Hace 120 años, el anarquismo ponía en relieve temas tales como la homosexualidad. La existencia de este fenómeno, nunca fue un tabú para nosotrxs, muy al contrario, hubo publicaciones que buscaban liberar de la opresión tanto exterior como interior que soportaban (la publicación Estudios, por ejemplo, llegó a tener una tirada de 70.000 ejemplares).
Generaciones después, el debate sigue existiendo. Muy a pesar de algunos como la Iglesia o las derechas (e incluso las izquierdas, no olvidemos que en Cuba ser travestí es un delito muy grave).
Ahora, el gobierno socialista se cree salvador de la causa legalizando el matrimonio homosexual. Pero antes de levantar los brazos en señal de victoria, deberíamos preguntarnos ¿es eso conveniente? El matrimonio, no es más que otra imposición. Otra pervivencia de las ideas que la iglesia propugna y al Estado conviene. Las ataduras familiares que recortan la libertad individual. ¿Por qué se decide casar la gente? ¿Por amor? El amor no necesita de ataduras, el amor es libre. Si dos personas se aman, ¿necesitan acaso un documento que lo certifique? ¿hace esto que se quieran más? Evidentemente no. Entonces, ¿por qué lo hacen? Pues por tradición o para aprovecharse de las ventajas fiscales, puesto que económicamente conviene estar casado a soltero. Sí, sí, así es. Hay quien se quejaba del agravio comparativo entre heterosexuales y homosexuales. Ya que los segundos no tenían reconocimiento a nivel legal de su matrimonio, y por lo tanto perdían el derecho a ciertas cosas (pensión de viudedad, derecho de nacionalidad, derecho de adopción, etc.).
Pero entonces, nos encontramos con otro agravio comparativo. ¿qué pasa con los solteros? ¿con aquellos que no quieren o no encuentran pareja? ¿con los que no desean relaciones estables, o desean simultanear relaciones? ¿con los que cometen poliginia (hombres con varias compañeras) o las que cometen poliandria (mujeres con varios compañeros)? ¿deben estar en desventaja con respecto a las parejas estables?
Evidentemente no. Tu condición sexual jamás debe delimitar tu libertad. El matrimonio es legalizar una pareja. Y como toda ley, es represiva. No se deben perpetuar las relaciones por provecho del sistema, sino que las personas deben ser libres para iniciar y acabar relaciones de mutuo acuerdo sin intermediarios. Y sin ser recompensadas o castigadas por el carácter de tales relaciones.
De nada sirve una ley. Si una pareja desea estar unida , ¿acaso hace falta la ley para que lo esté?, si una pareja no lo desea ¿evitará la ley que se separen? Pues no debería hacerlo. Ya que si lo hace, lo único que se conseguiría sería fomentar las tensiones, disputas y agresiones. La legalización del matrimonio homosexual, lejos de ser un avance para cualquiera, es un retroceso. Un paso atrás en el reconocimiento del amor libre. Y el inicio de otra discriminación diferente, demostrando una vez más, que mientras éste sistema perdure, habrá clases altas y bajas, explotadores y explotados, unos pocos favorecidos y millones de personas aplastadas por esos pocos.
¡LIBERTAD SEXUAL!, ¡NO A LA REGULARIZACIÓN DEL AMOR.!
Extraido de: http://spaces.msn.com/members/vitaman
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