sociedad anarquista debemos suplir sin alguna imposición.

En cuanto a lo primero es necesario que como uno de nuestros puntos de lucha actual postulemos la objeción fiscal como condición para evitar la corrupción, el clientelismo, y ante todo para evitar el mantenimiento de un estado que no le garantiza a la mayoría un mejor bienestar con sus ejecuciones de presupuesto público. La objeción fiscal debe ser la propuesta de lucha para evitar un aparato político que nos domina con el mismo dinero proveniente de nuestros propios bolsillos, ya que recordemos que buena parte de los presupuestos estatales están dirigidos a mantener la seguridad nacional, es decir el estatus quo de explotación y exclusión capitalista. La objeción fiscal es la forma de desnaturalizar la intermediación de la administración pública, y a largo plazo una estrategia para dejar sin recursos al estado. Por otro lado, en la medida en que no le damos dinero al estado, pero aun necesitamos ejecutar acciones y obras colectivas, es necesario transformar las lógicas y los mecanismos de materializar la solución a estas necesidades, y eso es lo que nos lleva al segundo punto.

Es necesario que como antiautoritarios empecemos a reforzar aquellas prácticas sociales que garantizan desde la horizontalidad y el apoyo mutuo la realización de las obras comunes que favorezcan a la comunidad. No hay necesidad en principio de inventar nada, la historia de nuestras familias, barrios y campos está llena de este tipo de experiencias: mingas para cultivar, bazares para conseguir recursos para construir parques y jardines, trabajos colectivos para reparar calles, o solidarizarse con una familia y construir parte de su casa. Esos ejemplos son parte de la justificación al decir que no necesitamos ni de la tributación estatal, ni de sus obras públicas para iniciar proyectos autogestionados y solidarios. Para eso solo necesitamos de nuestro propio trabajo y coordinación.

Pero no es suficiente con esas soluciones pequeñas, la anarquía como modelo de organización social tiene que recrear esas e infinitas dinámicas para poder construir mecanismos de gestión de lo común, y consecución de los recursos precisos, con el fin de favorecer las necesidades de todos los vinculados en la comunidad. Bajo esta conciencia es urgente que como libertarios postulemos formas, con sus realizaciones claras, de construcción de lo común no solo para lo local sino también para lo regional y aun más si es pertinente, pero solo si es pertinente, porque lo que no podemos dejar que se vuelva a presentar es que unos pocos decidan por lo que debe ser lo bueno o malo para los demás. Afortunadamente, si logramos desestructurar organizaciones políticas como el estado, sin que existan posibilidades de coerción para la acción, si alguien no considerara pertinente es tan simple como que se abstenga de hacer parte de los procesos, dando así un adecuado equilibrio entre la construcción de lo común y el respeto de lo individual.

Los impuestos del estado son el robo legal más descarado, alientan la corrupción y el clientelismo y garantizan la dominación de la minoría en la sociedad. Invitando a la objeción social ratificamos la capacidad creadora del apoyo mutuo, y la necesidad urgente no solo de evitar la acción estatal sino de desestructurarla hasta destruirla. Hay que mantener nuestra lucha contra el estado, evitándolo en lo posible y buscando siempre desaparecerle.


Los impuestos son eso mismo: imposición; nosotros preferimos la anarquía: libertad complementada en el apoyo mutuo.

Escrito por: http://www.vargarquista.blogspot.com

Escribo Revuelta con paso fiero...

En no pocas ocasiones tengo la impresión que la misma atomización y esquizofrenia que se cierne sobre la sociedad afecta por igual al movimiento antiautoritario …. Lo cual no debe extrañarnos si tenemos en consideración que tod@s nosotr@s hemos crecido bajo el poderoso influjo de la Tele-democracia, sus instituciones y (des)valores decadentes. No es facil librarse de cuanto nos han inculcado en la familia (primera celula del tejido social = reproductora de “valores”, “ideas”, “creencias”, “supersticiones”, etc), en la escuela, en la calle, en el trabajo, etc,etc ...

Como tampoco es sencillo desprenderse de ideologias, hábitos, costumbres y creencias doctrinarias cuando crecemos en guettos, “capillas” separadas de la realidad en todas sus formas : policas-sociales-humanas, etc ...

Quienes como los “rabanitos” viven con las raices en el trozo de tierra donde vegetan dificilmente pueden saber sobre la biodiversidad de la Tierra ... sin mencionar que los rabanitos son solo “rojos” por fuera ...asi tambien much@s anarquistas y revolucionari@s de pacotilla ...

Las revueltas en los suburbios de las Metropolis (y Colonias) francesas asi como las Griegas nos demuestran como el proletariado va más allá de los “movimientos” momificados y sus vanguardias iluminadas de teorías de Catacumbas ...

En nuestros tiempos basta un chispazo y se extiende el fuego purificando el aire estancado de “nuestra” incivilización tecnologica-fascistoide.

Las sesudxs intelectuales y apostoles de las ideologias salen de sus bibliotecas y cavernas, de sus círculos y centros para ser unos dias o semanas algo mas que espectadores de la pasión revolucionaria, de la revuelta ...

Según se demuestra solo lxs “revolucionarixs”necesitamos armarnos de razones para golpear el Sistema de la Dominación y la Mercancia, del Control Social y del Espectáculo ... (las razones cotidianas de nuestra obvia esclavitud no parecen suficientes .... como tampoco nuestras ideas y deseos de libertad). Estamos tan lejos del proletariado y de «lxs rebeldes sociales» como lo estan las vanguardias y las instituciones de la sociedad. No hace falta ser un estalinista para oir/leer (aunque de otra forma) aquello que “el Partido representa al “proletariado consciente” y que: " nosotrxs decimos quien es ese “proletariado”»

En nuestro “mundillo” para distanciarnos de ciertas luchas y rebeldes se dice aquello de luchas reformistas o vanguardistas, de “macarillas”, “delincuentes” etc, mientras nos vamos a la próxima “asamblea” (con “comedor vegano”, “concierto solidario” y demás ...) para seguir “asambleando” hasta la próxima asamblea ...

Ya se sabe : la asamblea es el único órgano de decisión horizontal ... aunque se obvia que la asamblea fuera de un contexto de insurrección social es una mera representación escénica donde los individuos que están mejor armad@s teoricamente conducen el resto al lugar que est@s quieren ...

Es igual “la etiqueta” que nos queramos poner, sin deseos y voluntad de incidir/cambiar el estado-de-cosas que nos domina/esclaviza/oprime (y la consciencia que este deseo/voluntad no es identico en cada individuo) dificilmente vamos a lograr cambio o ruptura alguna cuando se tiene más miedo que verguenza, cuando se tiene más “prudencia” que coraje, cuando la estética representa la ética de nuestros IDEALES...

Las IDEAS (asi como las formas organizativas) son solo puntos de referencia e instrumentos de accion para lograr (o intentar) aquello que perseguimos (o sea nuestros IDEALES). Y las IDEAS se diferencian de las IDEOLOGIAS en aquello de que no tienen ni Dogmas, ni Doctrinas, solo aspiraciones legitimas de autodeterminación y libertad.

Si lo que se piensa y desea es compartido y acertado por el grueso de la humanidad, no debemos temer perder “la pureza” de las formas y el lenguaje ni tampoco fomentar el culto de modelos organizativos y “mártires” de la causa ...

La solución no es integrarnos y/o desintegrarnos en Partidos como tampoco el" ir de “perillos falderos ” de Ongs e instituciones/personajes/estructuras por aquello de incidir en “lo social”, “la sociedad” ...

Ni casadxs, ni divorciadxs, nos juntamos y separamos en función de nuestros intereses y fines, de nuestros deseos y proyectos ... acompañar iniciativas que sirvan para emancipar a los Pueblos e Individuos, son cuestiones que no deben ser extrañas o/y ajenas a cualquier antiautoritario, a cualquier revolucionario. Sabemos que la unica revolución verdadera no es politica sino social.

Si escribo sobre estas cosas es solo para animar a nuestrxs compañerxs y amigxs a ser criticos y autocriticos, a no esperar “recetas milagrosas” o “manuales insurreccionales”, a desterrar toda “fe” en “sujetos” y/o “estructuras”, a matar dogmas y desenterrar el hacha de guerra ... si... contra toda autoridad, preservando siempre nuestra autonomia y libertad ...

(...) Como siempre los “comunicados” (y toda forma de (in)communicación escrita ...) se me antojan demasiado “rígidos” para hablar-debatir-comunicar sobre todas las cosas que occuren en el mundo ... y si escribo no es tanto por “estar” de algún modo entre vosotrxs como si para “escapar” de esta tumba de hormigón y comunicarme ...

El aislamiento es una cosa bestial y yo solo tengo el boligrafo para atrevesar los muros y expresarme de algún modo ... pero llegará el dia, compañerxs, en que también yo pueda debatir y luchar (y no solo sobre “la carcel” y con mi cuerpo como arma) por un mundo libre, igualitario y una sociedad libertaria.

El otro dia un compañero italiano me comunicó que en breve (posiblemente un par de meses) lo procesarán por “asociación subversiva” con fines terroristicos (270bis) ... y ahora la represión continua ...

Es vergonzoso leer la argumentación de la Fiscalia y la Digos (policia politica italiana) ... en suma llevan años intentando “ensamblar” de algún modo fragmentos de textos, de conversaciones, de acciones difusas, de conocimientos y amistades para crear el precedente jurídico de “asociación terrorista” dentro del “movimiento anarquista” que les permita condenar cada acto/individualidad como parte de una “Organización” inexistente como tal....

Por supuesto tanto Marco Camenisch como yo somos citados en esa acusación-farsa como “terroristas anárquicos” y a mi se me acusa de tener contacto “indirecto” con la FAI (informal).

Nos encontramos ante un nuevo “caso Marini” y otra fantastica “ORAI” ... ?

En fin, mi complicidad solidaria con lxs represaliadxs en Italia y cuantxs luchan en el mundo entero.

Que sepan los lacayos del estado Italiano y sus huestes fascistoides (ahora incluso con “Patrullas ciudadanas” haciendo el papel de Camisas Negras en su lucha contra .... “la delincuencia”...) que no todxs lxs anarquistas escondemos la cabeza en la tierra como los avestruzes ... Estamos entre vosotrxs y en el mundo entero ... y os golpearemos siempre que podamos porque nuestro amor por la libertad es más fuerte que cualquier miedo.

Solidaridad Internacional, Apoyo Mutuo, Anarquismo e Insurrección !! Muerte al Estado y sus siervos !!

Gabriel, Centro de Exterminio Aachen Febrero 09

Tomado de: www.alasbarricadas.org