viernes, 13 de febrero de 2009

[Ucrania] Mitin de los trabajadores de la fábrica ocupada en Kherson

Anarquistas de Crimea

Durante la noche anterior a la manifestación hicimos pancartas y una gran variedad de carteles y un plan de acción para la mani. Por la mañana teníamos 15 carteles con los lemas “Obreros y estudiantes unidos”, “Hoy Kherson, mañana toda Ucrania”, “La única solución – Resistencia”, “A los trabajadores: fábricas, salarios, control obrero”, “Revolución AHORA”, etc. y una pancarta grande - “No os rindáis, continuad la huelga”.

A las 10 de la mañana nos encontramos con los compas de Kiev e inmediatamente fuimos a la fábrica ocupada, que está aproximadamente a 5 minutos andando de la estación. Repartimos los panfletos que habíamos preparado a los trabajadores. Nos quedamos un poco sorprendidos por la falta de preparación de los trabajadores en sus planes (por su parte habían hecho muy pocos carteles y unas pocas octavillas, etc.). Mientras esperábamos el comienzo del encuentro, charlamos con los trabajadores, y en realidad estaban encantados de que hubiéramos venido, la mayoría de la “nueva generación” en Kherson, no ha reaccionado en absoluto a lo que está sucediendo. También era decepcionante la reacción pasiva de los activistas y anarquistas ucranianos... Es una vergüenza que en un país grande como Ucrania, sólo un puñado de personas hayan venido a apoyar a los trabajadores.

A las 11h. Con las banderas y carteles desplegados, junto con los trabajadores, fuimos al edificio de la administración regional del estado, cantando vaios lemas en la calle. En la calle los trabajadores y los transeuntes nos preguntaban repetidamente sobre el porqué de la bandera negra. Algunos eran abiertamente hostiles, otros después de las explicaciones estaban satisfechos. Hubo incluso una mujer que intentó sacar a uno de nuestros activistas de la mani gritando “no necesitamos anarquistas, estamos en esto nosotros solos; no necesitamos partidos”. Por supuesto, este tipo de aspiraciones de autonomía e independencia obreras nos hacían felices, pero era extraño oirlo, por que delante estaban las banderas del PSPU y la del PCU.

En el encuentro, escuchamos los discursos de muchos jefes y funcionarios de los partidos, antes que los de los compañeros. Era realmente aburrido y deprimente. Los funcionarios del partido nos recordaban continuamente el pasado soviético: lo maravilloso que era todo, qué salario, qué beneficios, y lo más importante – que las fábricas pertenecían al estado. Por supuesto, al menos en el respeto hacia los trabajadores y sus derechos las cosas puede que hubieran sido mejores. Pero volvamos a la historia: los trabajadores no estaban interesados en el trabajo, porque no pagaban mucho comparado con todo lo que tenían que trabajar. No había entusiasmo en el trabajo – muchos productos eran de una calidad por debajo del estandar – los trabajadores consideraban que no valía la pena trabajar por tan poco dinero, había muchos robos en el lugar de trabajo ya que los trabajadores consideraban que la propiedad les pertenecía. En general, el sistema, a pesar de algunas ventajas estaba podrido. Además, no dependía de qué gobierno gestionara el estado. Era el estado el verdadero problema. El estado, al igual que un empresario, es un explotador que sólo le importan los trabajadores en tanto que le beneficie. Dado que la propiedad privada existe desde hace menos que el estado, es beneficioso para el estado tratar a los trabajadores un poco mejor que un empresario. Pero el estado solo se preocupa de su credibilidad, sus beneficios y su legitimidad.

Por tanto, creemos, que se tendría que trabajar para lograr la socialización y no la nacionalización de la fábrica, pero la pregunta es: ¿están preparados para esto? “la emancipación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos”; los trabajadores tendrían que tener esto en mente y no confiar sus vidas y condiciones laborales a la burguesía o al estado. Sinceramente esperamosque no escuchen las promesas de los miopes partidos y sean su electorado en las siguientes elecciones.

Después de la mani volvimos todos a la fábrica. Nos gustó el hecho de que la gente ya era amistosa hacia nosotros y la bandera. Lo que nos sorpredía y nos molestaba, es que el propietario aún controla la seguridad de la fábrica y decide quién entra y quién sale. Dentro, escuchamos un ardiente discurso sobre las condiciones penosas, su discurso fue mucho más interesante y sincero que los de la mani. No tiene nada de raro, ya que conocen sus problemas mejor que cualquier partido. Su discurso fue seguido por otro de un “burgués agrario” de una granja cercana. Alababa la fábrica, y les deseaba que la salvaran para que pudiera ser rescatada y volviera a estar operativa como antes. Después del mitin nos sirvieron una comida. No era muy buena, pero era un placer ser tratados tan bien – como invitados estelares.

Sin embargo en nuestra opinión, vimos por parte de los trabajadores cierta pasividad, indecisión y una relativa apatía con lo que estaba pasando. Quizás su comportamiento se debe al “pasado soviético”, en el que los sindicatos no tenían autonomía, y las decisiones organizacionales no se tomaban colectivamente, sino que se imponían desde arriba. Quizás esto pueda explicar la falta de entusiasmo, y quizás la duda moral en los cambios radicales. También nos decepcionó que los trabajadores no hicieran decisiones independientemente, y que a todas las preguntas, respondían, por favor, contacta con el líder.

Y aunque la mani no fue lo radical que hubiéramos querido, y fue un poquito parada y politizada en general, nos gustó. Al menos por el hecho de que la gente comenzó a mostrar conciencia de clase y reaccionó contra los muy fracasados partidos burgueses.

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Original en ruso: http://news.zaraz.org/?n=1112
Traducción al inglés: https://avtonom.org/index.php?nid=2262
Traducción al castellano: alasbarricadas.org

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