Reportes recibidos esta semana desde Palestina indican que, además de los brutales ataques militares contra Líbano y la Franja de Gaza, una de las armas favoritas del régimen sionista contra los pueblos árabes es atacar sus fuentes de alimentación. Bastan algunos ejemplos de la última semana para retratar esta estrategia del gobierno de Israel, tan amigo del terrorismo de estado colombiano como del imperialismo yanqui.
Reportes recibidos esta semana desde Palestina indican que, además de los brutales ataques militares contra Líbano y la Franja de Gaza, una de las armas favoritas del régimen sionista contra los pueblos árabes es atacar sus fuentes de alimentación. Bastan algunos ejemplos de la última semana para retratar esta estrategia del gobierno de Israel, tan amigo del terrorismo de estado colombiano como del imperialismo yanqui.
Motosierra contra los olivos
Fuerzas de ocupación cortan un olivo en Wadi Rasha.
Cada día, las fuerzas de ocupación arrancan hasta 40 olivos maduros, como parte de la construcción del muro que separará a los colonos judíos del pueblo palestino. El domingo 15 de marzo las comunidades palestinas de Wadi Rasha, Ras Tira y Daba’a realizaron una protesta contra la destrucción de sus olivares, y bloquearon las máquinas de los ocupantes israelíes.
A pesar del éxito inicial de la protesta, los soldados israelíes y su maquinaria fueron reubicados en otra área, donde empezaron a arrasar con la tierra de labor y a arrancar árboles. Se impidió el acceso de los manifestantes al lugar, a pocos metros de las viviendas de Wadi Rasha. Unos 25 árboles maduros, cada uno de los cuales produce de tres a cuatro baldes de aceitunas en cada cosecha, fueron destruidos el domingo.
El nuevo trazado del muro del apartheid afectará o aislará 250 hectáreas de las tres aldeas palestinas. El 70% de estas tierras tienen olivares, mientras que el resto son pastos naturales y áreas agrícolas.
Escasea el pollo en la franja de Gaza
Palestinos inspeccionan una granja avícola destruida por los ataques israelíes en Gaza
Los continuos cortes del suministro de gas, debido al bloqueo israelí, junto con la destrucción de al menos siete grandes granjas avícolas durante la reciente campaña militar sionista, han convertido a este alimento en un lujo para la mayoría del millón y medio de palestinos residentes de la franja de Gaza.
Aun antes de la invasión de Israel a la franja de Gaza, que duró tres semanas a comienzos de 2009, durante la cual fueron destruidas las granjas avícolas, el precio del pollo se había duplicado debido al bloqueo fronterizo. Esto impactó el acceso de los palestinos en Gaza a sus alimentos.Según la Oficina Central Palestina de Estadística, el hogar promedio en Gaza consta de siete personas, con un ingreso medio de US$2,50 diarios (menos de dos euros o seis mil pesos colombianos).
Nahed Aqel, padre de cuatro hijos y trabajador de una fábrica de galletas, dice que es la primera vez en el mes que compra pollo: "Estoy aquí hoy sólo para comprar un pollo; el precio es de 20 siclos el kilo" [el siclo o shéquel es la moneda israelí. 20 siclos equivalen a cinco dólares, nota de Prensa Rural].
El alto precio y la escasez del pollo se siente en toda Gaza, no sólo en las áreas más empobrecidas. En el distrito de al-Rimal, centro político y comercial, Marwan al-Sawafiri, dueño de una pollería, explica que solía vender de 300 a 400 pollos diarios. "Ahora a duras penas logro vender entre 40 y 50 pollos diarios. Ayer, por ejemplo, sólo vendí dos pollos por 130 siclos (US$32)".
El doctor Adnan Awehaidi, director clínico de la Sociedad de Beneficencia Ard al-Insan, de salud familiar, advierte sobre la creciente desnutrición en los hogares, provocada por el bloqueo israelí a Gaza. Según el dr. Awhaidi, "actualmente estamos presenciando múltiples formas de desnutrición entre niños y adultos de la franja de Gaza. Según indicadores recientes, hay un aumento en la anemia. Creemos que la falta de pollo no es el único problema. Hay muchos alimentos que no se consiguen. Es un problema creciente y no creo que se resuelva pronto".
Raed Fattouh, jefe del Comité Palestino para la Coordinación del Suministro de Bienes a Gaza, dice que, a pesar de que Israel permite que decenas de camiones cargados con comida y ayuda entren diariamente a la franja de Gaza, esto no es suficiente para suplir las necesidades básicas. Explica: "Aquí todavía hacen falta muchas cosas, ya que Israel sólo abre un cruce seis días a la semana. Los artículos que entran son en su mayor parte los menos esenciales, como pañales, telas, frutas y otros bienes. Por ejemplo, hay un millón de cilindros de gas vacíos en Gaza, y no se han podido llenar en las últimas semanas".
Israel alega que hay algunos artículos que no deja entrar en Gaza porque pueden ser usados en la fabricación de armas o de cohetes. Sin embargo, parece que no existe una lista específica de restricciones, y cada día los palestinos se encuentran con nuevos artículos de ingreso prohibido.
Egipto colabora con el bloqueo sionista
Un palestino arriesga su vida al ingresar una oveja clandestinamente a la franja de Gaza, para aliviar el hambre de su pueblo.
El gobierno egipcio de Hosni Mubarak, que sostiene buenas relaciones con Israel, colabora desde junio de 2006 en el bloqueo a la franja de Gaza. Como parte de esa política, esta semana la Policía egipcia decomisó 560 ovejas que iban a ser introducidas por túneles. Los animales fueron subastados por las fuerzas de seguridad junto con 50 cilindros de gas para cocinar, peligrosos elementos con los que seguramente el terrorismo palestino pondría en riesgo la seguridad de la región. Con frecuencia los túneles usados para el contrabando son bombardeados por el ejército israelí.
Destrucción de cultivos en el Líbano
Como si fuera poco, en la frontera norte las autoridades sionistas han venido implementando canales de desagüe que desvían las aguas lluvias de los cultivos israelíes al Líbano, empantanando tierras fértiles y ocasionando inmensas pérdidas en la agricultura libanesa. El ejército libanés y la fuerza interina de las Nacionas Unidas (Unifil) despacharon equipos para estudiar el incidente que ha ocasionado protestas entre los residentes del sur de ese país.
Una bomba de racimo sin estallar en el Líbano. Este proyectil prohibido ha sido utilizado, entre otros, por el ejército colombiano.
Por otra parte, el vocero de Unifil reiteró el llamado a Israel para que entregue mapas oficiales que detallen los lugares donde Israel arrojó bombas de racimo durante la guerra de 2006. El jueves en la noche, un pastor libanés murió a causa de la explosión de uno de dichos proyectiles cerca a Sidón. La ONU reporta que más de 30 civiles libaneses han muerto por explosiones de bombas de racimo o minas terrestres desde 2006. Otras 14 personas, integrantes de las unidades antiexplosivos del ejército libanés, de equipos privados o de las fuerzas de paz de la ONU han muerto en hechos similares.
Una victoria para la solidaridad
Pero no todo puede ser negativo. La cadena transnacional de supermercados Aldi, que estaba vendiendo frutas y verduras israelíes etiquetadas falsamente como "producto de Chipre", fue denunciada por el Comité Irlandés de Solidaridad con Palestina ante los medios de comunicación y la embajada chipriota. Aldi se vio obligada a admitir el engaño que venía haciendo a los consumidores y anunció que buscará nuevos proveedores, hecho que demuestra la efectividad del boicot contra los productos procedentes de Israel, un estado construido descaradamente sobre la segregación étnica y el terrorismo de estado.
Reportes recibidos esta semana desde Palestina indican que, además de los brutales ataques militares contra Líbano y la Franja de Gaza, una de las armas favoritas del régimen sionista contra los pueblos árabes es atacar sus fuentes de alimentación. Bastan algunos ejemplos de la última semana para retratar esta estrategia del gobierno de Israel, tan amigo del terrorismo de estado colombiano como del imperialismo yanqui.
Motosierra contra los olivos
Cada día, las fuerzas de ocupación arrancan hasta 40 olivos maduros, como parte de la construcción del muro que separará a los colonos judíos del pueblo palestino. El domingo 15 de marzo las comunidades palestinas de Wadi Rasha, Ras Tira y Daba’a realizaron una protesta contra la destrucción de sus olivares, y bloquearon las máquinas de los ocupantes israelíes.
A pesar del éxito inicial de la protesta, los soldados israelíes y su maquinaria fueron reubicados en otra área, donde empezaron a arrasar con la tierra de labor y a arrancar árboles. Se impidió el acceso de los manifestantes al lugar, a pocos metros de las viviendas de Wadi Rasha. Unos 25 árboles maduros, cada uno de los cuales produce de tres a cuatro baldes de aceitunas en cada cosecha, fueron destruidos el domingo.
El nuevo trazado del muro del apartheid afectará o aislará 250 hectáreas de las tres aldeas palestinas. El 70% de estas tierras tienen olivares, mientras que el resto son pastos naturales y áreas agrícolas.
Escasea el pollo en la franja de Gaza
Los continuos cortes del suministro de gas, debido al bloqueo israelí, junto con la destrucción de al menos siete grandes granjas avícolas durante la reciente campaña militar sionista, han convertido a este alimento en un lujo para la mayoría del millón y medio de palestinos residentes de la franja de Gaza.
Aun antes de la invasión de Israel a la franja de Gaza, que duró tres semanas a comienzos de 2009, durante la cual fueron destruidas las granjas avícolas, el precio del pollo se había duplicado debido al bloqueo fronterizo. Esto impactó el acceso de los palestinos en Gaza a sus alimentos.Según la Oficina Central Palestina de Estadística, el hogar promedio en Gaza consta de siete personas, con un ingreso medio de US$2,50 diarios (menos de dos euros o seis mil pesos colombianos).
Nahed Aqel, padre de cuatro hijos y trabajador de una fábrica de galletas, dice que es la primera vez en el mes que compra pollo: "Estoy aquí hoy sólo para comprar un pollo; el precio es de 20 siclos el kilo" [el siclo o shéquel es la moneda israelí. 20 siclos equivalen a cinco dólares, nota de Prensa Rural].
El alto precio y la escasez del pollo se siente en toda Gaza, no sólo en las áreas más empobrecidas. En el distrito de al-Rimal, centro político y comercial, Marwan al-Sawafiri, dueño de una pollería, explica que solía vender de 300 a 400 pollos diarios. "Ahora a duras penas logro vender entre 40 y 50 pollos diarios. Ayer, por ejemplo, sólo vendí dos pollos por 130 siclos (US$32)".
El doctor Adnan Awehaidi, director clínico de la Sociedad de Beneficencia Ard al-Insan, de salud familiar, advierte sobre la creciente desnutrición en los hogares, provocada por el bloqueo israelí a Gaza. Según el dr. Awhaidi, "actualmente estamos presenciando múltiples formas de desnutrición entre niños y adultos de la franja de Gaza. Según indicadores recientes, hay un aumento en la anemia. Creemos que la falta de pollo no es el único problema. Hay muchos alimentos que no se consiguen. Es un problema creciente y no creo que se resuelva pronto".
Raed Fattouh, jefe del Comité Palestino para la Coordinación del Suministro de Bienes a Gaza, dice que, a pesar de que Israel permite que decenas de camiones cargados con comida y ayuda entren diariamente a la franja de Gaza, esto no es suficiente para suplir las necesidades básicas. Explica: "Aquí todavía hacen falta muchas cosas, ya que Israel sólo abre un cruce seis días a la semana. Los artículos que entran son en su mayor parte los menos esenciales, como pañales, telas, frutas y otros bienes. Por ejemplo, hay un millón de cilindros de gas vacíos en Gaza, y no se han podido llenar en las últimas semanas".
Israel alega que hay algunos artículos que no deja entrar en Gaza porque pueden ser usados en la fabricación de armas o de cohetes. Sin embargo, parece que no existe una lista específica de restricciones, y cada día los palestinos se encuentran con nuevos artículos de ingreso prohibido.
Egipto colabora con el bloqueo sionista
El gobierno egipcio de Hosni Mubarak, que sostiene buenas relaciones con Israel, colabora desde junio de 2006 en el bloqueo a la franja de Gaza. Como parte de esa política, esta semana la Policía egipcia decomisó 560 ovejas que iban a ser introducidas por túneles. Los animales fueron subastados por las fuerzas de seguridad junto con 50 cilindros de gas para cocinar, peligrosos elementos con los que seguramente el terrorismo palestino pondría en riesgo la seguridad de la región. Con frecuencia los túneles usados para el contrabando son bombardeados por el ejército israelí.
Destrucción de cultivos en el Líbano
Como si fuera poco, en la frontera norte las autoridades sionistas han venido implementando canales de desagüe que desvían las aguas lluvias de los cultivos israelíes al Líbano, empantanando tierras fértiles y ocasionando inmensas pérdidas en la agricultura libanesa. El ejército libanés y la fuerza interina de las Nacionas Unidas (Unifil) despacharon equipos para estudiar el incidente que ha ocasionado protestas entre los residentes del sur de ese país.
Por otra parte, el vocero de Unifil reiteró el llamado a Israel para que entregue mapas oficiales que detallen los lugares donde Israel arrojó bombas de racimo durante la guerra de 2006. El jueves en la noche, un pastor libanés murió a causa de la explosión de uno de dichos proyectiles cerca a Sidón. La ONU reporta que más de 30 civiles libaneses han muerto por explosiones de bombas de racimo o minas terrestres desde 2006. Otras 14 personas, integrantes de las unidades antiexplosivos del ejército libanés, de equipos privados o de las fuerzas de paz de la ONU han muerto en hechos similares.
Una victoria para la solidaridad
Pero no todo puede ser negativo. La cadena transnacional de supermercados Aldi, que estaba vendiendo frutas y verduras israelíes etiquetadas falsamente como "producto de Chipre", fue denunciada por el Comité Irlandés de Solidaridad con Palestina ante los medios de comunicación y la embajada chipriota. Aldi se vio obligada a admitir el engaño que venía haciendo a los consumidores y anunció que buscará nuevos proveedores, hecho que demuestra la efectividad del boicot contra los productos procedentes de Israel, un estado construido descaradamente sobre la segregación étnica y el terrorismo de estado.
Tomado de: Anarcol
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