viernes, 8 de agosto de 2008

EL FALSO "SOCIALISMO" CHAVISTA SIGUE MOSTRANDO SU VERDADERO ROSTRO

El falso "socialismo" chavista sigue mostrando su verdadero rostro

north america / mexico | the left | opinion/analysis Monday August 04, 2008 08:11 by Grupo Socialista Libertario - GSL enlace.


Muchos jóvenes y trabajadores alrededor del mundo, gracias al discurso "radical" y "combativo" de Hugo Chávez, han puesto sus esperanzas e ilusiones en el "socialismo del siglo XXI", que consideran una alternativa a la barbarie capitalista.

Les presentamos un documento que aborda el asunto de la reunión con el rey de España y demás aspectos de la política venezolana que evidencian a Hugo Chávez como enemigo de cualquier intento serio de socialismo, que sólo puede llegar a través de la acción directa, colectiva y consciente de los propios explotados.

Chávez se reconcilia con el rey de España: El falso “socialismo” chavista sigue mostrando su verdadero rostro.

Por si aún a estas alturas hiciera falta demostrarlo, el pasado 25 de julio el presidente de Venezuela Hugo Chávez ha dado una muestra más de que no es ningún revolucionario, y que su gobierno es tan capitalista y enemigo de los explotados como todos los demás, al visitar en el Estado español al actual jefe de la (históricamente y por naturaleza) rancia, parásita, asesina y explotadora monarquía española, el rey Juan Carlos de Borbón.

Chávez podría haberse opuesto a tal reunión, podría haber seguido manteniendo su actitud y su lenguaje “antiimperialista” y haberse negado a restablecer su amistad con el rey, y aún así seguiría siendo lo que es, el administrador del capitalismo venezolano, el jefe del Estado que mantiene las relaciones de explotación capitalistas; su reunión con el rey en sí misma no cambia ni para bien ni para mal su carácter de clase burgués, pero sí es una muestra para todos aquellos jóvenes y trabajadores alrededor del mundo que, buscando honestamente una salida a la catástrofe que ofrece el capitalismo, se han dejado envolver por el discurso pseudo-socialista y pseudo-revolucionario del presidente venezolano.

La reunión demuestra que la diplomacia burguesa, cuando esto es necesario para ambas partes, como en este caso, llama a la conciliación de los Estados en pos de los negocios de éstos mismos y de las distintas burguesías, es esto justo lo que ha ocurrido en esta ocasión, para la decepción de todos aquellos que admiraban la actitud retadora y amenazadora de Chávez frente a una de la figuras emblemáticas mundiales de la tiranía, como lo es el rey, quién gustaba en su niñez considerar al dictador fascista español Francisco Franco como “su segundo padre”.

El anuncio de Chávez de la nacionalización del banco español Santander no puede verse como una contradicción con su reunión con el rey y con Zapatero, incluso pudo haber sido todo esto abordado secretamente en las reuniones, y haber sido pactado “civilizadamente” entre las partes, pues Santander es uno de los muchos bancos con problemas de liquidez por las crisis hipotecarias, por lo que una compra del banco por parte del Estado venezolano incluso sería benéfica para este grupo financiero. Chávez ha dicho que quiere un “convenio amistoso” con los inversionistas.

Además de la reconciliación de Hugo Chávez con el rey, hay que sumarle una más que este mismo mes el presidente de Venezuela ha concretado, esta vez con su homólogo de Colombia, el representante de los explotadores colombianos, Álvaro Uribe. Las tenciones entre los Estados colombiano y venezolano llegaron a su punto más álgido el pasado mes de marzo, cuando, por el conflicto por el bombardeo del ejercito colombiano a un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano, Chávez militarizó la frontera con Colombia. Ahora, en un intento por legitimarse cada quien a su modo, la rivalidad entre estos dos defensores del capitalismo se ha diluido, pues Uribe trata de mantener las mejores condiciones de estabilidad que sean posibles en su búsqueda por la reelección en Colombia, mientras que Chávez trata de tranquilizar a la burguesía venezolana e internacional, demostrándoles que a pesar de su discurso radical, es un tipo respetuoso de la marcha “pacífica” de la explotación mundial, tanto dentro como fuera sus fronteras.

Chávez necesitaba “mejorar su imagen” de “radical” para volverse a posicionar entre ciertos sectores de la clase media venezolana que le habían retirado su apoyo en las elecciones del pasado diciembre sobre las reformas a la constitución, estos dos eventos, al parecer, le harán quedar bien con todas las clases en Venezuela, pues mientras con este tipo de actitudes “moderadas” tranquiliza a la burguesía, con su discurso sobre el socialismo y el “antiimperialismo” sigue atando a las masas explotadas venezolanas.

Chávez: socialista en el discurso, aliado de los explotadores en los hechos.

Chávez recibe el apoyo de amplias capas del proletariado venezolano por representar un discurso contrario al de la alta burguesía ultra-reaccionaria de Venezuela, que mantuvo en la miseria y la exclusión a millones de venezolanos durante décadas. Después de haber intentado dar un golpe de Estado, y haber salido de prisión por pagar una condena por el mismo acto, Chávez recoge el descontento de los venezolanos por la corrupción y la sobre-explotación ejercida por la dupla de partidos burgueses históricos, Acción Democrática y COPEI. Incluso Chávez es apoyado en aquel momento hasta por un sector considerable de la burguesía, sobre todo de la pequeña y mediana burguesía nacionalista, perjudicada por su competencia con la alta burguesía y sus aliados imperialistas.

De hecho esto último sigue ocurriendo hoy día, pues como anuncia una nota del sitio web aporrea. org en una nota del 12 de junio del presente año, Chávez se reunió con 16 mil empresarios para hacer una planeación de las compras de todo aquello que requiere el Estado para su operación, compras que hará a la pequeña y mediana industria venezolana. Chávez, contrario a lo que piensan muchos en el mundo, no es ningún enemigo de la propiedad privada (base del capitalismo y de la dominación de una clase sobre otra) ni de la clase explotadora capitalista, es un nacionalista burgués que le otorga ventajas a la pequeña y mediana burguesía nacional para que puedan desarrollarse, como lo demuestra el hecho de que privilegie a estas empresas para abastecer al Estado. Evidentemente, los trabajadores de dichas empresas seguirán recibiendo míseros salarios, mientras sus dueños hacen jugosos negocios gracias al esfuerzo, no de ellos, sino de los propios trabajadores.

El capitalismo es un sistema basado en la propiedad privada y el trabajo asalariado, del cual se beneficia el empresariado extrayendo millonarias ganancias del trabajo obrero, por tanto da lo mismo la nacionalidad de los explotadores, todos ellos fundan sus privilegios en el trabajo de los asalariados desposeídos de propiedad. La lucha por el socialismo es necesariamente una lucha contra la propiedad privada sin importar el origen del empresario que la posee, Chávez intenta vender la idea del socialismo como el estatismo combinado con el apoyo a la burguesía nacional, enemiga ésta última, al igual que la burguesía extranjera, de los trabajadores venezolanos.

Las luchas proletarias reprimidas en Venezuela: ¡A desmarcarse del chavismo, a luchar contra el Estado y el capital!

En Venezuela, donde el Estado dice mentirosamente estar construyendo el socialismo, las contradicciones reales entre el capital y los explotados salen a relucir, y en esas situaciones concretas el Estado venezolano ha demostrado que es exactamente lo mismo que son todos los Estados en el mundo: legitimadores y defensores del orden explotador del capital y enemigos sin remedio alguno de los trabajadores y de todos los oprimidos.

El pasado mes de enero los trabajadores de la siderúrgica Sidor, con miles trabajadores, la mayoría de ellos subcontratados, iniciaron una huelga en dicha empresa para reclamar aumentos salariales, esta huelga se sumaba a siete paros anteriores en los que los trabajadores habían exigido reivindicaciones contractuales y salariales. Al paso de los días, manteniendo la huelga, pero viendo que no había ninguna solución a su conflicto, los obreros de Sidor convocaron al Ministro del Trabajo del gobierno de Chávez, el trotskista José Ramón Rivero, para dialogar sobre el conflicto y para que intermediara entre la empresa y los trabajadores, en lugar de esto, los trabajadores recibieron una terrible represión, que dejo cerca de 30 obreros detenidos y muchos más lesionados, algunos de ellos incluso tuvieron que ser hospitalizados.
Ante esta represión, los trabajadores de Sidor, que en su mayoría apoyan a Hugo Chávez, lanzaban la pregunta: “¡¿Dónde está el Socialismo del Gobierno?! Acaso, ¿Socialismo es Represión?” (aporrea. org)

Los trabajadores fueron reprimidos por un gobierno que se dice socialista y por una policía a la que cínicamente el Estado llama “revolucionaria” (nos referimos a la Guardia Nacional Revolucionaria, que fue la que ejecutó la represión). El Ministro del trabajo (ahora ex-Ministro) ya había estado haciendo su trabajo a favor de la empresa y en contra de los trabajadores, exigiendo a éstos últimos que aceptaran el aumento ridículo que ofrecía la empresa, que estaba muy lejos de lo que pretendían los trabajadores, aún más cuando esa empresa reporta ganancias en miles de millones de dolare anuales. El Ministro del Trabajo, junto con la empresa, llamo a los trabajadores “privilegiados”, para ponerlos mal ante los demás trabajadores y la opinión pública.

Después de este conflicto y de uno más con trabajadores del servicio público, José Ramón Rivero fue removido del cargo. Esta es la típica acción de los gobiernos de la izquierda del capital, que reprimen a los explotados y despiden a algunos cuantos funcionarios para vender la represión sistematizada del Estado y su labor contra los trabajadores como una simple acción de “malos” funcionarios.

Recientemente Chávez, en vivo y a nivel nacional, en una de las emisiones del mes de julio de su programa televisivo “Aló presidente”, se ha lanzado contra uno de los propios camarógrafos, que ha venido denunciando los abusos patronales de la televisora estatal contra los trabajadores y las condiciones nefastas en las que los hacen trasladarse a las distintas locaciones donde se realiza el programa. Chávez le ha dicho que son unos “privilegiados”, y le exigió a Efraín Castro, el camarógrafo en cuestión, que demostrara su “compromiso revolucionario” y su disposición al “trabajo voluntario”, frases con las que toda esta clase de regimenes intentan ocultar la explotación laboral, haciéndola pasar como “sacrificios por la causa” que los trabajadores tienen que hacer.

La única opción de los trabajadores venezolanos, y en general de todos los sectores populares de Venezuela, es romper con el chavismo y comenzar desde ahora su auto-organización por fuera de todas las instituciones del Estado, romper con la ilusión de que Hugo Chávez es revolucionario y que tiene algún interés real en acabar con el capitalismo. Esta autonomía implica obviamente el no aliarse tampoco a ninguno de los bandos patronales opositores a Chávez.
El socialismo no es una cuestión de gobierno, el socialismo no se crea a base de decretos gubernamentales, el socialismo sólo llegará a Venezuela cuando el proletariado venezolano, de la mano del proletariado mundial, derriben al capitalismo y todos sus Estados, e instauren una sociedad basada en la verdadera colectivización de los medios de producción y en la auto-organización social de las federaciones de trabajadores libres
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Redactado para Acción Internacionalista No. 1, boletín del Grupo Socialista Libertario.


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