Universidad Nacional, no es cosa de “bandidos”.
Aurelio Suárez Montoya
La Universidad Nacional lleva siete semanas en anormalidad. Como siempre sucede, se califica al movimiento estudiantil como “minoría”, “resistente al cambio”, “anacrónica”, defensora de “alumnos dinosaurios” para referirse a unos casos cuya matrícula está vigente por muchos años. El presidente Uribe, en su estilo, lo criminalizó: “No vamos a permitir que unos bandiditos, que se hacen pasar por estudiantes, destruyan la universidad”. El desprestigio dirigido busca tapar la causa real del movimiento, aislarlo, y proceder contra él con un expediente penal.
En la Universidad Nacional, desde hace más de una década, se vienen impulsando “reformas”, desde afuera y desde adentro, para modificar su misión histórica como ejemplo de la educación superior pública, de generador del conocimiento, de formador de excelencia científica, de difusor del pensamiento universal. Para lograr el funesto cometido, se ha arremetido, en primer lugar, contra su presupuesto, obligándola cada vez más a autofinanciarse, volviéndola funcional al modelo económico, y haciendo de la Universidad misma otra empresa en el mercado de la educación. Uribe le propuso como fuente de financiación que las “actividades Universidad Nacional - sector privado sean catalogadas como zona franca”. ¡Típica propuesta de los tiempos de la Seguridad Democrática!, el apéndice de “los inversionistas”, quienes, al “comprarla”, reemplazan obligaciones fiscales del Estado con ella.
También se impuso en el Plan Nacional de Desarrollo la concurrencia obligatoria de la Universidad para el pasivo pensional, y ya responde por el 5% de los aportes, se ha instaurado la privatización de los postgrados, cuyo acceso se limita a estudiantes de “estratos 5-6” por el alto costo de la matrícula. Para 2008, el 43% del presupuesto, que es de 955.000 millones, se cubrirá con recursos propios “por concepto de la venta de bienes, servicios académicos y de la extensión universitaria”. Con ello cubrirá el 90% de la inversión, el Estado sólo responde por el 80% de los gastos de funcionamiento y el 95% de las pensiones. Con esa distribución, cualquier progreso dependerá de la universidad misma; el gobierno central se excluyó. En el año 2000, por cada peso que el Estado entregaba, la Universidad colocaba 30 centavos, en 2007 ya pone 82. Entre 2000 y 2007, las transferencias del Presupuesto Nacional crecieron, en pesos reales, el 17%, los recursos generados por la Universidad lo hicieron en más del 300%.
¿Tiene que ver esto con el Estatuto Estudiantil? Las autoridades universitarias han defendido la implantación del sistema de créditos, que es punto central de la discordia, como medida de cada asignatura en los currículos para “racionalizar costos académicos”, para establecer el “contrato estudiante-universidad”. En otras palabras, organizar las áreas académicas según las demandas estudiantiles, que girarán en torno a una propuesta básica y de electivas individuales, y no acorde con un currículo que la Universidad considere que los profesionales de cada disciplina deben cubrir, que abarque el espectro académico indispensable, que incluya hasta los temas de “borde” científico al costo necesario. La nueva “cultura” decretada a la brava no es más que el reordenamiento según una canasta donde caben las demandas frecuentes del mercado, que contendrá los productos primarios, y que, como en un supermercado, no dispondrá de los caros, si su “consumo” no es rentable, como en los centro de estudios privados.
¿Será “cosa de bandidos” las reclamaciones contra esa aberración educativa que ahonda las “reformas”?
La correlación de este tipo comercial con la calidad académica es estrecha. Voces autorizadas lo indican, “limita la formación de los estudiantes al ponerlos a escoger en una lógica de mercado donde todos instintivamente optarán por graduarse rápidamente” (Álvaro Zerda, ex decano de Ciencias Económicas), “la concepción de estudios universitarios a títulos y no a formación inicial para el aprendizaje a lo largo de la vida”; ( Jorge E. Hurtado, profesor titular Manizales), “los créditos también pueden tener el propósito condenable planteado en el TLC de facilitar la conversión de la educación superior en una mercancía destinada a ser controlada por las transnacionales del sector”, (Senador Robledo, profesor 25 años en la U. Nal.); las consultas amplias y democráticas como la adelantada en la facultad de Ciencias Económicas, que dijeron que un 83% no está de acuerdo con el Estatuto y que un 87% pidió ser consultado al respecto mediante un plebiscito.
¿Acaso acá ese 80% sí son “unos bandiditos”?
www.lanachonoserinde.tk
miércoles, 28 de mayo de 2008
lunes, 26 de mayo de 2008
SEGURIDAD ALIMENTARIA: ABAJO Y A LA IZQUIERDA
Seguridad alimentaria: abajo y a la izquierda
Raúl Zibechi (La Jornada)
La crisis alimentaria en curso es uno de los mayores desafíos que enfrentan los pobres del mundo, ya que pone a prueba tanto sus movimientos sociales y políticos como sus formas de sobrevivencia. Como se ha escrito en las últimas semanas, la feroz especulación con las commodities es muestra palpable de la decadencia del capitalismo, que ya sólo puede sobrevivir con base en la “acumulación por desposesión”. Si el neoliberalismo es la guerra para apropiarse de los recursos naturales o bienes comunes, la actual especulación con alimentos puede comprenderse como una guerra contra la vida (de los pobres), una guerra biopolítica por el dominio de los cuerpos.
Aunque los análisis más serios con que contamos aciertan en las causas del alza de precios de los alimentos, no atinan sin embargo a la hora de proponer soluciones. Éstas no vendrán de arriba. Un reciente artículo de Aníbal Quijano (“Descolonialidad del poder: el horizonte alternativo”) señala que “el capitalismo colonial/moderno ya no produce ni producirá más empleo, salvo ‘precarizado’ y ‘flexibilizado’, ni más servicios públicos, ni más libertades civiles”. Las alternativas no vendrán, por lo tanto, ni de los estados ni de las instituciones y organismos internacionales, cuyas acciones, a menudo espectaculares y mediáticas, apenas ponen parches a situaciones puntuales pero nunca abordan soluciones de fondo.
Para eso sería necesario, en primer lugar, dejar de considerar a los alimentos como commodities, o sea como valores de cambio al servicio de la acumulación de capital. Pero no existen instituciones capaces de hacerlo, ya que se topan necesariamente con las multinacionales y los gobiernos que las apoyan, entre ellas, claro, los llamados “progresistas” del cono sur de Sudamérica. La seguridad alimentaria que reclaman los pueblos, aparece en algunas prácticas de los de abajo, como los Sin Tierra de Brasil y el neozapatismo de Chiapas, en línea con la experiencia de millones de campesinos e indígenas que siguen cultivando sus parcelas, diversas y heterogéneas. Para hacerlo resisten el avance de los monocultivos y el militarismo, dos caras de un mismo proceso.
En las grandes ciudades, donde vive la mayor parte de la población de nuestro continente, también avanzan alternativas a la crisis de los alimentos. En las periferias de muchas ciudades latinoamericanas abundan las huertas comunitarias y los cultivos de alimentos, familiares o colectivos, que serán el camino a seguir por millones de pobres urbanos a medida que se profundice lo que una vecina de Ciudad Bolívar, suburbio de Bogotá, define como “guerra mundial por la comida”.
En uno de los barrios de esa gigantesca periferia urbana, llamado Potosí, rodeado de cerros donde los paramilitares dictan su ley, unos 15 mil habitantes inventan formas de agricultura urbana. En sólo cinco años han puesto en pie decenas de huertas en la escuela-comunidad Cerros del Sur, epicentro del movimiento, en los terrenos baldíos del barrio, en las propias viviendas y en las azoteas. La mayor funciona en el jardín infantil, donde los vecinos se turnan en minga (trabajo comunitario rotativo) para producir alimentos orgánicos que se vuelcan en el restaurante comunitario, donde 400 niños eluden la desnutrición.
Los cultivos forman parte de un proyecto de bioseguridad alimentaria que incluye también un mercado, inaugurado hace poco tiempo, donde los campesinos acuden a vender directamente a los vecinos, sin pasar por los intermediarios. El mercado quincenal es la forma visible de la alianza rural-urbana, entre pequeños campesinos y productores y consumidores urbanos, pero es también un espacio donde los pobres se relacionan entre sí, instalan ollas comunitarias, bailan y cantan. Una imagen de mercado similar a la que nos legó Fernand Braudel: el espacio de la vida económica, transparente, de competencia controlada, el terreno de la gente común y, por tanto, de beneficios exiguos. Este tipo de mercado ha sido literalmente aplastado por el capitalismo, donde los monopolios sustituyen la comunicación horizontal por el control vertical.
Uno de los mayores éxitos de las huertas de Potosí son los cultivos de quinua, cereal andino altamente nutritivo que complementa la dieta popular. Los vecinos se autoabastecen de quinua y crearon la Corporación Comunitaria Delicias del Sur, que cosecha, envasa y comercializa el producto. El mercado, situado en la plaza del barrio, es escenario de canjes de semillas y de “rondas populares de negocios” en las que se establecen acuerdos entre productores y consumidores populares, entre ellos los comedores comunitarios de Ciudad Bolívar. Uno de los acuerdos es potenciar el trueque, haciendo que cada productor destine 5 por ciento de su producción al intercambio sin moneda, para que todos puedan tener acceso a otros alimentos y productos.
La seguridad alimentaria forma parte de un proceso de construcción de poder desde abajo. No es apenas una cuestión técnica o de difusión de saberes, como pretenden las ONG. Por eso en Potosí han creado un consejo comunal electivo y cuentan con decenas de coordinadoras de cuadra que velan por la consolidación de la comunidad. Son espacios donde se toman las decisiones del día a día y las que afectan a la comunidad a largo plazo. Esa construcción de poder les ha permitido potenciar la producción de valores de uso, antes confinados al espacio doméstico, hasta convertirse en uno de los modos hegemónicos de producción en el barrio.
Puede replicarse, con razón, que se trata de experiencias locales que difícilmente pueden resolver problemas tan graves y vastos como la crisis alimentaria. Sin embargo, conviene no olvidar que las grandes transformaciones, como señaló el subcomandante Marcos en el Coloquio Aubry en diciembre pasado, “no comienzan arriba ni con hechos monumentales y épicos, sino con movimientos pequeños en su forma y que aparecen como irrelevantes para el político y el analista de arriba”.
Raúl Zibechi (La Jornada)
La crisis alimentaria en curso es uno de los mayores desafíos que enfrentan los pobres del mundo, ya que pone a prueba tanto sus movimientos sociales y políticos como sus formas de sobrevivencia. Como se ha escrito en las últimas semanas, la feroz especulación con las commodities es muestra palpable de la decadencia del capitalismo, que ya sólo puede sobrevivir con base en la “acumulación por desposesión”. Si el neoliberalismo es la guerra para apropiarse de los recursos naturales o bienes comunes, la actual especulación con alimentos puede comprenderse como una guerra contra la vida (de los pobres), una guerra biopolítica por el dominio de los cuerpos.
Aunque los análisis más serios con que contamos aciertan en las causas del alza de precios de los alimentos, no atinan sin embargo a la hora de proponer soluciones. Éstas no vendrán de arriba. Un reciente artículo de Aníbal Quijano (“Descolonialidad del poder: el horizonte alternativo”) señala que “el capitalismo colonial/moderno ya no produce ni producirá más empleo, salvo ‘precarizado’ y ‘flexibilizado’, ni más servicios públicos, ni más libertades civiles”. Las alternativas no vendrán, por lo tanto, ni de los estados ni de las instituciones y organismos internacionales, cuyas acciones, a menudo espectaculares y mediáticas, apenas ponen parches a situaciones puntuales pero nunca abordan soluciones de fondo.
Para eso sería necesario, en primer lugar, dejar de considerar a los alimentos como commodities, o sea como valores de cambio al servicio de la acumulación de capital. Pero no existen instituciones capaces de hacerlo, ya que se topan necesariamente con las multinacionales y los gobiernos que las apoyan, entre ellas, claro, los llamados “progresistas” del cono sur de Sudamérica. La seguridad alimentaria que reclaman los pueblos, aparece en algunas prácticas de los de abajo, como los Sin Tierra de Brasil y el neozapatismo de Chiapas, en línea con la experiencia de millones de campesinos e indígenas que siguen cultivando sus parcelas, diversas y heterogéneas. Para hacerlo resisten el avance de los monocultivos y el militarismo, dos caras de un mismo proceso.
En las grandes ciudades, donde vive la mayor parte de la población de nuestro continente, también avanzan alternativas a la crisis de los alimentos. En las periferias de muchas ciudades latinoamericanas abundan las huertas comunitarias y los cultivos de alimentos, familiares o colectivos, que serán el camino a seguir por millones de pobres urbanos a medida que se profundice lo que una vecina de Ciudad Bolívar, suburbio de Bogotá, define como “guerra mundial por la comida”.
En uno de los barrios de esa gigantesca periferia urbana, llamado Potosí, rodeado de cerros donde los paramilitares dictan su ley, unos 15 mil habitantes inventan formas de agricultura urbana. En sólo cinco años han puesto en pie decenas de huertas en la escuela-comunidad Cerros del Sur, epicentro del movimiento, en los terrenos baldíos del barrio, en las propias viviendas y en las azoteas. La mayor funciona en el jardín infantil, donde los vecinos se turnan en minga (trabajo comunitario rotativo) para producir alimentos orgánicos que se vuelcan en el restaurante comunitario, donde 400 niños eluden la desnutrición.
Los cultivos forman parte de un proyecto de bioseguridad alimentaria que incluye también un mercado, inaugurado hace poco tiempo, donde los campesinos acuden a vender directamente a los vecinos, sin pasar por los intermediarios. El mercado quincenal es la forma visible de la alianza rural-urbana, entre pequeños campesinos y productores y consumidores urbanos, pero es también un espacio donde los pobres se relacionan entre sí, instalan ollas comunitarias, bailan y cantan. Una imagen de mercado similar a la que nos legó Fernand Braudel: el espacio de la vida económica, transparente, de competencia controlada, el terreno de la gente común y, por tanto, de beneficios exiguos. Este tipo de mercado ha sido literalmente aplastado por el capitalismo, donde los monopolios sustituyen la comunicación horizontal por el control vertical.
Uno de los mayores éxitos de las huertas de Potosí son los cultivos de quinua, cereal andino altamente nutritivo que complementa la dieta popular. Los vecinos se autoabastecen de quinua y crearon la Corporación Comunitaria Delicias del Sur, que cosecha, envasa y comercializa el producto. El mercado, situado en la plaza del barrio, es escenario de canjes de semillas y de “rondas populares de negocios” en las que se establecen acuerdos entre productores y consumidores populares, entre ellos los comedores comunitarios de Ciudad Bolívar. Uno de los acuerdos es potenciar el trueque, haciendo que cada productor destine 5 por ciento de su producción al intercambio sin moneda, para que todos puedan tener acceso a otros alimentos y productos.
La seguridad alimentaria forma parte de un proceso de construcción de poder desde abajo. No es apenas una cuestión técnica o de difusión de saberes, como pretenden las ONG. Por eso en Potosí han creado un consejo comunal electivo y cuentan con decenas de coordinadoras de cuadra que velan por la consolidación de la comunidad. Son espacios donde se toman las decisiones del día a día y las que afectan a la comunidad a largo plazo. Esa construcción de poder les ha permitido potenciar la producción de valores de uso, antes confinados al espacio doméstico, hasta convertirse en uno de los modos hegemónicos de producción en el barrio.
Puede replicarse, con razón, que se trata de experiencias locales que difícilmente pueden resolver problemas tan graves y vastos como la crisis alimentaria. Sin embargo, conviene no olvidar que las grandes transformaciones, como señaló el subcomandante Marcos en el Coloquio Aubry en diciembre pasado, “no comienzan arriba ni con hechos monumentales y épicos, sino con movimientos pequeños en su forma y que aparecen como irrelevantes para el político y el analista de arriba”.
SUBOFICIAL QUE RETUVO PERSONAS EN BOGOTÁ HIZO GRAVES CONFESIONES
QUE SE DESCUBRIO DESPUES DE FINALIZAR LA TOMA A LA SEDE DE PORVENIR?.. QUE EL EJERCITO DE COLOMBIA ES GENOCIDA Y COMETE ASESINATOS EXTRAJUDICIALES
Para todos aquellos que seguimos hoy lo que pasaba con la retención de 20 personas por un ex sub oficial del ejército armado con una granada, para todos quienes quedamos sorprendidos al ver cómo una transmisión en vivo y en directo por la televisión nacional (el canal City TV ya casi que es nacional) era cortada, censurada por la Comisión Nacional de Televisión en el momento en que dicho secuestrador hacía leer su 'hoja de servicios' en los que relataba el nacimiento de las fuerzas paramilitares e implicaba a varios miembors del ejército, muchos hoy generales o miembros de alto rango, en prácticas ilegales de grupos paramilitares como torturas, asesinatos extrajudiciales y demás. Para todos los que en ese momento empezamos a ver a DRAGON BALL Z en lugar de la transmisión de la nota - gracias al twitter (por fin sé para qué puede servir esta herramienta) varios amigos rastrearon los distintos diales y dieron con una emisora que continuaba con la transmisión: la W (tal vez por hacerle competencia a la emisora 'La FM' que había ganado de entrada 'la chiva' periodística al ser solicitada su conductora Vicky Dávila por el secuestrador) -. Para todos los que por radio continuamos escuchando las declaraciones, luego los gritos, la confusión, cerca de un minuto de ruidos de fondo, de una lucha que se adivinaba. Para los que escuchamos esto y para quienes no tuvieron la posibilidad gracias a que las declaraciones del oficial no fueron tomadas en cuenta en su totalidad y horror sino medianamente por dos medios noticiosos televisivos de bajo rating (Canal Capital y CM&) y en algo por el -de nuevo- diario El Espectador (que demostró independencia y celeridad en cubrir esta noticia a diferencia de esa autocensura de periodismo patriótico de El Tiempo que tardó 6 horas más que su competencia en publicar algo de la noticia).
Para todos ellos quedará esta nota de El Heraldo (encontrada gracias a Gacetilla), pues las declaraciones del hombre desaparecieron en las garras de RCN quien decidió esta vez sí respetar la cadena de custodia (cuando les conviene):
"Suboficial que retuvo a personas en Bogotá hizo graves confesiones a través de comunicado
Bogotá.
El sargento (r) Edgar Paz retuvo a unas 20 personas en el interior de la oficina de Porvenir en el centro de Bogotá, exigiendo que la prensa diera a conocer el contenido de un documento en el que además exige el pago de una pensión a la que, según él, tiene derecho tras prestar el servicio al Ejército durante muchos años.
El documento que el sargento Paz insistía en que fuera leído al Gobierno contiene el relato de crueles asesinatos ordenados —según él— por el Ejército y cometidos tras la toma, por parte del M-19, a la Embajada dominicana en 1980.
Antes de la lectura del comunicado, el hombre acordó que salieran los clientes de Porvenir que se encontraban allí, quedando en el interior sólo los funcionarios de la oficina.
En el comunicado, leído por la gerente de Porvenir, el hombre dice que él fue utilizado por el Ejército durante 17 años y que después fue despedido sin justa causa y sin ningún beneficio.
El extenso documento está dividido en varios apartes, el primero de los cuales hace referencia a lo que sucedió durante y posteriormente a la toma de la embajada de República Dominicana, entre febrero y abril de 1980.
“Me asignaron la misión de que en la camioneta-panel donde se llevaban a cabo los diálogos con Carmenza Cardona Londoño, alias ‘La Chiqui’, del M-19, el embajador de México y otros funcionarios del Gobierno, tenía la orden de meterme acostado boca arriba con una pistola 9 milímetros, en un depósito especial que le habían hecho a la camioneta del Batallón Charris Solano, con el propósito de grabara todo lo que hablaban”, dijo el comunicado.
Indica la misiva que el depósito quedó tan exacto que él quedaba con la cara con dirección a la silla donde la ‘Chiqui’ se encontraba, mirándola por un ojo mágico y apuntándole para disparar si ella llegaba a tornarse violenta.
Explica que tras la salida de los guerrilleros de Colombia, con destino a Cuba, y con dinero en su poder con el que se abastecieron de armas, se conoció el lugar por donde regresarían al país por el departamento de Chocó.
La muerte de ‘La Chiqui’
Al llegar al desembarcadero, soldados del batallón Charris Solano, del que hacía parte Paz, los esperaban y los recibieron a fuego. En ese enfrentamiento murieron ‘Chiqui’ y varios compañeros suyos, capturados otros y decomisado el armamento.
En un segundo punto, hacen referencia al secuestro de Marta Nieves Ochoa, por parte del M-19 y por cuyo rescate exigían una gruesa suma de dinero a Jorge Luis y Fabio Ochoa.
Indica que los Ochoa dijeron que preferían conformar un grupo de rescate y no pagarle dinero a “esos bandoleros”. Y que se contactó al coronel Chacón, quien se desempeñaba como director de inteligencia del departamento E2 y con el coronel Orlando Zafra, comandante del batallón de inteligencia y contra inteligencia ‘Charris Solano’.
Nacimiento de MAS
De ahí, dice el comunicado, nace el grupo ‘Muerte a Secuestradores’ (MAS) que integraban Iván Ramírez Quintero, ejecutivo y segundo comandante; Gonzalo Gil, jefe de operaciones; Ramos, jefe de la sucursal de inteligencia de Cali; Urquijo, jefe de grupo especial; Jairo Duván Pineda, director de la escuela de inteligencia; Ruiz, jefe de grupo especial; Faucelino Latorre, jefe de grupo especial, Galvis Corona Germán, jefe de grupo especial, Mario Montoya, jefe de cárdex operacional, Justo Eliseo Peña, Pérez y Bonilla, jefes de grupo especial.
“Todos estos oficiales, en la actualidad, tienen grados de generales”, agrega y menciona a otros integrantes, de menor grado, que ejecutaban las acciones. Entre estos había civiles, y todos se identificaban con alias. “Era la chapa con que trabajábamos”.
El grupo era financiado por Jorge Luis y Fabio Ochoa, para el rescate de Marta Nieves, en 1980 y fue entrenado por el israelita Jaír Klein, quien llegó al país especialmente para esta labor, asegura Paz en el comunicado.
“Teníamos como área de entrenamiento el polígono de la brigada logística, al que llamábamos la ‘busca ratón’, quedaba ubicada en una montaña, arriba de los cerros de San Cristóbal-sur, en Bogotá, un sitio llamado chelén chelén, en Tolemaida y en un área perteneciente a la escuela de comunicaciones de Facatativá.
Posterior al entrenamiento, se montó el área operacional en la finca ‘Las Margaritas’, propiedad de Jorge Luis Ochoa, ubicada en la autopista a Bogotá por la avenida norte.
La crueldad de ‘MAS
“En ese centro de operaciones de la finca ‘Las Margaritas’ es donde suceden toda clase de atrocidades y violaciones de los derechos humanos...”
Justo cuando se leía este aparte del comunicado fue interrumpida la señal que hacía en directo el canal local de Bogotá, City Tv, que de inmediato comenzó a transmitir su programación habitual.
Minutos más tarde, el director del canal, dijo al aire que una llamada, supuestamente de la dirección de la Comisión Nacional de Televisión, advertía la necesidad de interrumpir la señal porque se estaba haciendo apología al terrorismo.
Posteriormente se comunicó por teléfono con la titular de la CNTV, María Carolina Hoyos, quien aseguró que eso no era cierto, y que eso no era política de la comisión, por lo que la transmisión se reanudó.
Pero la radio no interrumpió y la lectura del comunicado siguió al aire.
“Primero los interrogábamos, luego los torturábamos y después la muerte más cruel”.
En este aparte Edgar Paz cuenta detalles de una de las supuestas ejecuciones hechas por ellos.
“Me acuerdo que, en un interrogativo que yo le estaba haciendo a un sujeto, el tipo del susto porque lo iban a matar, se ensució los pantalones. Y luego porque se había ensuciado y olí a feo, me dieron la orden de que le metiera la trompetilla de la pistola en la boca y le disparara”.
Y siguió contando casos de ejecuciones hechas a quienes, según ellos tenían relación con los guerrilleros.
“En otra ocasión en compañía del teniente Bonilla, teniendo a un sujeto amarrado de los pies y de las manos, lo metimos en un costal, le amarramos la boca al costal, lo subimos al baúl de un automóvil Chevrolet rojo y negro, que funcionaba como taxi conducido por el civil ‘condorito’, fuimos a la vía que conduce al aeropuerto Maiguaral y tiramos vivo desde un puente, a una quebrada, para que se ahogara”.
“Al otro día se escuchaban las noticias de los muertos que encontraban en diferentes partes de la ciudad. También hacíamos huecos, los enterrábamos vivos, después los sacábamos, cuando ya estaban muertos y los botábamos en las calles, todos en los lados de Monserrate.
Y sigue la tercera parte del extenso documento que hace referencia a un operativo en la ciudad de Santa Marta.
“Del primero al 20 de diciembre de ese mismo año, de 1980, cumpliendo requisitos del batallón de inteligencia Charris Solano, pero más que todos las misiones se desprendían del grupo ‘MAS’, me dieron la muerte de ir a la ciudad de Santa Marta en compañía del capitán Urquijo, el sargento Gordillo, Alias ‘El piojo’ y el cabo Gamarra Polo Juan”.
“La información era que Jaime Bateman Cayón llegaba disfrazado de monja a casa de su señora madre, Clementina Cayón para desde allí, sabotear un desfile que iba a realizarse por las calles principales de la ciudad; una serenata en la madrugada del 16 de diciembre para conmemorar el aniversario o algo así de Santa Marta”.
La madre de Bateman Cayón
“Como yo, sargento Paz, soy oriundo de Santa Marta, tenían conocimiento de que yo conocía en persona a la señora Clementina Cayón y a Jaime Bateman desde que nací y hasta había estudiado con un sobrino de ellos en el Inem, y como yo sabía la ubicación de Clementina, que vivía en el barrio Los Ángeles, que se movilizaba en un vehículo marca Renault, color verde y que laboraba en la Beneficencia del Magdalena, Lotería del Libertador, la misión específica que tenía yo era montar vigilancia en la casa de Clementina para informar si llegaba alguien disfrazado de monja, y seguimiento a la señora Clementina para establecer sus contactos”.
“Un día antes del desfile militar, como había tenido resultado positivo para la captura de Jaime Bateman Cayón, el capitán Urquijo me dio la orden de asesinar a la señora Clementina, para justificar los viáticos que habíamos gastado en la comisión.
“Tempranito, un día domingo, a las seis de la mañana, le hice seguimiento a la señora Clementina, desde que salió de su casa. Ella iba en su carro y yo en la moto que me habían asignado, detrás de ella. LA señora Clementina estacionó su vehículo en la iglesia san Francisco, se bajo, al parecer iba para misa, pero como la iglesia todavía estaba cerrada se sentó en un andén a un lado de la iglesia”.
“En ese momento yo me bajo de la moto, me le voy levantando y me saludo. Me dijo: ‘hola hijo cómo estás?’. En ese momento yo sentí un frío intenso que recorrió todo mi cuerpo. Contestándole el saludo, me di la media vuelta, me dirigí a la moto y me fui para la casa. No fui capaz de dispararle”.
“Una hora más tarde el capitán Urquijo llegó en una camioneta Ford Ranger a mi casa donde yo estaba posado, diciéndome toda clase de insultos, en vista de que no había cumplido con la orden. Me decía cobarde cuando llegué a Bogotá. Me dijo te hago destituir por incapacidad profesional”.
Asegura el sargento (r) Paz, en el comunicado que en ese momento no lo retiraron, pero le dieron 62 horas de arresto en su hoja de vida.
MAS da paso a ‘Convivir’
El cuarto aspecto que denuncia el señor Paz, en el comunicado, hace referencia a un grupo que se armó para el rescate de la señora Marta Nieves Ochoa, en el municipio de La Estrella, Antioquia, del que él formaba parte, se presentó un enfrentamiento con una patrulla del Ejército tras confundirla como perteneciente a la guerrilla. En ese enfrentamiento murió el teniente Bonilla.
Asegura que a finales de ese año fue liberada Marta Nieves Ochoa por la presión ejercida a la guerrilla y los muertos que le habían causado a los mismos. Entonces desaparece el grupo MAC que es reemplazado por la denominada cooperativa ‘Convivir’, de las Autodefensas Unidas de Colombia, las cuales estaban “con el patrocinio de la gobernación de Antioquia, bajo la administración de Álvaro Uribe.
Atentado a Navarro Wolff
La siguiente confesión era la orden recibida para asesinar, en la ciudad de Cali, a Antonio Navarro Wolff, del estado mayor del M-19.
“La misión era que yo condujera la moto y el sargento Naranjo de coequipero o pasajero en la moto.
Yo tenía una pistola y el sargento una granada de fragmentación”:
“Después de varios días de vigilancia y seguimiento a Navarro Wolff, lo avisamos en una cafetería, es cuando el sargento Naranjo me dice quela mejor forma de asesinarlo es lanzándole una granada, lo cual se hizo así, saliendo del lugar del atentado en la moto, por una vía de evacuación rápida que habíamos planeado, en el instante”.
“Al principio cuando se escuchó la noticia del operativo que habíamos hecho, nos felicitaron porque se pensaba que él iba a morir, pero luego que lo llevaron a México y se salvó, nos reprocharon la misión, y por mi seguridad personal y la de mi familia me trasladaron a la Escuela de Suboficiales Inocencia Chinca, en Tolemaida, entre los años 85 y 86”.
Luego comenta el comunicado los cargos que desempeñó al interior de la institución armada.
Detalló que fue entrenador de los jóvenes que hacían curso de ascenso para cabos segundo y que cuando el ascenso se dio, los sacaron del área urbana a la rural con destino a evitar que la guerrilla del M-19 escapara del cerco que se le venía haciendo en el sector de los farallones, en el Valle del Cauca. En el operativo que, según él no fue preparado, murieron 26 cabos recién ascendidos.
¿Recompensa por muerte de líderes?
En la sexta parte del documento explica como emprenden una operación rumbo a las montañas y en medio de la caminara recibieron de parte del general San Miguel Buenaventura, comandante de la Fuerzas Militares la instrucción proveniente del Ministerio de la defensa en el sentido que habría 20 millones de pesos a la patrulla que matara a cualquiera de los siguientes guerrilleros:
“Vera Grave, Pizarro León Gómez, Gustavo Petro, Marco Chelita, Iván Ospina y otros”.
“Lo más curioso es que cuando al M-19 le dieron indulto, me tocó prestarle seguridad personal a varios de ellos, por orden del gobierno Nacional para que no los mataran”.
Prosigue el relato que en un recorrido desde Totoró a La Silvia, en Cauca, a través de un carreteable, se encontraron con un campero Jeep, que ocupaban tres civiles, a los cuales se les disparó por no atender una orden de ‘Pare’.
Los tres murieron
El Coronel Mora Rangel, segundo comandante de Decima Brigada, quien fue avisado de lo sucedido, les ordenó hacer un hueco y enterrarlos, “quedando estas muertes impunes, y sin saber si eran o no guerrilleros”
Tras comentar un enfrentamiento con dos frentes de las guerrillas de EPL y M19, la mismo tiempo, y en que murieron varios soldados y varios, así como algunos policía fueron tomados como prisioneros, fue destituido por el fracaso de la operación.
La justificación que le dieron es que en ese ataque debían morir los oficiales y no los soldados.
Precaria situación
En el año 1990, asegura que tras haber sido destituido le vino una época de crisis porque ni en el DAS ni en ninguna parte le daban trabajo, pese a la experiencia que había adquirido en el Ejército.
Pero un día, 1992, recibió un telegrama del ministerio de Defensa en el que se le contrataba para que suministrara información. Po ello recibiría 50 mil pesos mensuales. La propuesta fue aceptada.
El comunicado asegura que en 1997, el sargento Paz se acercó al entonces general Iván Ramírez, comandante de la Primera División del Ejército, en Santa Marta y le dijo de la precaria situación económico en la que se encontraba.
El oficial, entonces sugería que se le nombrara en uno de los cargos que tienen los civiles en el ejército.
En ese momento ingresan cuatro efectivos de la Policía vestidos de saco y corbata le cayeron encima al hombre doblegándolo y desarmándolo.
Así las cosas, la lectura del comunicado quedó a medio terminar y la atención se centró entonces en lo que fue la captura del hombre. En adelante, en los medios de comunicación sólo se habló del delito de secuestro, porte ilegal de armas y del proceso que en adelante le sigue a este hombre".
Para todos aquellos que seguimos hoy lo que pasaba con la retención de 20 personas por un ex sub oficial del ejército armado con una granada, para todos quienes quedamos sorprendidos al ver cómo una transmisión en vivo y en directo por la televisión nacional (el canal City TV ya casi que es nacional) era cortada, censurada por la Comisión Nacional de Televisión en el momento en que dicho secuestrador hacía leer su 'hoja de servicios' en los que relataba el nacimiento de las fuerzas paramilitares e implicaba a varios miembors del ejército, muchos hoy generales o miembros de alto rango, en prácticas ilegales de grupos paramilitares como torturas, asesinatos extrajudiciales y demás. Para todos los que en ese momento empezamos a ver a DRAGON BALL Z en lugar de la transmisión de la nota - gracias al twitter (por fin sé para qué puede servir esta herramienta) varios amigos rastrearon los distintos diales y dieron con una emisora que continuaba con la transmisión: la W (tal vez por hacerle competencia a la emisora 'La FM' que había ganado de entrada 'la chiva' periodística al ser solicitada su conductora Vicky Dávila por el secuestrador) -. Para todos los que por radio continuamos escuchando las declaraciones, luego los gritos, la confusión, cerca de un minuto de ruidos de fondo, de una lucha que se adivinaba. Para los que escuchamos esto y para quienes no tuvieron la posibilidad gracias a que las declaraciones del oficial no fueron tomadas en cuenta en su totalidad y horror sino medianamente por dos medios noticiosos televisivos de bajo rating (Canal Capital y CM&) y en algo por el -de nuevo- diario El Espectador (que demostró independencia y celeridad en cubrir esta noticia a diferencia de esa autocensura de periodismo patriótico de El Tiempo que tardó 6 horas más que su competencia en publicar algo de la noticia).
Para todos ellos quedará esta nota de El Heraldo (encontrada gracias a Gacetilla), pues las declaraciones del hombre desaparecieron en las garras de RCN quien decidió esta vez sí respetar la cadena de custodia (cuando les conviene):
"Suboficial que retuvo a personas en Bogotá hizo graves confesiones a través de comunicado
Bogotá.
El sargento (r) Edgar Paz retuvo a unas 20 personas en el interior de la oficina de Porvenir en el centro de Bogotá, exigiendo que la prensa diera a conocer el contenido de un documento en el que además exige el pago de una pensión a la que, según él, tiene derecho tras prestar el servicio al Ejército durante muchos años.
El documento que el sargento Paz insistía en que fuera leído al Gobierno contiene el relato de crueles asesinatos ordenados —según él— por el Ejército y cometidos tras la toma, por parte del M-19, a la Embajada dominicana en 1980.
Antes de la lectura del comunicado, el hombre acordó que salieran los clientes de Porvenir que se encontraban allí, quedando en el interior sólo los funcionarios de la oficina.
En el comunicado, leído por la gerente de Porvenir, el hombre dice que él fue utilizado por el Ejército durante 17 años y que después fue despedido sin justa causa y sin ningún beneficio.
El extenso documento está dividido en varios apartes, el primero de los cuales hace referencia a lo que sucedió durante y posteriormente a la toma de la embajada de República Dominicana, entre febrero y abril de 1980.
“Me asignaron la misión de que en la camioneta-panel donde se llevaban a cabo los diálogos con Carmenza Cardona Londoño, alias ‘La Chiqui’, del M-19, el embajador de México y otros funcionarios del Gobierno, tenía la orden de meterme acostado boca arriba con una pistola 9 milímetros, en un depósito especial que le habían hecho a la camioneta del Batallón Charris Solano, con el propósito de grabara todo lo que hablaban”, dijo el comunicado.
Indica la misiva que el depósito quedó tan exacto que él quedaba con la cara con dirección a la silla donde la ‘Chiqui’ se encontraba, mirándola por un ojo mágico y apuntándole para disparar si ella llegaba a tornarse violenta.
Explica que tras la salida de los guerrilleros de Colombia, con destino a Cuba, y con dinero en su poder con el que se abastecieron de armas, se conoció el lugar por donde regresarían al país por el departamento de Chocó.
La muerte de ‘La Chiqui’
Al llegar al desembarcadero, soldados del batallón Charris Solano, del que hacía parte Paz, los esperaban y los recibieron a fuego. En ese enfrentamiento murieron ‘Chiqui’ y varios compañeros suyos, capturados otros y decomisado el armamento.
En un segundo punto, hacen referencia al secuestro de Marta Nieves Ochoa, por parte del M-19 y por cuyo rescate exigían una gruesa suma de dinero a Jorge Luis y Fabio Ochoa.
Indica que los Ochoa dijeron que preferían conformar un grupo de rescate y no pagarle dinero a “esos bandoleros”. Y que se contactó al coronel Chacón, quien se desempeñaba como director de inteligencia del departamento E2 y con el coronel Orlando Zafra, comandante del batallón de inteligencia y contra inteligencia ‘Charris Solano’.
Nacimiento de MAS
De ahí, dice el comunicado, nace el grupo ‘Muerte a Secuestradores’ (MAS) que integraban Iván Ramírez Quintero, ejecutivo y segundo comandante; Gonzalo Gil, jefe de operaciones; Ramos, jefe de la sucursal de inteligencia de Cali; Urquijo, jefe de grupo especial; Jairo Duván Pineda, director de la escuela de inteligencia; Ruiz, jefe de grupo especial; Faucelino Latorre, jefe de grupo especial, Galvis Corona Germán, jefe de grupo especial, Mario Montoya, jefe de cárdex operacional, Justo Eliseo Peña, Pérez y Bonilla, jefes de grupo especial.
“Todos estos oficiales, en la actualidad, tienen grados de generales”, agrega y menciona a otros integrantes, de menor grado, que ejecutaban las acciones. Entre estos había civiles, y todos se identificaban con alias. “Era la chapa con que trabajábamos”.
El grupo era financiado por Jorge Luis y Fabio Ochoa, para el rescate de Marta Nieves, en 1980 y fue entrenado por el israelita Jaír Klein, quien llegó al país especialmente para esta labor, asegura Paz en el comunicado.
“Teníamos como área de entrenamiento el polígono de la brigada logística, al que llamábamos la ‘busca ratón’, quedaba ubicada en una montaña, arriba de los cerros de San Cristóbal-sur, en Bogotá, un sitio llamado chelén chelén, en Tolemaida y en un área perteneciente a la escuela de comunicaciones de Facatativá.
Posterior al entrenamiento, se montó el área operacional en la finca ‘Las Margaritas’, propiedad de Jorge Luis Ochoa, ubicada en la autopista a Bogotá por la avenida norte.
La crueldad de ‘MAS
“En ese centro de operaciones de la finca ‘Las Margaritas’ es donde suceden toda clase de atrocidades y violaciones de los derechos humanos...”
Justo cuando se leía este aparte del comunicado fue interrumpida la señal que hacía en directo el canal local de Bogotá, City Tv, que de inmediato comenzó a transmitir su programación habitual.
Minutos más tarde, el director del canal, dijo al aire que una llamada, supuestamente de la dirección de la Comisión Nacional de Televisión, advertía la necesidad de interrumpir la señal porque se estaba haciendo apología al terrorismo.
Posteriormente se comunicó por teléfono con la titular de la CNTV, María Carolina Hoyos, quien aseguró que eso no era cierto, y que eso no era política de la comisión, por lo que la transmisión se reanudó.
Pero la radio no interrumpió y la lectura del comunicado siguió al aire.
“Primero los interrogábamos, luego los torturábamos y después la muerte más cruel”.
En este aparte Edgar Paz cuenta detalles de una de las supuestas ejecuciones hechas por ellos.
“Me acuerdo que, en un interrogativo que yo le estaba haciendo a un sujeto, el tipo del susto porque lo iban a matar, se ensució los pantalones. Y luego porque se había ensuciado y olí a feo, me dieron la orden de que le metiera la trompetilla de la pistola en la boca y le disparara”.
Y siguió contando casos de ejecuciones hechas a quienes, según ellos tenían relación con los guerrilleros.
“En otra ocasión en compañía del teniente Bonilla, teniendo a un sujeto amarrado de los pies y de las manos, lo metimos en un costal, le amarramos la boca al costal, lo subimos al baúl de un automóvil Chevrolet rojo y negro, que funcionaba como taxi conducido por el civil ‘condorito’, fuimos a la vía que conduce al aeropuerto Maiguaral y tiramos vivo desde un puente, a una quebrada, para que se ahogara”.
“Al otro día se escuchaban las noticias de los muertos que encontraban en diferentes partes de la ciudad. También hacíamos huecos, los enterrábamos vivos, después los sacábamos, cuando ya estaban muertos y los botábamos en las calles, todos en los lados de Monserrate.
Y sigue la tercera parte del extenso documento que hace referencia a un operativo en la ciudad de Santa Marta.
“Del primero al 20 de diciembre de ese mismo año, de 1980, cumpliendo requisitos del batallón de inteligencia Charris Solano, pero más que todos las misiones se desprendían del grupo ‘MAS’, me dieron la muerte de ir a la ciudad de Santa Marta en compañía del capitán Urquijo, el sargento Gordillo, Alias ‘El piojo’ y el cabo Gamarra Polo Juan”.
“La información era que Jaime Bateman Cayón llegaba disfrazado de monja a casa de su señora madre, Clementina Cayón para desde allí, sabotear un desfile que iba a realizarse por las calles principales de la ciudad; una serenata en la madrugada del 16 de diciembre para conmemorar el aniversario o algo así de Santa Marta”.
La madre de Bateman Cayón
“Como yo, sargento Paz, soy oriundo de Santa Marta, tenían conocimiento de que yo conocía en persona a la señora Clementina Cayón y a Jaime Bateman desde que nací y hasta había estudiado con un sobrino de ellos en el Inem, y como yo sabía la ubicación de Clementina, que vivía en el barrio Los Ángeles, que se movilizaba en un vehículo marca Renault, color verde y que laboraba en la Beneficencia del Magdalena, Lotería del Libertador, la misión específica que tenía yo era montar vigilancia en la casa de Clementina para informar si llegaba alguien disfrazado de monja, y seguimiento a la señora Clementina para establecer sus contactos”.
“Un día antes del desfile militar, como había tenido resultado positivo para la captura de Jaime Bateman Cayón, el capitán Urquijo me dio la orden de asesinar a la señora Clementina, para justificar los viáticos que habíamos gastado en la comisión.
“Tempranito, un día domingo, a las seis de la mañana, le hice seguimiento a la señora Clementina, desde que salió de su casa. Ella iba en su carro y yo en la moto que me habían asignado, detrás de ella. LA señora Clementina estacionó su vehículo en la iglesia san Francisco, se bajo, al parecer iba para misa, pero como la iglesia todavía estaba cerrada se sentó en un andén a un lado de la iglesia”.
“En ese momento yo me bajo de la moto, me le voy levantando y me saludo. Me dijo: ‘hola hijo cómo estás?’. En ese momento yo sentí un frío intenso que recorrió todo mi cuerpo. Contestándole el saludo, me di la media vuelta, me dirigí a la moto y me fui para la casa. No fui capaz de dispararle”.
“Una hora más tarde el capitán Urquijo llegó en una camioneta Ford Ranger a mi casa donde yo estaba posado, diciéndome toda clase de insultos, en vista de que no había cumplido con la orden. Me decía cobarde cuando llegué a Bogotá. Me dijo te hago destituir por incapacidad profesional”.
Asegura el sargento (r) Paz, en el comunicado que en ese momento no lo retiraron, pero le dieron 62 horas de arresto en su hoja de vida.
MAS da paso a ‘Convivir’
El cuarto aspecto que denuncia el señor Paz, en el comunicado, hace referencia a un grupo que se armó para el rescate de la señora Marta Nieves Ochoa, en el municipio de La Estrella, Antioquia, del que él formaba parte, se presentó un enfrentamiento con una patrulla del Ejército tras confundirla como perteneciente a la guerrilla. En ese enfrentamiento murió el teniente Bonilla.
Asegura que a finales de ese año fue liberada Marta Nieves Ochoa por la presión ejercida a la guerrilla y los muertos que le habían causado a los mismos. Entonces desaparece el grupo MAC que es reemplazado por la denominada cooperativa ‘Convivir’, de las Autodefensas Unidas de Colombia, las cuales estaban “con el patrocinio de la gobernación de Antioquia, bajo la administración de Álvaro Uribe.
Atentado a Navarro Wolff
La siguiente confesión era la orden recibida para asesinar, en la ciudad de Cali, a Antonio Navarro Wolff, del estado mayor del M-19.
“La misión era que yo condujera la moto y el sargento Naranjo de coequipero o pasajero en la moto.
Yo tenía una pistola y el sargento una granada de fragmentación”:
“Después de varios días de vigilancia y seguimiento a Navarro Wolff, lo avisamos en una cafetería, es cuando el sargento Naranjo me dice quela mejor forma de asesinarlo es lanzándole una granada, lo cual se hizo así, saliendo del lugar del atentado en la moto, por una vía de evacuación rápida que habíamos planeado, en el instante”.
“Al principio cuando se escuchó la noticia del operativo que habíamos hecho, nos felicitaron porque se pensaba que él iba a morir, pero luego que lo llevaron a México y se salvó, nos reprocharon la misión, y por mi seguridad personal y la de mi familia me trasladaron a la Escuela de Suboficiales Inocencia Chinca, en Tolemaida, entre los años 85 y 86”.
Luego comenta el comunicado los cargos que desempeñó al interior de la institución armada.
Detalló que fue entrenador de los jóvenes que hacían curso de ascenso para cabos segundo y que cuando el ascenso se dio, los sacaron del área urbana a la rural con destino a evitar que la guerrilla del M-19 escapara del cerco que se le venía haciendo en el sector de los farallones, en el Valle del Cauca. En el operativo que, según él no fue preparado, murieron 26 cabos recién ascendidos.
¿Recompensa por muerte de líderes?
En la sexta parte del documento explica como emprenden una operación rumbo a las montañas y en medio de la caminara recibieron de parte del general San Miguel Buenaventura, comandante de la Fuerzas Militares la instrucción proveniente del Ministerio de la defensa en el sentido que habría 20 millones de pesos a la patrulla que matara a cualquiera de los siguientes guerrilleros:
“Vera Grave, Pizarro León Gómez, Gustavo Petro, Marco Chelita, Iván Ospina y otros”.
“Lo más curioso es que cuando al M-19 le dieron indulto, me tocó prestarle seguridad personal a varios de ellos, por orden del gobierno Nacional para que no los mataran”.
Prosigue el relato que en un recorrido desde Totoró a La Silvia, en Cauca, a través de un carreteable, se encontraron con un campero Jeep, que ocupaban tres civiles, a los cuales se les disparó por no atender una orden de ‘Pare’.
Los tres murieron
El Coronel Mora Rangel, segundo comandante de Decima Brigada, quien fue avisado de lo sucedido, les ordenó hacer un hueco y enterrarlos, “quedando estas muertes impunes, y sin saber si eran o no guerrilleros”
Tras comentar un enfrentamiento con dos frentes de las guerrillas de EPL y M19, la mismo tiempo, y en que murieron varios soldados y varios, así como algunos policía fueron tomados como prisioneros, fue destituido por el fracaso de la operación.
La justificación que le dieron es que en ese ataque debían morir los oficiales y no los soldados.
Precaria situación
En el año 1990, asegura que tras haber sido destituido le vino una época de crisis porque ni en el DAS ni en ninguna parte le daban trabajo, pese a la experiencia que había adquirido en el Ejército.
Pero un día, 1992, recibió un telegrama del ministerio de Defensa en el que se le contrataba para que suministrara información. Po ello recibiría 50 mil pesos mensuales. La propuesta fue aceptada.
El comunicado asegura que en 1997, el sargento Paz se acercó al entonces general Iván Ramírez, comandante de la Primera División del Ejército, en Santa Marta y le dijo de la precaria situación económico en la que se encontraba.
El oficial, entonces sugería que se le nombrara en uno de los cargos que tienen los civiles en el ejército.
En ese momento ingresan cuatro efectivos de la Policía vestidos de saco y corbata le cayeron encima al hombre doblegándolo y desarmándolo.
Así las cosas, la lectura del comunicado quedó a medio terminar y la atención se centró entonces en lo que fue la captura del hombre. En adelante, en los medios de comunicación sólo se habló del delito de secuestro, porte ilegal de armas y del proceso que en adelante le sigue a este hombre".
miércoles, 21 de mayo de 2008
GUAMOCÓ: OLVIDADA POR EL ESTADO Y RECORDADA POR LAS MULTINACIONALES
Guamocó: olvidada por el estado y recordada por las multinacionales
Agencia Prensa Rural
Cuando se recorren los caminos y los territorios de las comunidades campesinas, particularmente en el Magdalena Medio, tierra olvidada por el estado en términos de inversión social, nunca había imaginado cuánta diversidad puede existir en estas tierras: de gente, de paisajes, de formas de vida, de subsistencia, de recursos naturales. En esta región se encuentra Guamocó, un territorio que ni siquiera aparece en los mapas de Colombia, y sin embargo es un territorio reconocido y valorado por sus pobladores. En términos institucionales Guamocó queda ubicada en el Sur de Bolívar, surcada por el río Tigüí, en las estribaciones de la serranía de San Lucas y las zonas rurales de los municipios de Santa Rosa del Sur (Sur de Bolívar), Simití y El Bagre (Antioquia). Es una extensa región, habitada por colonos que viven allí desde hace más de 30 años de distintas partes del país, como Chocó, Antioquia, Magdalena, Bolívar y Córdoba. Su economía se basa en la minería, agricultura de pancoger, ganadería y pesca. Se cultiva yuca, maíz, plátano, caña, fríjol, ñame, aguacate, piña, chontaduro, y se crían gallinas y marranos. Llegada a la tierra olvidada
Salimos de la ciudad de Barrancabermeja el 4 de abril, una comisión de organizaciones convocadas por la Asociación de Hermandades Agroecológicas y Mineras de Guamocó , una organización que nació como iniciativa de las comunidades campesinas en defensa del territorio, los derechos humanos, los recursos naturales y la creación de proyectos productivos autosostenibles para las comunidades campesinas. La Asociación de Hermandades Agroecológicas y Mineras de Guamocó, organización social que agrupa a las comunidades de esta región, se fundó el 24 de junio del 2007 en la vereda Marisosa (municipio de Santa Rosa del Sur). Nuestra comisión estaba conformada por un delegado de la Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra (ACVC), el Internacional Peace Observatory (IPO) y la Agencia Prensa Rural.
Después de tres horas de trayecto y luego de cruzar el río Magdalena, nos adentramos al río Inanea en chalupa. A lo lejos se divisaba la majestuosa Serranía de San Lucas, una cadena montañosa que hace parte de la cordillera central. Un sol resplandeciente y el aire fresco nos acompañaba. Llegamos al corregimiento de Cerro de Burgos, una pequeña montaña sobre la cual están construidas las pequeñas casas rodeadas por el río. Una vez llegamos, emprendimos el camino rumbo al municipio de Santa Rosa (Sur de Bolívar), a través del recorrido se observaba que por esta época los campesinos realizan el barbecho, una práctica ancestral de las comunidades agrícolas que consiste en quemar antes del cultivo o para sembrar pasto en la cría de ganado. Pasamos por una finca, donde según los pobladores los grupos paramilitares asesinaban a los campesinos y lideres comunales y donde luego los botaban al río. Una vez llegamos al municipio de Santa Rosa, se puede notar el comercio, las calles llenas de mercancías traídas de las capitales, la gran cantidad de iglesias cristianas, se alcanza a divisar a grandes rasgos el movimiento de grandes cantidades de capital que sin duda nunca se manifiesta en programas sociales para las comunidades.
Al siguiente día llegamos al corregimiento de Los Canelos. Allí nos topamos con el ejército del Batallón Nueva Granada, al mando del sargento segundo Luis Cárdenas de la Segunda División de artillería. Llegaron en las horas de la tarde y se repartieron por todos los alrededores del corregimiento. En una clara violación al derecho internacional humanitario, se paseaban con sus armas junto a los niños, que, como todos los domingos, salen a jugar a la plazoleta central del corregimiento. De allí partimos en motor canoa a la vereda Cañaveral, para luego continuar nuestro viaje a la primera vereda donde iniciaríamos nuestro trabajo.
Militares de Batallon Nueva Granada, en el corregimiento Los Canelos Arribamos el 7 de abril a la vereda La Fortuna, en la cual comenzaríamos a conocer el duro trabajo de la minería. Allí fue nuestro primer acercamiento a la dura labor de los campesinos y campesinas mineros. La mina a la que fue toda la comisión se llama La Fortuna, nombre bastante peculiar para una vereda olvida por el estado. Entramos a una mina de veta, que son minas subterráneas de roca dura que requieren excavación. Es un túnel dentro de la tierra de varios metros de profundidad, tanto vertical como horizontal. De allí sacan las rocas, enalgunas de ellas se encuentra depositado el valioso metal. Hombres, mujeres y niños trabajan picando las piedras, que luego serán procesadas en los molinos de piedras de metal, y donde se la aplican químicos como el cianuro y el mercurio. Uno de los métodos de extracción del oro consiste en combinar el material de las rocas con mercurio, extrayendo luego el mercurio por destilación. Este tipo de minería artesanal se ha conservado por muchos años en esta región, donde gran parte de la comunidad participa de una manera u otra en esta actividad.
Mina de oro de explotación artesanal en Guamocó (sur de Bolívar). Foto: ACVC
Extracción de oro en mina de veta Seguimos muestro recorrido acompañando a Aheramigua. Desde el inicio de nuestro recorrido, después de la vereda La Fortuna, nos adentramos en las selvas de la Cordillera Central. La gran diversidad de plantas con flores de colores y formas que ninguno de la comisión había visto en nuestras vidas, árboles con diferentes formas, y de donde cuelgan otras plantas que se adhieren a sus estructuras imponentes, donde viven miles de animales y sólo se escuchaban los sonidos de los pájaros, de los micos y otros animales que ninguno de la comisión excepto el líder campesino identificaba. Él conocía a la perfección el territorio, los caminos, los nombres de los árboles, de las plantas y de los animales, y todos quedábamos sorprendidos cuando nuestro guía, nos decía y mostraba a lo largo del camino las huellas de los tigres, los venados, de las guaguas. Incluso a alguna de las acompañantes no le gustaba mucho la idea de encontrar en el camino las huellas de los tigres.
Seguimos camino a durante 14 horas sin parar hasta la vereda La Palma Chica. Creo que ninguno de la comisión, a excepción de los líderes campesinos Mauro y Willi, había caminado en su vida desde las 5:00 am hasta las 7:30 pm. Caminamos por la selva, y en realidad, a pesar de ser un camino tan duro, éste no se sentía a comparación del lugar tan majestuoso y tan diferente a la ciudad. Valieron la pena las horas de caminadas interminables por los ríos, con las botas pantaneras mojadas. Valieron la pena los moretones, las caídas, las montadas en mula, que hacen que una persona de la ciudad se gane muchos sustos, pasar las enramadas y las piedras de todos los ríos. Los recursos hídricos son una de las características de esta lugar. Una gran riqueza en aguas manantiales encontramos y gozamos en nuestro recorrido, como cuando se recuerdan, en la cultura típica colombiana, las salidas de olla y sancocho en las festividades decembrinas de las familias de nuestro sufrido, golpeado y querido país.
Llegamos a Palma Chica el día 11 de abril, vereda de aproximadamente 500 habitantes. Se llama Palma Chica porque en este sector abunda una especie de palma que es de un tamaño muy pequeño. Allí, como en todas las comunidades campesinas, nos acogieron en sus hogares, cocinaron sus platos y nos preguntaban cómo era la vida en la ciudad. En el día, en todas las veredas que recorrimos no hay luz eléctrica, en la noche se prenden las plantas de energía que son puestas en virtud de la gasolina que llega de las ciudades después de un largo recorrido a mula y gracias a las habilidades de los campesinos arrieros de la región, teniendo en cuenta que la labor tanto del arriero como del minero requieren de conocimientos y destrezas desarrolladas a lo largo de la vida, de la relación con su entorno y con sus comunidades. Sin duda, no imaginaria, la vida de los arrieros, de la selva y de los animales, con una carretera, simplemente no existirían ninguno de los dos. En esta vereda conocimos la mina Libertad. Esta es una mina al igual que la anterior de veta, pero particularmente es una mina que tiene una historia y un contexto particular. Se llama Libertad porque, según cuentan, era la mina donde los esclavos negros llegaban al igual que en los palenques, en busca de libertad, y la cual los habitantes las nombran como las minas de los antiguos, de los esclavos autoliberados. La comunidad nos mostró en esta mina de 500 metros de profundidad, los troncos de madera que los antiguos utilizaban para las excavaciones, que no eran cortados con sierra eléctrica, sino tallados. Nos mostraron las puntillas, que no eran echas en moldes, sino talladas. Todo en esta mina era un trabajo hecho por los antiguos y por los contemporáneos, una clara demostración de que en este territorio han vivido las comunidades mineras por muchos años. Antes de coger rumbo, miembros de la comunidad nos llevaron al lugar donde antes quedaba la vereda, pero que después de una incursión paramilitar el 7 de agosto del 2002, casualmente el día la de posesión a la presidencia de Álvaro Uribe Vélez, llegaron los paramilitares y quemaron toda la vereda, las casas, la escuela y la iglesia, motivó por el cual muchos de los habitantes se desplazaron.
Mineros artesanales de la región de Guamocó (sur de Bolívar). Foto: ACVC
Luego de hacer nuestro trabajo acompañando a la comisión, salimos rumbo a la vereda Raiceros el 14 de abril, después de recorrer uno de los caminos más empedrados de todas las rutas. Esta es una comunidad que se particulariza por tener una gran cantidad de habitantes afrodescendientes. Allí fuimos a las minas de aluvión, que es otro método y forma de extracción de oro que consiste en minas de cielo abierto o de superficie que adoptan forma de grandes fosas. El método para la extracción es cavar a cielo abierto, con palas y ablandando la tierra con chorros de agua de gran fuerza. Aquí se práctica la técnica artesanal de barequeo, que es un recipiente tallado en un tipo de madera especial, en el cual se depositan las piedras y el barro con agua, para que luego después de una barrida con el movimiento de las manos del minero, salga el preciado metal. Allí las comunidades se reconocían como barequeros, oficio practicado ancestralmente por estas comunidades y del cual están orgullosos ya que requieren destrezas que sólo se adquieren con el paso del tiempo y de la historia.
Extracción de oro con la técnica del barequeo. Vereda Raiceros Salimos de Raiceros, camino hacia uno de los lugares donde se podía divisar toda la selva montañosa, pero antes de llegar tuvimos que recorrer la mayor subida. Nos elevamos a tal punto que cuando llegamos podíamos observar desde la montaña todo el camino que habíamos atravesado desde nuestra salida, toda la selva se divisaba en su máximo esplendor, y al siguiente día en la mañana, se podía observar las montañas cubiertas de neblina, como si estas fueran las cobijas de la selva en las noches de invierno. Luego partimos hacia la vereda El Alto de las Brisas, mejor conocida por la comunidad por la vereda Las Brujas, donde al igual que en la anterior, es en lo alto de la montaña. Sus habitantes nos mostraron los estragos que los militares ocasionaron a la escuela que los mismos vecinos habían construido. Cuando llegamos ya no quedaba escuela, fue convertido en un lugar donde los militares hacen fogatas y letreros. Aquí terminó nuestro recorrido. En este lugar tomaríamos rumbo hasta la vereda La Fortuna, otra vez y ya entrenados en la selva emprendimos nuestro viaje de retorno, no sin antes llevarnos lo mejores recuerdos de las comunidades que tan hospitalariamente nos acogieron en sus humildes hogares, enseñándonos todo acerca de sus formas de vida y de su hábitat.
De vereda en vereda Desde la primera vez que llegamos a realizar nuestro recorrido, con la intención de acompañar el proceso de conformación de las hermandades, se puede notar el total abandono del estado en relación con la inversión social. En ninguna de las veredas hay puesto de salud, ninguna ha desarrollado un programa de servicios básicos. En las pocas veredas donde hay escuela es producto del esfuerzo de las comunidades. Para que haya luz, los campesinos tienen que comprar motores y generadores que se abastecen con gasolina, que es traída de afuera a muchas horas de camino en mula y a altos precios.
El motivo de nuestra gira era acompañar a la Asociación de Hermandades Agroecológicas y Mineras de Guamocó, a la conformación de las Hermandades por la Vida. La intención de conformar dichas hermandades era establecer la unión entre las distintas comunidades campesinas, mineras, agrarias y de arrieros de la región, con el propósito de defender el territorio de las políticas de estado que a lo largo y ancho del territorio colombiano entregan nuestras riquezas a las multinacionales. Una de las más graves problemáticas de la región tiene que ver con una nueva política de estado, donde se implanta un bloque de búsqueda para los "mineros ilegales", quienes son todas las comunidades campesinas mineras y agrarias que habitan en la región. Al parecer, para el gobierno son más ilegales las comunidades que han habitado esta región por años, que las multinacionales que extraen nuestros recursos.
Parte de la lucha por el territorio tiene que ver con el arraigo y la apropiación por el territorio. Si bien se dice que los mineros son itinerantes, y que estas comunidades no existen, la realidad muestra otra cosa totalmente diferente: las comunidades que allí habitan llevan más de 30 años habitando este territorio, construyendo sus vidas y las de sus familias en estas tierras. Ellos recuerdan a los antiguos, y los antiguos son sus ancestros, es aquí donde se vive y se comparte alrededor de la vida comunitaria. Sin embargo, el gobierno conformó un bloque de búsqueda, en los departamentos de Santander y ahora en Bolívar, con sanciones económicas y penales para los pequeños mineros campesinos, al mejor estilo de la búsqueda de delincuentes. Todo este bloque de búsqueda a los "mineros ilegales" tiene directa relación con las multinacionales, y en específico con la corporación transnacional de origen canadiense Anglo Gold Ashanti Mines, que tiene su filial en Colombia con el nombre de la Kedahda. Estos territorios de Guamocó, a su vez, están titulados al canadiense John Milller, empresario reconocido de dicha multinacional. El planteamiento de la multinacional se focaliza en la realización de una carretera, con la pretensión de extraer todos los recursos de la zona, tanto el oro, como la madera y los recursos hídricos. Dicho objetivo hace parte las políticas de estado, que so pretexto de declarar a esta región como reserva forestal, no hace titulación de tierras a las comunidades campesinas, y sin embargo, se adjudican y titulan tierras a las multinacionales. Condicionando a los pequeños mineros a sacar un permiso de explotación a través de POT que cuesta alrededor de 45 millones de pesos, dinero que un minero no podría conseguir, pero que seguramente una multinacional que maneja miles de millones de capital sí los tiene.
Estas políticas, claramente, son el reflejo del tipo de gobierno que maneja al estado colombiano, un gobierno que es aliado, no de las comunidades, sino de las corporaciones y de los acaudalados empresarios mundiales. Uno de los grandes peligros que se corre en la región es permitir que esta multinacional entre, no sólo a desplazar a través de grupos militares y paramilitares, como fue el caso de la incursión paramilitar en la vereda Palma Chica (Sur de Bolívar), en la vereda Ventarrón donde destruyeron todo a su paso, y que casualmente, según los registros de propiedad, pertenecen a John Miller.
El gobierno impide la titulación a las comunidades agromineras con el argumento de que esta región es una reserva forestal, pero lo que realmente sucedería con una carretera, como lo pretende la multinacional, implicaría la destrucción de la selva montañosa, y de toda la diversidad de especies que viven en la selva, así como la transformación absoluta de la forma de vida de los campesinos mineros, agricultores y arrieros, convirtiéndolos en simples asalariados, y sin las menores garantías para sus comunidades. Sin contar con que el gobierno delega su responsabilidad social a las multinacionales y a los supuestos beneficios que traería la llegada de las multinacional a la región, como "trabajo para todos", "escuelas" y "salud", y más aun si la carretera que de alguna manera seria necesaria para las comunidades, es construida por la multinacional, siendo ésta una obligación del estado. Por otro lado, el gobierno y las multinacionales amenazan a las comunidades advirtiendo que si ellos no están de acuerdo con la construcción de la carretera y de la llegada de la multinacional, el estado en conjunto con la multinacional construirá una pista de aterrizaje, traerá toda su tecnología de extracción para sacar los recursos naturales, se colocarán tres bases militares para que protejan los intereses del señor John Miller. Este es uno de los muchos y didácticos ejemplos de la "seguridad democrática" aplicados en el gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez.
Conformación de las hermandades En nuestro recorrido de vereda en vereda, donde se conformaron todas las juntas directivas de base de Aheramigua, la comunidad asistió para escuchar los objetivos de la asociación, de la cual depende la unión en defensa del territorio, de la vida y la dignidad de las comunidades. Parte de la idea de que exista una organización es la generación de proyectos que ayuden a mejorar la calidad de vida de las comunidades y además fortalecer a las que ya existen. El principio fundamental es la alianza y el trabajo mancomunado de las comunidades, en virtud de defender lo que por derecho propio e histórico les pertenece: el territorio.
Parte de la lucha tiene que ver con la unión no sólo de las comunidades campesinas, es la unión de otros sectores sociales, como los estudiantes, los educadores, los sindicatos, los medios de comunicación alternativos, las organizaciones nacionales e internacionales defensoras de los derechos humanos, entre otros. Una de las organizaciones que más ha apoyado el proceso organizativo es la Asociación Campesina del Valle del río Cimitarra (ACVC), una organización campesina que trabaja hace más de 11 años en procesos organizativos de todas las comunidades del valle del río Cimitarra y el nordeste antioqueño. Parte de la experiencia organizativa es alimentarse y aprender de las demás experiencias de otras comunidades que también han tenido que defender su territorio, y que, a pesar de todos los obstáculos por los que han tenido que pasar, siguen resistiendo.
Felizmente culminamos cada uno de nuestros recorridos y nuestras visitas a todas las veredas, con la satisfactoria conformación de las Hermandades por la Vida en las veredas la Fortuna, Palma Chica, Raiceros, Ventarrón y Alto de las Brisas. En cada una de estas veredas, las comunidades constituyeron las juntas directivas de la asociación, con el objetivo de trabajar conjuntamente, de permanecer en comunicación, de generar, desde la unión, proyectos en conjunto para toda la población de la región, como también de construir lazos de hermandades independientemente de la religión, la raza o el género, sólo partiendo de la idea de que todos son campesinos, de que todos viven y comparten en el mismo territorio, y de que nadie más que ellos puede cuidar y proteger este lugar.
Mantener al pueblo ignorante, ¿una política de estado? Al recorrer la extensa región de Guamocó, es triste llegar a las veredas y ver las escuelas, que con tanto esfuerzo las comunidades han construido, vacías y descuidadas. Claramente se puede observar que el olvido del estado no sólo se ve representado en las necesidades básicas como la salud, el agua potable, saneamiento básico y otras como proyectos productivos autosostenibles, asistencia técnica minera y agrícola, atención integral a población vulnerable, sino que trasciende a algo tan importante y básico como la educación.
Confiados en el cumplimiento de la constitución y de la responsabilidad social del estado de garantizar la educación, por ser éste un "estado social de derecho", la gente de las comunidades ha trabajado con las uñas para sacar adelante la construcción de pequeñas escuelas de madera, a la espera de la entrada de maestros contratados por el estado. Sin embargo no han recibido más que prórrogas a su necesidad y una profunda preocupación al ver cómo sus niños van creciendo sin recibir la posibilidad de la educación.
"Pensar en la escuela significa ir poniendo el acumulado personal de cada uno: ir descubriéndose en las ideas, las creencias, el ser político, en nuestra creatividad, en nuestros mitos, en nuestras imagines de conocimiento, que no son otra cosa que el entramado de significación – personal y colectivo – que nos hace partícipes de una cultura y de una sociedad" (Baquero, 1993).
Escuelas destinadas a reuniones, escuelas que sólo utiliza la maleza que crece a su alrededor, y en el peor de los casos, como en la vereda del Alto de las Brisas, escuelas destinadas a ser la zona de campamento del ejército. Cuando hacen sus visitas a la zona, donde quedan dibujos y palabras escritas en las maderas que forman las paredes, así como huecos en el piso donde prenden el fuego. Esto no tiene nombre, no tiene nada que ver con justicia, con equidad, con el derecho de los niños, ni mucho menos con el cumplimiento de la constitución.
Escuela de la vereda Ventarrón convertida en campamento militar. Sumado a esto, el gobierno inventa la ley de trasferencias, un fuerte golpe a departamentos y municipios, afectando la educación, la salud, el agua potable y saneamiento básico, donde el mayor perjuicio lo recibe la población vulnerable, es decir la población campesina. El objetivo de estas políticas es recortar las trasferencias que la nación hace a los entes territoriales, al tiempo que se extingue la inversión social en las regiones, volviendo ingobernables e inviables municipios y departamentos ante la imposibilidad de atender los reclamos sociales de la comunidad.
¿Es acaso una de las políticas del estado mantener a la población sin educación, sin la capacidad de aprender, de recordar, de ejercitar su pensamiento, de ser líder? Parece recordar la época de la Conquista y la Colonia, el educar a los esclavos, porque de pronto se sublevaban. ¿Será posible que casi 500 años después, esto pueda tener relación alguna?
La concepción jerárquica de la educación impide el desarrollo sano, equitativo y social de las comunidades rurales y urbanas. Y esto hablando de una educación básica, sin remontarnos a la importancia de realizar una educación especializada para apoyar el estrés postraumático que viven todas las comunidades de Colombia víctimas del conflicto armado. Al escuchar a mujeres y hombres de distintas veredas, recordar situaciones de guerra en las que se han visto envueltos, sus ojos dejan de brillar, se lee en ellos el temor y la desconfianza, y más aún sabiendo que su historia de desplazamiento, puede no haber cesado.
Los habitantes de Guamocó están cansados de su condición de víctimas: víctimas de los paras, víctimas del ejército y ahora víctimas de las multinacionales, por el oro y la madera. La población de Guamocó exige que sean cumplidos los deberes del estado, principalmente en la defensa de los derechos humanos y en la educación de menores y adultos, gente sabia e inteligente de la selva tropical montañosa del sur de Bolívar, que conoce de la naturaleza, de la minería, de la agricultura, del clima, de los ríos, pero que en su mayoría es analfabeta y necesita y merece una educación digna y un gran respeto por su intención de formar niños sanos y que aporten para la construcción de un país más justo, con conocimientos integrales, en ecológica, matemáticas y arte.
El estado, la gobernación de Bolívar y la alcaldía de Santa Rosa del Sur no pueden seguir prorrogando más este derecho de la comunidad. ¿Acaso a este gobierno en particular le interesa tener gente ignorante para poder imponer poder? ¿Es más fácil reprimir a alguien que no conoce sus derechos? ¿O es tanto el presupuesto destinado a esta guerra interminable que no hay presupuesto para costear siete maestros anuales para estas veredas y sectores de Guamocó, entre los que se encuentran La Fortuna, Raiceros, Palma Chica, Ventarrón, Alto de las Brisas, Los Tomates, entre otros?
Guamocó, puede que no aparezca ni en el mapa como una región, puede que nadie conozca la historia de paramilitarismo y terror de esta zona, puede que nadie haya visto en los medios masivos de comunicación información sobre la destrucción total que sufrió la vereda Palma Chica, a causa de incendios causados por los paramilitares el 7 de agosto del 2002, fecha más bien recordada por la primera posesión de Álvaro Uribe Vélez en la Presidencia. Pero la comunidad sí se reconoce, tiene memoria, reconoce sus derechos, valores y sus necesidades, conoce la Constitución que exigen sea cumplida. Por tanto, luego de realizar un censo de la población infantil, líderes de las distintas juntas de acción comunal viajarán próximamente a Santa Rosa del Sur de Bolívar a buscar una solución definitiva a su derecho, convencidos de que sus hijos van a tener la posibilidad de estudiar y de que sus escuelas no serán más invadidas por la maleza, ni por campamentos militares, ni será un espacio deshabitado, sino un espacio para la educación, el arte y la creatividad.
http://prensarural.org/spip/spip.php?article1219
Agencia Prensa Rural
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Cuando se recorren los caminos y los territorios de las comunidades campesinas, particularmente en el Magdalena Medio, tierra olvidada por el estado en términos de inversión social, nunca había imaginado cuánta diversidad puede existir en estas tierras: de gente, de paisajes, de formas de vida, de subsistencia, de recursos naturales. En esta región se encuentra Guamocó, un territorio que ni siquiera aparece en los mapas de Colombia, y sin embargo es un territorio reconocido y valorado por sus pobladores. En términos institucionales Guamocó queda ubicada en el Sur de Bolívar, surcada por el río Tigüí, en las estribaciones de la serranía de San Lucas y las zonas rurales de los municipios de Santa Rosa del Sur (Sur de Bolívar), Simití y El Bagre (Antioquia). Es una extensa región, habitada por colonos que viven allí desde hace más de 30 años de distintas partes del país, como Chocó, Antioquia, Magdalena, Bolívar y Córdoba. Su economía se basa en la minería, agricultura de pancoger, ganadería y pesca. Se cultiva yuca, maíz, plátano, caña, fríjol, ñame, aguacate, piña, chontaduro, y se crían gallinas y marranos. Llegada a la tierra olvidada
Salimos de la ciudad de Barrancabermeja el 4 de abril, una comisión de organizaciones convocadas por la Asociación de Hermandades Agroecológicas y Mineras de Guamocó , una organización que nació como iniciativa de las comunidades campesinas en defensa del territorio, los derechos humanos, los recursos naturales y la creación de proyectos productivos autosostenibles para las comunidades campesinas. La Asociación de Hermandades Agroecológicas y Mineras de Guamocó, organización social que agrupa a las comunidades de esta región, se fundó el 24 de junio del 2007 en la vereda Marisosa (municipio de Santa Rosa del Sur). Nuestra comisión estaba conformada por un delegado de la Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra (ACVC), el Internacional Peace Observatory (IPO) y la Agencia Prensa Rural.
Después de tres horas de trayecto y luego de cruzar el río Magdalena, nos adentramos al río Inanea en chalupa. A lo lejos se divisaba la majestuosa Serranía de San Lucas, una cadena montañosa que hace parte de la cordillera central. Un sol resplandeciente y el aire fresco nos acompañaba. Llegamos al corregimiento de Cerro de Burgos, una pequeña montaña sobre la cual están construidas las pequeñas casas rodeadas por el río. Una vez llegamos, emprendimos el camino rumbo al municipio de Santa Rosa (Sur de Bolívar), a través del recorrido se observaba que por esta época los campesinos realizan el barbecho, una práctica ancestral de las comunidades agrícolas que consiste en quemar antes del cultivo o para sembrar pasto en la cría de ganado. Pasamos por una finca, donde según los pobladores los grupos paramilitares asesinaban a los campesinos y lideres comunales y donde luego los botaban al río. Una vez llegamos al municipio de Santa Rosa, se puede notar el comercio, las calles llenas de mercancías traídas de las capitales, la gran cantidad de iglesias cristianas, se alcanza a divisar a grandes rasgos el movimiento de grandes cantidades de capital que sin duda nunca se manifiesta en programas sociales para las comunidades.
Al siguiente día llegamos al corregimiento de Los Canelos. Allí nos topamos con el ejército del Batallón Nueva Granada, al mando del sargento segundo Luis Cárdenas de la Segunda División de artillería. Llegaron en las horas de la tarde y se repartieron por todos los alrededores del corregimiento. En una clara violación al derecho internacional humanitario, se paseaban con sus armas junto a los niños, que, como todos los domingos, salen a jugar a la plazoleta central del corregimiento. De allí partimos en motor canoa a la vereda Cañaveral, para luego continuar nuestro viaje a la primera vereda donde iniciaríamos nuestro trabajo.
Militares de Batallon Nueva Granada, en el corregimiento Los Canelos Arribamos el 7 de abril a la vereda La Fortuna, en la cual comenzaríamos a conocer el duro trabajo de la minería. Allí fue nuestro primer acercamiento a la dura labor de los campesinos y campesinas mineros. La mina a la que fue toda la comisión se llama La Fortuna, nombre bastante peculiar para una vereda olvida por el estado. Entramos a una mina de veta, que son minas subterráneas de roca dura que requieren excavación. Es un túnel dentro de la tierra de varios metros de profundidad, tanto vertical como horizontal. De allí sacan las rocas, enalgunas de ellas se encuentra depositado el valioso metal. Hombres, mujeres y niños trabajan picando las piedras, que luego serán procesadas en los molinos de piedras de metal, y donde se la aplican químicos como el cianuro y el mercurio. Uno de los métodos de extracción del oro consiste en combinar el material de las rocas con mercurio, extrayendo luego el mercurio por destilación. Este tipo de minería artesanal se ha conservado por muchos años en esta región, donde gran parte de la comunidad participa de una manera u otra en esta actividad.
Mina de oro de explotación artesanal en Guamocó (sur de Bolívar). Foto: ACVC
Extracción de oro en mina de veta Seguimos muestro recorrido acompañando a Aheramigua. Desde el inicio de nuestro recorrido, después de la vereda La Fortuna, nos adentramos en las selvas de la Cordillera Central. La gran diversidad de plantas con flores de colores y formas que ninguno de la comisión había visto en nuestras vidas, árboles con diferentes formas, y de donde cuelgan otras plantas que se adhieren a sus estructuras imponentes, donde viven miles de animales y sólo se escuchaban los sonidos de los pájaros, de los micos y otros animales que ninguno de la comisión excepto el líder campesino identificaba. Él conocía a la perfección el territorio, los caminos, los nombres de los árboles, de las plantas y de los animales, y todos quedábamos sorprendidos cuando nuestro guía, nos decía y mostraba a lo largo del camino las huellas de los tigres, los venados, de las guaguas. Incluso a alguna de las acompañantes no le gustaba mucho la idea de encontrar en el camino las huellas de los tigres.
Seguimos camino a durante 14 horas sin parar hasta la vereda La Palma Chica. Creo que ninguno de la comisión, a excepción de los líderes campesinos Mauro y Willi, había caminado en su vida desde las 5:00 am hasta las 7:30 pm. Caminamos por la selva, y en realidad, a pesar de ser un camino tan duro, éste no se sentía a comparación del lugar tan majestuoso y tan diferente a la ciudad. Valieron la pena las horas de caminadas interminables por los ríos, con las botas pantaneras mojadas. Valieron la pena los moretones, las caídas, las montadas en mula, que hacen que una persona de la ciudad se gane muchos sustos, pasar las enramadas y las piedras de todos los ríos. Los recursos hídricos son una de las características de esta lugar. Una gran riqueza en aguas manantiales encontramos y gozamos en nuestro recorrido, como cuando se recuerdan, en la cultura típica colombiana, las salidas de olla y sancocho en las festividades decembrinas de las familias de nuestro sufrido, golpeado y querido país.
Llegamos a Palma Chica el día 11 de abril, vereda de aproximadamente 500 habitantes. Se llama Palma Chica porque en este sector abunda una especie de palma que es de un tamaño muy pequeño. Allí, como en todas las comunidades campesinas, nos acogieron en sus hogares, cocinaron sus platos y nos preguntaban cómo era la vida en la ciudad. En el día, en todas las veredas que recorrimos no hay luz eléctrica, en la noche se prenden las plantas de energía que son puestas en virtud de la gasolina que llega de las ciudades después de un largo recorrido a mula y gracias a las habilidades de los campesinos arrieros de la región, teniendo en cuenta que la labor tanto del arriero como del minero requieren de conocimientos y destrezas desarrolladas a lo largo de la vida, de la relación con su entorno y con sus comunidades. Sin duda, no imaginaria, la vida de los arrieros, de la selva y de los animales, con una carretera, simplemente no existirían ninguno de los dos. En esta vereda conocimos la mina Libertad. Esta es una mina al igual que la anterior de veta, pero particularmente es una mina que tiene una historia y un contexto particular. Se llama Libertad porque, según cuentan, era la mina donde los esclavos negros llegaban al igual que en los palenques, en busca de libertad, y la cual los habitantes las nombran como las minas de los antiguos, de los esclavos autoliberados. La comunidad nos mostró en esta mina de 500 metros de profundidad, los troncos de madera que los antiguos utilizaban para las excavaciones, que no eran cortados con sierra eléctrica, sino tallados. Nos mostraron las puntillas, que no eran echas en moldes, sino talladas. Todo en esta mina era un trabajo hecho por los antiguos y por los contemporáneos, una clara demostración de que en este territorio han vivido las comunidades mineras por muchos años. Antes de coger rumbo, miembros de la comunidad nos llevaron al lugar donde antes quedaba la vereda, pero que después de una incursión paramilitar el 7 de agosto del 2002, casualmente el día la de posesión a la presidencia de Álvaro Uribe Vélez, llegaron los paramilitares y quemaron toda la vereda, las casas, la escuela y la iglesia, motivó por el cual muchos de los habitantes se desplazaron.
Mineros artesanales de la región de Guamocó (sur de Bolívar). Foto: ACVC
Luego de hacer nuestro trabajo acompañando a la comisión, salimos rumbo a la vereda Raiceros el 14 de abril, después de recorrer uno de los caminos más empedrados de todas las rutas. Esta es una comunidad que se particulariza por tener una gran cantidad de habitantes afrodescendientes. Allí fuimos a las minas de aluvión, que es otro método y forma de extracción de oro que consiste en minas de cielo abierto o de superficie que adoptan forma de grandes fosas. El método para la extracción es cavar a cielo abierto, con palas y ablandando la tierra con chorros de agua de gran fuerza. Aquí se práctica la técnica artesanal de barequeo, que es un recipiente tallado en un tipo de madera especial, en el cual se depositan las piedras y el barro con agua, para que luego después de una barrida con el movimiento de las manos del minero, salga el preciado metal. Allí las comunidades se reconocían como barequeros, oficio practicado ancestralmente por estas comunidades y del cual están orgullosos ya que requieren destrezas que sólo se adquieren con el paso del tiempo y de la historia.
Extracción de oro con la técnica del barequeo. Vereda Raiceros Salimos de Raiceros, camino hacia uno de los lugares donde se podía divisar toda la selva montañosa, pero antes de llegar tuvimos que recorrer la mayor subida. Nos elevamos a tal punto que cuando llegamos podíamos observar desde la montaña todo el camino que habíamos atravesado desde nuestra salida, toda la selva se divisaba en su máximo esplendor, y al siguiente día en la mañana, se podía observar las montañas cubiertas de neblina, como si estas fueran las cobijas de la selva en las noches de invierno. Luego partimos hacia la vereda El Alto de las Brisas, mejor conocida por la comunidad por la vereda Las Brujas, donde al igual que en la anterior, es en lo alto de la montaña. Sus habitantes nos mostraron los estragos que los militares ocasionaron a la escuela que los mismos vecinos habían construido. Cuando llegamos ya no quedaba escuela, fue convertido en un lugar donde los militares hacen fogatas y letreros. Aquí terminó nuestro recorrido. En este lugar tomaríamos rumbo hasta la vereda La Fortuna, otra vez y ya entrenados en la selva emprendimos nuestro viaje de retorno, no sin antes llevarnos lo mejores recuerdos de las comunidades que tan hospitalariamente nos acogieron en sus humildes hogares, enseñándonos todo acerca de sus formas de vida y de su hábitat.
De vereda en vereda Desde la primera vez que llegamos a realizar nuestro recorrido, con la intención de acompañar el proceso de conformación de las hermandades, se puede notar el total abandono del estado en relación con la inversión social. En ninguna de las veredas hay puesto de salud, ninguna ha desarrollado un programa de servicios básicos. En las pocas veredas donde hay escuela es producto del esfuerzo de las comunidades. Para que haya luz, los campesinos tienen que comprar motores y generadores que se abastecen con gasolina, que es traída de afuera a muchas horas de camino en mula y a altos precios.
El motivo de nuestra gira era acompañar a la Asociación de Hermandades Agroecológicas y Mineras de Guamocó, a la conformación de las Hermandades por la Vida. La intención de conformar dichas hermandades era establecer la unión entre las distintas comunidades campesinas, mineras, agrarias y de arrieros de la región, con el propósito de defender el territorio de las políticas de estado que a lo largo y ancho del territorio colombiano entregan nuestras riquezas a las multinacionales. Una de las más graves problemáticas de la región tiene que ver con una nueva política de estado, donde se implanta un bloque de búsqueda para los "mineros ilegales", quienes son todas las comunidades campesinas mineras y agrarias que habitan en la región. Al parecer, para el gobierno son más ilegales las comunidades que han habitado esta región por años, que las multinacionales que extraen nuestros recursos.
Parte de la lucha por el territorio tiene que ver con el arraigo y la apropiación por el territorio. Si bien se dice que los mineros son itinerantes, y que estas comunidades no existen, la realidad muestra otra cosa totalmente diferente: las comunidades que allí habitan llevan más de 30 años habitando este territorio, construyendo sus vidas y las de sus familias en estas tierras. Ellos recuerdan a los antiguos, y los antiguos son sus ancestros, es aquí donde se vive y se comparte alrededor de la vida comunitaria. Sin embargo, el gobierno conformó un bloque de búsqueda, en los departamentos de Santander y ahora en Bolívar, con sanciones económicas y penales para los pequeños mineros campesinos, al mejor estilo de la búsqueda de delincuentes. Todo este bloque de búsqueda a los "mineros ilegales" tiene directa relación con las multinacionales, y en específico con la corporación transnacional de origen canadiense Anglo Gold Ashanti Mines, que tiene su filial en Colombia con el nombre de la Kedahda. Estos territorios de Guamocó, a su vez, están titulados al canadiense John Milller, empresario reconocido de dicha multinacional. El planteamiento de la multinacional se focaliza en la realización de una carretera, con la pretensión de extraer todos los recursos de la zona, tanto el oro, como la madera y los recursos hídricos. Dicho objetivo hace parte las políticas de estado, que so pretexto de declarar a esta región como reserva forestal, no hace titulación de tierras a las comunidades campesinas, y sin embargo, se adjudican y titulan tierras a las multinacionales. Condicionando a los pequeños mineros a sacar un permiso de explotación a través de POT que cuesta alrededor de 45 millones de pesos, dinero que un minero no podría conseguir, pero que seguramente una multinacional que maneja miles de millones de capital sí los tiene.
Estas políticas, claramente, son el reflejo del tipo de gobierno que maneja al estado colombiano, un gobierno que es aliado, no de las comunidades, sino de las corporaciones y de los acaudalados empresarios mundiales. Uno de los grandes peligros que se corre en la región es permitir que esta multinacional entre, no sólo a desplazar a través de grupos militares y paramilitares, como fue el caso de la incursión paramilitar en la vereda Palma Chica (Sur de Bolívar), en la vereda Ventarrón donde destruyeron todo a su paso, y que casualmente, según los registros de propiedad, pertenecen a John Miller.
El gobierno impide la titulación a las comunidades agromineras con el argumento de que esta región es una reserva forestal, pero lo que realmente sucedería con una carretera, como lo pretende la multinacional, implicaría la destrucción de la selva montañosa, y de toda la diversidad de especies que viven en la selva, así como la transformación absoluta de la forma de vida de los campesinos mineros, agricultores y arrieros, convirtiéndolos en simples asalariados, y sin las menores garantías para sus comunidades. Sin contar con que el gobierno delega su responsabilidad social a las multinacionales y a los supuestos beneficios que traería la llegada de las multinacional a la región, como "trabajo para todos", "escuelas" y "salud", y más aun si la carretera que de alguna manera seria necesaria para las comunidades, es construida por la multinacional, siendo ésta una obligación del estado. Por otro lado, el gobierno y las multinacionales amenazan a las comunidades advirtiendo que si ellos no están de acuerdo con la construcción de la carretera y de la llegada de la multinacional, el estado en conjunto con la multinacional construirá una pista de aterrizaje, traerá toda su tecnología de extracción para sacar los recursos naturales, se colocarán tres bases militares para que protejan los intereses del señor John Miller. Este es uno de los muchos y didácticos ejemplos de la "seguridad democrática" aplicados en el gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez.
Conformación de las hermandades En nuestro recorrido de vereda en vereda, donde se conformaron todas las juntas directivas de base de Aheramigua, la comunidad asistió para escuchar los objetivos de la asociación, de la cual depende la unión en defensa del territorio, de la vida y la dignidad de las comunidades. Parte de la idea de que exista una organización es la generación de proyectos que ayuden a mejorar la calidad de vida de las comunidades y además fortalecer a las que ya existen. El principio fundamental es la alianza y el trabajo mancomunado de las comunidades, en virtud de defender lo que por derecho propio e histórico les pertenece: el territorio.
Parte de la lucha tiene que ver con la unión no sólo de las comunidades campesinas, es la unión de otros sectores sociales, como los estudiantes, los educadores, los sindicatos, los medios de comunicación alternativos, las organizaciones nacionales e internacionales defensoras de los derechos humanos, entre otros. Una de las organizaciones que más ha apoyado el proceso organizativo es la Asociación Campesina del Valle del río Cimitarra (ACVC), una organización campesina que trabaja hace más de 11 años en procesos organizativos de todas las comunidades del valle del río Cimitarra y el nordeste antioqueño. Parte de la experiencia organizativa es alimentarse y aprender de las demás experiencias de otras comunidades que también han tenido que defender su territorio, y que, a pesar de todos los obstáculos por los que han tenido que pasar, siguen resistiendo.
Felizmente culminamos cada uno de nuestros recorridos y nuestras visitas a todas las veredas, con la satisfactoria conformación de las Hermandades por la Vida en las veredas la Fortuna, Palma Chica, Raiceros, Ventarrón y Alto de las Brisas. En cada una de estas veredas, las comunidades constituyeron las juntas directivas de la asociación, con el objetivo de trabajar conjuntamente, de permanecer en comunicación, de generar, desde la unión, proyectos en conjunto para toda la población de la región, como también de construir lazos de hermandades independientemente de la religión, la raza o el género, sólo partiendo de la idea de que todos son campesinos, de que todos viven y comparten en el mismo territorio, y de que nadie más que ellos puede cuidar y proteger este lugar.
Mantener al pueblo ignorante, ¿una política de estado? Al recorrer la extensa región de Guamocó, es triste llegar a las veredas y ver las escuelas, que con tanto esfuerzo las comunidades han construido, vacías y descuidadas. Claramente se puede observar que el olvido del estado no sólo se ve representado en las necesidades básicas como la salud, el agua potable, saneamiento básico y otras como proyectos productivos autosostenibles, asistencia técnica minera y agrícola, atención integral a población vulnerable, sino que trasciende a algo tan importante y básico como la educación.
Confiados en el cumplimiento de la constitución y de la responsabilidad social del estado de garantizar la educación, por ser éste un "estado social de derecho", la gente de las comunidades ha trabajado con las uñas para sacar adelante la construcción de pequeñas escuelas de madera, a la espera de la entrada de maestros contratados por el estado. Sin embargo no han recibido más que prórrogas a su necesidad y una profunda preocupación al ver cómo sus niños van creciendo sin recibir la posibilidad de la educación.
"Pensar en la escuela significa ir poniendo el acumulado personal de cada uno: ir descubriéndose en las ideas, las creencias, el ser político, en nuestra creatividad, en nuestros mitos, en nuestras imagines de conocimiento, que no son otra cosa que el entramado de significación – personal y colectivo – que nos hace partícipes de una cultura y de una sociedad" (Baquero, 1993).
Escuelas destinadas a reuniones, escuelas que sólo utiliza la maleza que crece a su alrededor, y en el peor de los casos, como en la vereda del Alto de las Brisas, escuelas destinadas a ser la zona de campamento del ejército. Cuando hacen sus visitas a la zona, donde quedan dibujos y palabras escritas en las maderas que forman las paredes, así como huecos en el piso donde prenden el fuego. Esto no tiene nombre, no tiene nada que ver con justicia, con equidad, con el derecho de los niños, ni mucho menos con el cumplimiento de la constitución.
Escuela de la vereda Ventarrón convertida en campamento militar. Sumado a esto, el gobierno inventa la ley de trasferencias, un fuerte golpe a departamentos y municipios, afectando la educación, la salud, el agua potable y saneamiento básico, donde el mayor perjuicio lo recibe la población vulnerable, es decir la población campesina. El objetivo de estas políticas es recortar las trasferencias que la nación hace a los entes territoriales, al tiempo que se extingue la inversión social en las regiones, volviendo ingobernables e inviables municipios y departamentos ante la imposibilidad de atender los reclamos sociales de la comunidad.
¿Es acaso una de las políticas del estado mantener a la población sin educación, sin la capacidad de aprender, de recordar, de ejercitar su pensamiento, de ser líder? Parece recordar la época de la Conquista y la Colonia, el educar a los esclavos, porque de pronto se sublevaban. ¿Será posible que casi 500 años después, esto pueda tener relación alguna?
La concepción jerárquica de la educación impide el desarrollo sano, equitativo y social de las comunidades rurales y urbanas. Y esto hablando de una educación básica, sin remontarnos a la importancia de realizar una educación especializada para apoyar el estrés postraumático que viven todas las comunidades de Colombia víctimas del conflicto armado. Al escuchar a mujeres y hombres de distintas veredas, recordar situaciones de guerra en las que se han visto envueltos, sus ojos dejan de brillar, se lee en ellos el temor y la desconfianza, y más aún sabiendo que su historia de desplazamiento, puede no haber cesado.
Los habitantes de Guamocó están cansados de su condición de víctimas: víctimas de los paras, víctimas del ejército y ahora víctimas de las multinacionales, por el oro y la madera. La población de Guamocó exige que sean cumplidos los deberes del estado, principalmente en la defensa de los derechos humanos y en la educación de menores y adultos, gente sabia e inteligente de la selva tropical montañosa del sur de Bolívar, que conoce de la naturaleza, de la minería, de la agricultura, del clima, de los ríos, pero que en su mayoría es analfabeta y necesita y merece una educación digna y un gran respeto por su intención de formar niños sanos y que aporten para la construcción de un país más justo, con conocimientos integrales, en ecológica, matemáticas y arte.
El estado, la gobernación de Bolívar y la alcaldía de Santa Rosa del Sur no pueden seguir prorrogando más este derecho de la comunidad. ¿Acaso a este gobierno en particular le interesa tener gente ignorante para poder imponer poder? ¿Es más fácil reprimir a alguien que no conoce sus derechos? ¿O es tanto el presupuesto destinado a esta guerra interminable que no hay presupuesto para costear siete maestros anuales para estas veredas y sectores de Guamocó, entre los que se encuentran La Fortuna, Raiceros, Palma Chica, Ventarrón, Alto de las Brisas, Los Tomates, entre otros?
Guamocó, puede que no aparezca ni en el mapa como una región, puede que nadie conozca la historia de paramilitarismo y terror de esta zona, puede que nadie haya visto en los medios masivos de comunicación información sobre la destrucción total que sufrió la vereda Palma Chica, a causa de incendios causados por los paramilitares el 7 de agosto del 2002, fecha más bien recordada por la primera posesión de Álvaro Uribe Vélez en la Presidencia. Pero la comunidad sí se reconoce, tiene memoria, reconoce sus derechos, valores y sus necesidades, conoce la Constitución que exigen sea cumplida. Por tanto, luego de realizar un censo de la población infantil, líderes de las distintas juntas de acción comunal viajarán próximamente a Santa Rosa del Sur de Bolívar a buscar una solución definitiva a su derecho, convencidos de que sus hijos van a tener la posibilidad de estudiar y de que sus escuelas no serán más invadidas por la maleza, ni por campamentos militares, ni será un espacio deshabitado, sino un espacio para la educación, el arte y la creatividad.
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UN PAÍS RARO
Un mundo raro
Por
Hernando Gómez Buendía
Son tres hechos gravísimos. El Congreso se está desintegrando porque los congresistas están siendo llevados a la cárcel. El Presidente de la República y el de la Corte Suprema se acusan mutuamente de cometer delitos. Y la reforma que sirvió de base para elegir al Primer Mandatario está viciada porque el gobierno compró los votos decisivos.
Estos tres hechos en cualquier país serían el colapso del sistema político. La gente inundaría las calles, el Congreso -o la Corte- estarían a punto de cerrarse y habría una pelea de terremoto por anular la elección del Presidente.
Y sin embargo aquí no pasa nada. La gente está en su casa y está además contenta, el Congreso y la Corte siguen en funciones, y a nadie se le ocurre mentar siquiera el vicio en la (re)elección del señor Presidente.
Es porque los colombianos -o el 82 por ciento de los colombianos- creen rabiosamente en Álvaro Uribe. Creen que es el mejor Presidente de la historia, el más dedicado y el que más ha hecho. Es más: los colombianos no creen sino en Álvaro Uribe. Y por eso, cuando se enteran de esos escándalos políticos, su reacción es aferrarse a la única imagen que veneran.
Los extranjeros, que no están hechizados, notan de bulto el hecho de que Uribe está en el corazón de la crisis. Notan que de los 62 congresistas encarcelados o investigados, 57 son uribistas con puestos en el gobierno. Notan que el cruce de denuncias con el ex presidente de la Corte Suprema se deriva del caso Mario Uribe. Y notan que los votos de Yidis y Teodolindo no decidieron la reelección del Presidente in genere sino la reelección de Álvaro Uribe.
Pero los colombianos -el 82 por ciento de los colombianos- no quieren ver que al Presidente lo salpique ni una gota de escándalo. Freud no diría 'no quieren' sino 'no pueden', y añadiría algún párrafo difícil sobre los mecanismos de defensa y el Ego.
Yo de Freud no sé mucho, pero sé que el psiquiatra de Palacio fue quien halló el mejor mecanismo de defensa para el 82 por ciento de los egos: Álvaro Uribe no tiene nada que ver con el uribismo. Esos 83 senadores y 147 representantes que hicieron campaña por él, los que aprobaron su reelección y han adoptado sus proyectos de ley, en realidad no han hecho más que abusar de su buena fe, sin importarles enturbiar su nombre. La solución es disolver los partidos uribistas, en un ritual de purificación digno de Freud.
No me detengo en otras soluciones que van por ese lado o que pretenden salir de la crisis agrandando a Uribe, como la idea del referendo para volver a elegirlo de una vez, o como el plan de la senadora Ramírez para que él encabece la 'cruzada moral' contra? sus partidarios. Es para Sigmund Freud vivito y coleando.
Y es porque ésta, digamos 'disociación neurótica', es contagiosa y está afectando hasta a la misma oposición. Atropellados por esos tres hechos gravísimos, los voceros del Polo y algunos liberales han dado en la ilusión de que la mayoría está con ellos y que el apoyo a Uribe no es real. Por eso sus propuestas para salir de la crisis consisten en cerrar al Congreso y convocar a nuevas elecciones, en que se elija una Constituyente que limpie la política, o en reelegir Presidente y Congreso. Como si el 82 por ciento de los votos no fueran para Uribe, o como si en todos los pueblos y los barrios la gente no fuera a votar por los mismos y las mismas o sus clones. Samper, como siempre, es el más cínico. Propone que pasemos al régimen parlamentario, de manera que sean esos mismos y mismas y sus clones los que escojan al Jefe de Gobierno.
En este manicomio la crisis verdadera consiste en que no hay crisis. Hay tres hechos gravísimos pero a nadie le importan. Y porque no le importan no van a disolverse los partidos, ni habrá Constituyente, ni habrá en efecto salida de la crisis. Sólo el paso del tiempo.
Y es porque para salir en serio de la crisis habría que salir de quien está en el corazón de la crisis. Es lo que Mockus ha tenido el coraje de pedir. Pero el coraje de Antanas me recuerda la frase de Voltaire: 'No hay nada tan peligroso como tener razón en el manicomio'.
www.hernandogomezbuendia.com
Por
Hernando Gómez Buendía
Son tres hechos gravísimos. El Congreso se está desintegrando porque los congresistas están siendo llevados a la cárcel. El Presidente de la República y el de la Corte Suprema se acusan mutuamente de cometer delitos. Y la reforma que sirvió de base para elegir al Primer Mandatario está viciada porque el gobierno compró los votos decisivos.
Estos tres hechos en cualquier país serían el colapso del sistema político. La gente inundaría las calles, el Congreso -o la Corte- estarían a punto de cerrarse y habría una pelea de terremoto por anular la elección del Presidente.
Y sin embargo aquí no pasa nada. La gente está en su casa y está además contenta, el Congreso y la Corte siguen en funciones, y a nadie se le ocurre mentar siquiera el vicio en la (re)elección del señor Presidente.
Es porque los colombianos -o el 82 por ciento de los colombianos- creen rabiosamente en Álvaro Uribe. Creen que es el mejor Presidente de la historia, el más dedicado y el que más ha hecho. Es más: los colombianos no creen sino en Álvaro Uribe. Y por eso, cuando se enteran de esos escándalos políticos, su reacción es aferrarse a la única imagen que veneran.
Los extranjeros, que no están hechizados, notan de bulto el hecho de que Uribe está en el corazón de la crisis. Notan que de los 62 congresistas encarcelados o investigados, 57 son uribistas con puestos en el gobierno. Notan que el cruce de denuncias con el ex presidente de la Corte Suprema se deriva del caso Mario Uribe. Y notan que los votos de Yidis y Teodolindo no decidieron la reelección del Presidente in genere sino la reelección de Álvaro Uribe.
Pero los colombianos -el 82 por ciento de los colombianos- no quieren ver que al Presidente lo salpique ni una gota de escándalo. Freud no diría 'no quieren' sino 'no pueden', y añadiría algún párrafo difícil sobre los mecanismos de defensa y el Ego.
Yo de Freud no sé mucho, pero sé que el psiquiatra de Palacio fue quien halló el mejor mecanismo de defensa para el 82 por ciento de los egos: Álvaro Uribe no tiene nada que ver con el uribismo. Esos 83 senadores y 147 representantes que hicieron campaña por él, los que aprobaron su reelección y han adoptado sus proyectos de ley, en realidad no han hecho más que abusar de su buena fe, sin importarles enturbiar su nombre. La solución es disolver los partidos uribistas, en un ritual de purificación digno de Freud.
No me detengo en otras soluciones que van por ese lado o que pretenden salir de la crisis agrandando a Uribe, como la idea del referendo para volver a elegirlo de una vez, o como el plan de la senadora Ramírez para que él encabece la 'cruzada moral' contra? sus partidarios. Es para Sigmund Freud vivito y coleando.
Y es porque ésta, digamos 'disociación neurótica', es contagiosa y está afectando hasta a la misma oposición. Atropellados por esos tres hechos gravísimos, los voceros del Polo y algunos liberales han dado en la ilusión de que la mayoría está con ellos y que el apoyo a Uribe no es real. Por eso sus propuestas para salir de la crisis consisten en cerrar al Congreso y convocar a nuevas elecciones, en que se elija una Constituyente que limpie la política, o en reelegir Presidente y Congreso. Como si el 82 por ciento de los votos no fueran para Uribe, o como si en todos los pueblos y los barrios la gente no fuera a votar por los mismos y las mismas o sus clones. Samper, como siempre, es el más cínico. Propone que pasemos al régimen parlamentario, de manera que sean esos mismos y mismas y sus clones los que escojan al Jefe de Gobierno.
En este manicomio la crisis verdadera consiste en que no hay crisis. Hay tres hechos gravísimos pero a nadie le importan. Y porque no le importan no van a disolverse los partidos, ni habrá Constituyente, ni habrá en efecto salida de la crisis. Sólo el paso del tiempo.
Y es porque para salir en serio de la crisis habría que salir de quien está en el corazón de la crisis. Es lo que Mockus ha tenido el coraje de pedir. Pero el coraje de Antanas me recuerda la frase de Voltaire: 'No hay nada tan peligroso como tener razón en el manicomio'.
www.hernandogomezbuendia.com
jueves, 15 de mayo de 2008
TRAXMISION EN DIRECTO ((ANTIMILI SONORO))
traxmision en directo ((Antimili SONORO)) Medellín, colombia 2008 en:
http://antenamutante.cajadinamica.info
http://traxmision.contaminati.net
Traxmision Sabado 17 de Mayo.
Desde las 2 de la tarde
www.redjuvenil.org
martes, 13 de mayo de 2008
COCA-COLA, EL SANGRANTE ENCANTO DEL CAPITALISMO
Coca-Cola, el sangrante encanto del capitalismo
por Iván Nistal Calzón
El pasado 23 de Julio se celebró el día mundial contra esta multinacional tan conocida por todos nosotros.
¿Los motivos? La vulneración de los derechos sindicales, la explotación, represión y el asesinato de trabajadores; la financiación a ejércitos y grupos paramilitares; la destrucción del medio ambiente; la discriminación racial; la desnutrición; el soborno a los poderes políticos; el fomento de la explotación infantil; su nocividad para la salud humana… ¿Alguien da más?
Y es que detrás de esta marca en la que se ha constituido para muchos en toda una entidad, un referente, un estilo de vida, se encuentra todo un monstruo al que estamos alimentando cada día que consumimos cada uno de sus productos. (1) De que sea un referente para nosotros se debe entre otras cosas a su enorme inversión en publicidad, siendo uno de los principales inversores en publicidad en los medios de comunicación, “invierte un cuarto de sus beneficios anuales (cerca de 5.000 millones de dólares en 2003) en publicidad para transmitir una imagen limpia, social y verde; y para convencer de que su refresco tiene un sabor único, una receta mágica, y un valor altamente refrescante y saludable.” (2) No obstante, su publicidad agresiva de esta marca provocó que en el municipio de Chenalhó en Chiapas (México), en el contexto de la masacre de indígenas en la comunidad de Acteal, cuando el hambre y la desnutrición azotaban la región y "para apoyar la dieta de los indígenas, Coca Cola regala bolsas de frijol a cambio de tapas de refresco" (3). Los autores del libro “Global Reach: The Power of the Multinational Corporations”, Richard J. Barnet y Ronald E. Müller, escribieron en 1974 que Coca-Cola tenía la culpa por el aumento de desnutrición en México y afirmaron que las familias mexicanas a menudo vendían sus huevos y pollos para comprar Coca para el papá, todo un triunfo del impacto visual que invadió la marca en este país.
Otra de sus fórmulas para alzarse en un imperio comercial a nivel mundial es la de codearse con “lobbies” (grupos de presión) tanto empresariales como políticos. En el año 2004 Coca-Cola Company y Coca-Cola Enterprise donaron 550.000 dólares para la campaña electoral estadounidense: un 70% para el partido republicano y un 30% para el demócrata.
Otro paso más en la construcción del imperio ha sido la decisión de delegar toda la responsabilidad social a sus empresas subcontratadas (embotelladoras y distribuidoras) sin asumir las acciones realizadas por éstas ni establecer códigos de conducta. Y es que los casos de acoso, persecución y explotación de trabajadores se cuentan por gran parte del planeta. En Turquía 14 transportistas de la empresa y sus familias denunciaron en 2005 haber sido intimidados y torturados a manos de una rama especial de la policía por orden de Coca-Cola; en Punjab, Pakistán, los trabajadores fueron despedidos en 2001 por protestar por la falta de personal (y posteriormente readmitidos por orden judicial); en Nicaragua, el Sindicato Único de Trabajadores de la Empresa de Coca-Cola denunció en 2005 que a sus empleados de la embotelladora de Coca-Cola PANAMCO se les negó el derecho a organizarse, amenazó y despidió ilegalmente. De esta forma podríamos seguir contando casos extremadamente salvajes hasta la saciedad… Sin embargo, no hay de que extrañarse, ya que sus prácticas laborales de plena explotación y persecución de sindicalistas la ha hecho ganarse un respeto en el codiciado y competitivo mundo empresarial desde sus orígenes allá por los años 80 del siglo XIX.
(4)El caso más sangrante de esta compañía se está produciendo en Colombia, donde el hecho de hacer una reclamación sindical es considerada como terrorismo e inmediatamente ser objetivo de los paramilitares, así lo recuerda Luis Eduardo García (dirigente colombiano del sindicato de alimentos y refrescos SINALTRAINAL, - Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Alimentaria de Colombia- ) en 1992, durante una reunión de trabajadores con el gerente de la empresa en la localidad de Bucaramanga (5). Este sindicato así mismo denuncia que la empresa Coca-Cola intimida y tortura a sus sindicalistas mediante escuadrones de la muerte a través de sus envasadoras subcontratadas, lo que ha provocado la alarma e indignación en colectivos de derechos humanos, sindicatos y demás asociaciones de carácter solidario a nivel internacional. Las cifras hablan por sí solas: desde 1991 hay documentados 2.245 asesinatos; 3.400 amenazas de muerte y 138 desapariciones forzadas de sindicalistas.
Aparte de la discriminación por motivos ideológicos o laborales, se encuentra la discriminación racial como la ocurrida en el año 2001 cuando Coca-Cola fue condenada a pagar 192,5 millones de dólares en Estados Unidos por discriminación racial de trabajadores afroamericanos. Se trataba del caso de mayor envergadura en la historia de este país.
Otro punto negro de esta compañía es la de la explotación infantil, y es que Human Rights Watch documentó la contratación de niños hasta nueve horas diarias de trabajo en las plantaciones de caña de azúcar en El Salvador para la empresa Coca-Cola.
Tampoco se debe pasar por alto el coste que ejerce en nuestra salud la consumición de sus bebidas, ya que algunos de sus ingredientes pueden ser nocivos para nuestra salud como el ácido fosfórico, la ingesta de cocaína (especialmente para los niños), el gas carbónico, que según la AMEDEC (Asociación Mexicana para la Defensa del Consumidor), es un ingrediente que provoca "adicción psicológica", la alta fructuosa del maíz transgénico para endulzar el refresco, los azúcares - y sustitutos del mismo - como fuente de sobrepeso y obesidad entre otros males, (en donde según un estudio publicado en The Lancet la probabilidad de un niño de volverse obeso incrementa un 1.6 % con cada lata adicional por día de un refresco endulzado con azúcar). Por todo esto Coca Cola fue nombrada una de las "10 peores empresas" de 1998 por Multinational Monitor por “llenar a los niños americanos de azúcar y agua de soda”. A todo esto le podemos unir otra serie de lindezas como es la de vender agua contaminada.
En cuanto al efecto nocivo que esta empresa provoca en el medio ambiente cabe destacar el control que esta empresa tiene sobre grandes reservas de agua subterránea lo que ha provocado el desabastecimiento de agua en zonas ya castigadas por la sequía, provocando la deshidratación de las comunidades, la sequía de los pozos y la destrucción de la agricultura local en la India. En este mismo país, según la BBC, Coca-Cola contaminó en 2003 grandes superficies agrícolas en el sudoeste indio con productos químicos altamente tóxicos y en parte cancerígenos, como el plomo y el cadmio. Otros países en los que esta marca ha dejado su amarga huella han sido Panamá y México entre otros. Además, los envases de un solo uso suponen un grave problema ecológico mundial por la cantidad de residuos sólidos que producen por ser uno de los procesos industriales más contaminantes o de botellas de plástico no recicladas.
Otra de las joyas de esta empresa es la de promover la privatización de las tierras y el agua, apoyando el Tratado de Libre Comercio en Latinoamérica que consiste en introducir estos bienes imprescindibles para nuestras vidas en el mercado bajo la ley de la oferta y la demanda al más puro estilo liberal, de seguir adelante este proyecto llegará un momento en donde no nos sorprenda, como decía el bueno de Pablo Neruda en su “Oda al aire”, que el aire nos lo vendan embotellado.
(6)A pesar de toda esta trayectoria de impunidad con la que cuenta la empresa a lo largo y ancho del planeta, poco a poco la imagen de esta gran corporación está quedando trastocada a través del boicot que desde diversas organizaciones en diferentes lugares del planeta promueven ante la actitud criminal de la empresa. Un ejemplo de ello es la demanda penal interpuesta por el sindicato SINALTRAINAL ante la justicia en Florida, Estados Unidos. Otro palo para la compañía fue el ser nombrada una de las diez peores empresas del mundo, galardón que le adjudicó la Multinational Monitor en 2001 y 2004. A todo esto cabe añadir, como bien indica el artículo aparecido en el periódico Diagonal, la pérdida en contratos de ventas de esta compañía en varias universidades norteamericanas, cierre de envasadoras en donde se han levantado los movimientos de campesinos y mujeres en la India. En Europa tenemos el ejemplo de la Red Italiana del Nuevo Municipio, que engloba a más de cien municipios, excluyendo la presencia de productos Coca-Cola de todos los distribuidores en la Administración, escuelas, institutos y comedores. Por todas partes surgen personas, redes ciudadanas, municipios, foros y caravanas que optan por otro tipo de consumo y que se han propuesto no ponerle las cosas fáciles a Coca-Cola, lo que está provocando no sólo un daño en la imagen de la marca sino también en sus beneficios.
Notas
(1) La cara oculta de Coca-Cola: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=1339
(2) Coca-Cola es así: http://www.diagonalperiodico.net/article3220.html
(3) Coca-Cola, “¡Súfrela!”: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=10625
(4) Coca-Cola La historia negra de las aguas negras: http://www.rebelion.org/docs/10924.pdf
(5) "El producto negro, un símbolo del imperialismo": http://www.rebelion.org/plancolombia/031221fiol.htm
(6) Monografía sobre el Tratado de Libre Comercio: http://www.monografias.com/trabajos16/libre-comercio-alca/libre-comercio-alca.shtml
por Iván Nistal Calzón
El pasado 23 de Julio se celebró el día mundial contra esta multinacional tan conocida por todos nosotros.
¿Los motivos? La vulneración de los derechos sindicales, la explotación, represión y el asesinato de trabajadores; la financiación a ejércitos y grupos paramilitares; la destrucción del medio ambiente; la discriminación racial; la desnutrición; el soborno a los poderes políticos; el fomento de la explotación infantil; su nocividad para la salud humana… ¿Alguien da más?
Y es que detrás de esta marca en la que se ha constituido para muchos en toda una entidad, un referente, un estilo de vida, se encuentra todo un monstruo al que estamos alimentando cada día que consumimos cada uno de sus productos. (1) De que sea un referente para nosotros se debe entre otras cosas a su enorme inversión en publicidad, siendo uno de los principales inversores en publicidad en los medios de comunicación, “invierte un cuarto de sus beneficios anuales (cerca de 5.000 millones de dólares en 2003) en publicidad para transmitir una imagen limpia, social y verde; y para convencer de que su refresco tiene un sabor único, una receta mágica, y un valor altamente refrescante y saludable.” (2) No obstante, su publicidad agresiva de esta marca provocó que en el municipio de Chenalhó en Chiapas (México), en el contexto de la masacre de indígenas en la comunidad de Acteal, cuando el hambre y la desnutrición azotaban la región y "para apoyar la dieta de los indígenas, Coca Cola regala bolsas de frijol a cambio de tapas de refresco" (3). Los autores del libro “Global Reach: The Power of the Multinational Corporations”, Richard J. Barnet y Ronald E. Müller, escribieron en 1974 que Coca-Cola tenía la culpa por el aumento de desnutrición en México y afirmaron que las familias mexicanas a menudo vendían sus huevos y pollos para comprar Coca para el papá, todo un triunfo del impacto visual que invadió la marca en este país.
Otra de sus fórmulas para alzarse en un imperio comercial a nivel mundial es la de codearse con “lobbies” (grupos de presión) tanto empresariales como políticos. En el año 2004 Coca-Cola Company y Coca-Cola Enterprise donaron 550.000 dólares para la campaña electoral estadounidense: un 70% para el partido republicano y un 30% para el demócrata.
Otro paso más en la construcción del imperio ha sido la decisión de delegar toda la responsabilidad social a sus empresas subcontratadas (embotelladoras y distribuidoras) sin asumir las acciones realizadas por éstas ni establecer códigos de conducta. Y es que los casos de acoso, persecución y explotación de trabajadores se cuentan por gran parte del planeta. En Turquía 14 transportistas de la empresa y sus familias denunciaron en 2005 haber sido intimidados y torturados a manos de una rama especial de la policía por orden de Coca-Cola; en Punjab, Pakistán, los trabajadores fueron despedidos en 2001 por protestar por la falta de personal (y posteriormente readmitidos por orden judicial); en Nicaragua, el Sindicato Único de Trabajadores de la Empresa de Coca-Cola denunció en 2005 que a sus empleados de la embotelladora de Coca-Cola PANAMCO se les negó el derecho a organizarse, amenazó y despidió ilegalmente. De esta forma podríamos seguir contando casos extremadamente salvajes hasta la saciedad… Sin embargo, no hay de que extrañarse, ya que sus prácticas laborales de plena explotación y persecución de sindicalistas la ha hecho ganarse un respeto en el codiciado y competitivo mundo empresarial desde sus orígenes allá por los años 80 del siglo XIX.
(4)El caso más sangrante de esta compañía se está produciendo en Colombia, donde el hecho de hacer una reclamación sindical es considerada como terrorismo e inmediatamente ser objetivo de los paramilitares, así lo recuerda Luis Eduardo García (dirigente colombiano del sindicato de alimentos y refrescos SINALTRAINAL, - Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Alimentaria de Colombia- ) en 1992, durante una reunión de trabajadores con el gerente de la empresa en la localidad de Bucaramanga (5). Este sindicato así mismo denuncia que la empresa Coca-Cola intimida y tortura a sus sindicalistas mediante escuadrones de la muerte a través de sus envasadoras subcontratadas, lo que ha provocado la alarma e indignación en colectivos de derechos humanos, sindicatos y demás asociaciones de carácter solidario a nivel internacional. Las cifras hablan por sí solas: desde 1991 hay documentados 2.245 asesinatos; 3.400 amenazas de muerte y 138 desapariciones forzadas de sindicalistas.
Aparte de la discriminación por motivos ideológicos o laborales, se encuentra la discriminación racial como la ocurrida en el año 2001 cuando Coca-Cola fue condenada a pagar 192,5 millones de dólares en Estados Unidos por discriminación racial de trabajadores afroamericanos. Se trataba del caso de mayor envergadura en la historia de este país.
Otro punto negro de esta compañía es la de la explotación infantil, y es que Human Rights Watch documentó la contratación de niños hasta nueve horas diarias de trabajo en las plantaciones de caña de azúcar en El Salvador para la empresa Coca-Cola.
Tampoco se debe pasar por alto el coste que ejerce en nuestra salud la consumición de sus bebidas, ya que algunos de sus ingredientes pueden ser nocivos para nuestra salud como el ácido fosfórico, la ingesta de cocaína (especialmente para los niños), el gas carbónico, que según la AMEDEC (Asociación Mexicana para la Defensa del Consumidor), es un ingrediente que provoca "adicción psicológica", la alta fructuosa del maíz transgénico para endulzar el refresco, los azúcares - y sustitutos del mismo - como fuente de sobrepeso y obesidad entre otros males, (en donde según un estudio publicado en The Lancet la probabilidad de un niño de volverse obeso incrementa un 1.6 % con cada lata adicional por día de un refresco endulzado con azúcar). Por todo esto Coca Cola fue nombrada una de las "10 peores empresas" de 1998 por Multinational Monitor por “llenar a los niños americanos de azúcar y agua de soda”. A todo esto le podemos unir otra serie de lindezas como es la de vender agua contaminada.
En cuanto al efecto nocivo que esta empresa provoca en el medio ambiente cabe destacar el control que esta empresa tiene sobre grandes reservas de agua subterránea lo que ha provocado el desabastecimiento de agua en zonas ya castigadas por la sequía, provocando la deshidratación de las comunidades, la sequía de los pozos y la destrucción de la agricultura local en la India. En este mismo país, según la BBC, Coca-Cola contaminó en 2003 grandes superficies agrícolas en el sudoeste indio con productos químicos altamente tóxicos y en parte cancerígenos, como el plomo y el cadmio. Otros países en los que esta marca ha dejado su amarga huella han sido Panamá y México entre otros. Además, los envases de un solo uso suponen un grave problema ecológico mundial por la cantidad de residuos sólidos que producen por ser uno de los procesos industriales más contaminantes o de botellas de plástico no recicladas.
Otra de las joyas de esta empresa es la de promover la privatización de las tierras y el agua, apoyando el Tratado de Libre Comercio en Latinoamérica que consiste en introducir estos bienes imprescindibles para nuestras vidas en el mercado bajo la ley de la oferta y la demanda al más puro estilo liberal, de seguir adelante este proyecto llegará un momento en donde no nos sorprenda, como decía el bueno de Pablo Neruda en su “Oda al aire”, que el aire nos lo vendan embotellado.
(6)A pesar de toda esta trayectoria de impunidad con la que cuenta la empresa a lo largo y ancho del planeta, poco a poco la imagen de esta gran corporación está quedando trastocada a través del boicot que desde diversas organizaciones en diferentes lugares del planeta promueven ante la actitud criminal de la empresa. Un ejemplo de ello es la demanda penal interpuesta por el sindicato SINALTRAINAL ante la justicia en Florida, Estados Unidos. Otro palo para la compañía fue el ser nombrada una de las diez peores empresas del mundo, galardón que le adjudicó la Multinational Monitor en 2001 y 2004. A todo esto cabe añadir, como bien indica el artículo aparecido en el periódico Diagonal, la pérdida en contratos de ventas de esta compañía en varias universidades norteamericanas, cierre de envasadoras en donde se han levantado los movimientos de campesinos y mujeres en la India. En Europa tenemos el ejemplo de la Red Italiana del Nuevo Municipio, que engloba a más de cien municipios, excluyendo la presencia de productos Coca-Cola de todos los distribuidores en la Administración, escuelas, institutos y comedores. Por todas partes surgen personas, redes ciudadanas, municipios, foros y caravanas que optan por otro tipo de consumo y que se han propuesto no ponerle las cosas fáciles a Coca-Cola, lo que está provocando no sólo un daño en la imagen de la marca sino también en sus beneficios.
Notas
(1) La cara oculta de Coca-Cola: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=1339
(2) Coca-Cola es así: http://www.diagonalperiodico.net/article3220.html
(3) Coca-Cola, “¡Súfrela!”: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=10625
(4) Coca-Cola La historia negra de las aguas negras: http://www.rebelion.org/docs/10924.pdf
(5) "El producto negro, un símbolo del imperialismo": http://www.rebelion.org/plancolombia/031221fiol.htm
(6) Monografía sobre el Tratado de Libre Comercio: http://www.monografias.com/trabajos16/libre-comercio-alca/libre-comercio-alca.shtml
miércoles, 7 de mayo de 2008
MES DE LA OBJECIÓN DE CONCIENCIA
MAYO MES DE LA OBJECIÓN DE CONCIENCIA
Durante diez años hemos continuado con el legado de miles de jóvenes que se han resistido al servicio militar obligatorio, con comunidades de paz y zonas humanitarias que reivindican la vida y la libertad, con movimientos de derechos humanos, indígenas, con hombres y mujeres, blancos negros, mestizos que han contribuido por generaciones a hacer de este país y este planeta un lugar mas justo para todos y todas.
Para este año, conmemorando una decada de Desobediencia y Resistencia Civil, hemos programado una semana Antimilitarista que dará comienzo con un Seminario en la ciudad, “Alternativas y resistencias juveniles” el día 10 de mayo, cuyo centro como lo indica su nombre, son las experiencias antimilitaristas en la ciudad y el país. Dichas Experiencias son Platohedro, Ufuc - Suecia, Antena mutante – Bogotá, Desadaptados, Territorio sur – Bogotá, Grupo de objeción por conciencia -A.R.T. A la par de los paneles de Experiencias habrán Performances y acciones artisiticas. El seminario comineza a las 8:30 am y las inscripciones e informacion adicional la pueden obtener comunicandose con la red juvenil.
Se continuará la semana con la intervención en el espacio público, a través de dos Propuestas plásticas en los Barrios de Medellin con el colectivo de Grafiterros Escritores Pervertidos Cru y Juan Miguel Torres. A esta manifestación la nombramos Acción Mural: Transformacion Social. Las actividades son las siguientes: El 11 de mayo a partir de las 9:00 am en Manrique en la Cra 44 con la Clle 73, y el 13 de mayo en Castilla en la Cra 65 con la calle 96 a las 9:00 am.
El 15 de mayo es el día internacional de la Objeción de Conciencia. Este día se dará inicio a el Primer aniversario de Casa Abierta, las actividades que se llevaran a cabo son de 2 a 6 pm un coversatorio con 4 experiencias que desde la noviolencia construyen su accionar. Y el 16 de mayo a partir de las 8 se realiza una muestra audiovisual y live acts.
El 17 de Mayo se encuentra programado la celebración de nuestra primera década, Antimili Sonoro una toma del espacio público y un Festival Musical que nació bajo la convicción de la defensa de la vida humana y la promoción de la Resistencia Civil. Las Bandas que han sido seleccionadas se escogieron por su afinidad con el mensaje antimilitarista y su disposición para trasmitirlo, por su música ser a afín con una idea transformadora de la sociedad, es decir para su participación se valoraron tanto la calidad musical como el mensaje de sus composiciones.
Las Bandas seleccionadas son 11: Skartel (Banda Nacional, Bogotá), Septicemia (Noise Core), Providencia (Reggae), Niquitown (Reggae), Fechoria (Punk), La Fiera (Hip -Hop), Ron Daymon (Ska Power), Atercaox, Primates (D.J,s Hip -Hop), Reencarnación (Metal), Desadaptadoz (Punk).
De ante mano agradecemos a las mas de 60 Agrupaciones musicales y colectivos pintores de la calles que presentaron sus propuestas para participar en este evento de ciudad, que es hoy un referente político y cultural de la ciudad y de las y los jóvenes en Medellín.
Organiza: Red Juvenil
Durante diez años hemos continuado con el legado de miles de jóvenes que se han resistido al servicio militar obligatorio, con comunidades de paz y zonas humanitarias que reivindican la vida y la libertad, con movimientos de derechos humanos, indígenas, con hombres y mujeres, blancos negros, mestizos que han contribuido por generaciones a hacer de este país y este planeta un lugar mas justo para todos y todas.
Para este año, conmemorando una decada de Desobediencia y Resistencia Civil, hemos programado una semana Antimilitarista que dará comienzo con un Seminario en la ciudad, “Alternativas y resistencias juveniles” el día 10 de mayo, cuyo centro como lo indica su nombre, son las experiencias antimilitaristas en la ciudad y el país. Dichas Experiencias son Platohedro, Ufuc - Suecia, Antena mutante – Bogotá, Desadaptados, Territorio sur – Bogotá, Grupo de objeción por conciencia -A.R.T. A la par de los paneles de Experiencias habrán Performances y acciones artisiticas. El seminario comineza a las 8:30 am y las inscripciones e informacion adicional la pueden obtener comunicandose con la red juvenil.
Se continuará la semana con la intervención en el espacio público, a través de dos Propuestas plásticas en los Barrios de Medellin con el colectivo de Grafiterros Escritores Pervertidos Cru y Juan Miguel Torres. A esta manifestación la nombramos Acción Mural: Transformacion Social. Las actividades son las siguientes: El 11 de mayo a partir de las 9:00 am en Manrique en la Cra 44 con la Clle 73, y el 13 de mayo en Castilla en la Cra 65 con la calle 96 a las 9:00 am.
El 15 de mayo es el día internacional de la Objeción de Conciencia. Este día se dará inicio a el Primer aniversario de Casa Abierta, las actividades que se llevaran a cabo son de 2 a 6 pm un coversatorio con 4 experiencias que desde la noviolencia construyen su accionar. Y el 16 de mayo a partir de las 8 se realiza una muestra audiovisual y live acts.
El 17 de Mayo se encuentra programado la celebración de nuestra primera década, Antimili Sonoro una toma del espacio público y un Festival Musical que nació bajo la convicción de la defensa de la vida humana y la promoción de la Resistencia Civil. Las Bandas que han sido seleccionadas se escogieron por su afinidad con el mensaje antimilitarista y su disposición para trasmitirlo, por su música ser a afín con una idea transformadora de la sociedad, es decir para su participación se valoraron tanto la calidad musical como el mensaje de sus composiciones.
Las Bandas seleccionadas son 11: Skartel (Banda Nacional, Bogotá), Septicemia (Noise Core), Providencia (Reggae), Niquitown (Reggae), Fechoria (Punk), La Fiera (Hip -Hop), Ron Daymon (Ska Power), Atercaox, Primates (D.J,s Hip -Hop), Reencarnación (Metal), Desadaptadoz (Punk).
De ante mano agradecemos a las mas de 60 Agrupaciones musicales y colectivos pintores de la calles que presentaron sus propuestas para participar en este evento de ciudad, que es hoy un referente político y cultural de la ciudad y de las y los jóvenes en Medellín.
Organiza: Red Juvenil
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