El gobierno de Islandia ha colapsado y algunas personas hablan de revolución. En cierto modo es cierto. Personas ordinarias voltearon este gobierno mediante la publicación de artículos, realización de discursos, ruidosas manifestaciones, fogones, bocinazos, acción directa, desobediencia civil y sabotaje. Una nación que no dabas señales de vida, solo obediencia ciudadana y servilismo, finalmente se alzo y dijo: “No gracias! No mas mierda”.
Peor que sigue? ¿Alcanzamos el objetivo? ¿Es el gobierno de la minoría de la izquierda verde y los social demócratas suficiente? ¿Nos quedaremos contentos con tener nuevas elecciones en primavera?
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Desde el principio de la crisis económica, siguiendo al colapso y nacionalización de los 3 bancos del país, se han escuchado voces en alto, demandando que el gobierno renuncie y se declaren elecciones lo antes posible. Las mismas veces demandaron que las camarillas de las instituciones financieras sean reemplazadas, en el banco central, Supervisor Financiero y los tres bancos recientemente adquiridos por el estado. Hörður Torfason y sus compañeros de la organización “Raddir Folksins” (Las voces del pueblo) tomaron el primer paso organizando manifestaciones semanales donde variados y agudos buenos discursos han sido realizados, seguidos del júbilo del público.
Al mismo tiempo acciones más radicales tuvieron lugar. Anarquistas y otros radicales usaron la acción directa, intentaron evitar las reuniones del gobierno, detuvieron reuniones formales en el parlamento, atacaron la estación de policía y detuviera el trabajo en los bancos y la supervisión financiera. Estas dos tendencias se unieron el martes 20, cuando miles de personas se reunieron frente al parlamento con la finalidad de alterar y abortar la primera sesión parlamentaria del nuevo año – y lo lograron. Durante los siguientes 7 días fogones, bandas de samba industrial y ruidosas manifestaciones se volvieron eventos diarios.
El pre-evento de esta colaboración de radicales y ciudadanos “ordinarios” se dio al lado del “Hotel Borg” el ultimo día del año, donde manifestantes interrumpieron una transmisión en vivo de una fiesta política televisada anualmente donde los cabecillas de los partidos políticos discuten el reciente año político entre el champan. El plan original de la protesta era interrumpir la transmisión con ruido y antorchas, pero pronto se volvió claro que eso no ocurriría sin que las personas den un paso más. Así que la gente trepo las rejas, peleo con miembros “inocentes” del “staff” del hotel que intentaron evitarles la entrada, arrancaron y quemaron cables de televisión y cortaron la transmisión. Fue un buen comienzo
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Había una demanda común obvia durante las manifestaciones de la semana pasada y fue evidenciada en el eslogan que resonó sobre la ciudad por toda una semana: “Gobierno Descalificado”, Pero este eslogan no dice nada sobre lo que viene, que quiere la gente además de que el gobierno se vaya.
La noche del Miércoles, 21 de enero, después de que la policía disparo gas lacrimógeno contra los manifestantes, el grupo se movió hacia las oficinas gubernamentales. Nuevamente la gente prendió un fogón y protesto contra el gobierno. Cuando la policía aprecio algunas personas comenzaron a lanzar ladrillos a la policía como esa misma mañana. En un momento un joven enojado camino hacia la policía, que estaba bien armada, con escudos, cascos, mazos y gas pimienta, les lanzo una piedra y grito: “solo dennos permiso de votar!” y continuo “entonces estas protestas terminaran”.
Estas palabras fueron una sorpresa para muchas personas. “solo dennos permiso de votar” ¿es esa realmente la demanda principal? Y ¿enoja tanto a alguien que no le dejen votar, que lanzar piedras se convierte en la técnica de lograr elecciones?.
Por supuesto, hay diferentes opiniones e ideas acerca de adonde llevaran las elecciones de esta primavera. Algunos creen que basta con votar por la izquierda verde, que eso llevara a cambios positivos. Otros creen que es posible cambiar el sistema desde dentro, quieren movilizar nuevos partidos políticos en las próximas elecciones, que entonces, esperan, marquen las líneas de cambios en el sistema y las instituciones. Incluso hay quienes quieren el sistema-partidista fuera e impulsar candidaturas individuales.
Estas ideas tienen algo en común, todas ellas se basan en la idea de que las reformas dentro del sistema son un paso en la dirección correcta, un paso hacia una sociedad mas justa. No demandan cambios radicales – Revolución. Y por lo tanto es extraño ver gente de pie en Austurvöllur (la plaza frente al parlamento) gritando eslogan como “viva la revolución!” – ninguna revolución ha tenido lugar aparte del hecho de que el gobierno colapso.
Cuando nos acerquemos a las próximas elecciones podemos esperar lo mismo de siempre. Los partidos políticos lanzaran sus campañas, competirán en publicidades que tienen los mejores diseñadores y técnicas de computadora. Así ha sido siempre, y entonces hay una cosa que importa: el dinero. Aquellos que tienen más dinero o el partido político con acceso a más dinero será la fuerza más visible en la campaña electoral. Y la misma historia se repetirá si las elecciones son entre individuos en lugar de partidos. Mientras permanezcamos dentro del sistema en el que hemos vivido hasta ahora, los resultados individuales se basaran solo en quien tiene más dinero.
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Las razones del colapso del gobierno y la discusión al respecto demuestran muy bien de que se trata la política de hoy día. Sjálfstæðisflokkurin (El partido independencia, conservador de derecha) se negó a despedir a Davíð Oddsson de la planilla del banco central. Incluso a pesar de que se esconde en el banco central, todavía se sienta – o al menos se sentaba allí antes del colapso- encima de las autoridades del país y nadie se le permite diferir con el o sus opiniones. Temiendo el impacto del despido de Oddsson del Banco Central, el partido Independencia no puede hacer nada. Por lo tanto será extremadamente interesante ver si un nuevo gobierno se atreve a despedirlo y que impacto tendría ello en la sociedad de Islandia, ya que esta claro que Oddsson tiene una seria fuerza chantajista en el país.
Entonces los dos partidos –El partido Independencia y los Socialdemócratas- discutieron sobre cual de ellos debería obtener al primer ministro. Esas discusiones fueron suficientes para tumbar al gobierno. El colapso es el resultado de la interminable búsqueda de poder. De eso se trata la política de hoy día – recibir y permanecer en el poder. No es sobre crear una sociedad basada en la justicia y la igualdad, la libertad y la cooperación. No es sobre tratar de crear una sociedad sana, sino en primer y único lugar, sobre poder.
Estas luchas exponen las políticas y muestran aun mejor de que se tratan: Un estúpido juego de poder, competición sobre popularidad y poder, mentiras y traiciones contra aquellos que no tienen poder, aquellos que son oprimidos desde el principio de sus vidas mediante el sistema educativo y otros sistemas sociales. La política es un juego de mentiras.
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Tenemos que resistir este juego y este sistema corrupto. Esa resistencia en particular es la premisa del cambio.
Si queremos nuevos cambios debemos darle la espalda al tiempo que solía ser y usar nuestra imaginación. No significa que debemos olvidar la historia, sino aprender de ella, de sus errores y victorias. Debemos ampliar nuestra imaginación y no solo demandar lo imposible, sino en primer lugar: Hacer lo imposible.
Los cambios que queremos lograr deben ser construidos en ideas sobre resistencia y solidaridad internacional. No estamos solos en esta isla, solo somos una pequeña parte de la lucha global de los que no tienen poder contra los que lo tienen todo, la lucha por un mundo sin autoridad. En todas partes del mundo – México, Grecia, Palestina, Irak, Japón, Belarusia , Estados Unidos- en todas partes esta lucha existe. Por supuesto lo hace en diferentes etapas y lo mismo puede decirse sobre las reacciones de las autoridades contra ella. No hay motivo para juntar nuestra lucha y la lucha de los palestinos oprimidos, excepto en el nivel en el que realmente es una lucha común.
Lo que nos une es el hecho de que no tenemos poder y nos enfrentamos contra aquellos que lo detentan, en una lucha contra ellos y contra el sistema que le permite a unos pocos individuos recibir este poder. Peleamos para que la gente tome el control de sus propias vidas y la organización de la sociedad, y destruya toda estructura de poder que oprime y mata.
Y aunque la situación a menudo se ve mal y demasiadas personas están cegadas por la propaganda de las autoridades sobre la necesidad de que el poder permanezca en sus manos, el hecho es que nuestra lucha contra ellos es real, al igual que la solidaridad.
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El último Sábado, volantes fueron distribuidos durante las manifestaciones semanales frente al parlamento, animando a la gente a preocuparse más el uno del otro, tanto durante acciones radicales como durante su vida diaria. También decía que las personas no deberían ni atreverse a pensar que es mas necesario quebrar al gobierno que destruir el patriarcado y luchar contra todas las injusticias contra aquellos que tienen otro color de piel que la mayoría de los islandeses y aquellos que no se identifican como heterosexuales.
La sociedad esta llena de divisiones e injusticias, basadas en ideas que afirman que algunas personas son más que otras. Musculatura, piel blanca y heterosexualidad son los valores mas altos de la sociedad y todos los individuos que no cumplen con ellos se convierten automáticamente en inferiores y por tanto, blanco de prejuicios, irritación y violencia. Estas ideas han sido completamente insertadas en el sistema y nos e quebraran en su interior, Necesitamos destruir todo el sistema.
No celebremos cuando una mujer (aun mas: una mujer homosexual) se convertirá ahora en primer ministro por primera ves en Islandia. No celebremos cuando un hombre negro se convierte por primera ves en presidente de Estados unidos. No celebremos estas reformas que ayudan al sistema que prevalece. No celebremos cuando mujeres, homo- y bisexuales e individuos no-blancos logran llegar al nivel del hombre blanco promedio. No!
En su lugar, luchemos contra este sistema que coloca a las personas en diferentes posiciones jerárquicas y oprime a aquellos situados en las posiciones mas bajas. Luchemos contra el sistema que permite a unos pocos individuos oprimir al resto. Luchemos contra todas las pirámides de abuso y poder. Luchemos contra la distribución desigual de las finanzas y los recursos naturales. Luchemos contra todas las ideologías que convirtieron las necesidades de la vida en productos de lujo para los ricos.
Entonces podremos por primera vez hablar de justicia e igualdad. Entonces podremos empezar a hablar de cambios reales. Entonces podremos finalmente hablar de revolución.
Fuente: Aftaka
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